Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Xavier Carreto A.

Compromisos personales a partir del 2002

A Reyes Betancourt

No tengo dudas de que todos los acapulqueños queremos vivir en una ciudad más segura, con mejores servicios públicos, con ciudadanos más educados, sin problemas de vialidad, en suma, con mayor nivel de bienestar para todos. Para lograrlo los acapulqueños debemos asumir cada uno nuestras propias responsabilidades de acuerdo a nuestro desempeño cotidiano. No esperemos que el cambio y la solución de nuestros problemas se realice sin cada uno de nosotros; no busquemos excusas en comportamientos ajenos para no hacer bien lo que nos toca. Ahora que estamos iniciando un nuevo año es el momento de renovar el entusiasmo y el gusto por vivir; en consecuencia, decidir esforzarnos para superar todo lo que nos afecta como sociedad.

Si empezáramos haciendo cada uno la tarea que nos corresponde, es decir que los taxistas y urbaneros respetarán el reglamento de Tránsito, así como a los peatones y automovilistas particulares para evitar tantos accidentes; que los agentes de Tránsito se dedicarán a agilizar la vialidad y no a extorsionar a la primera oportunidad que se les presenta, por más llamadas de atención que les hagan, además de enviarlos a las universidades Americana y Loyola.

Que nuestros regidores pongan al día los reglamentos y leyes que regulan nuestra vida en común, que dejen de andar pidiendo la cancelación de multas e infracciones a quienes infrinjan la ley, en fin que se pongan a trabajar, desquitando el sueldo percibido.

Que los maestros de todos los niveles de nuestro sistema educativo, desde preescolar a superior, cumplan con el calendario escolar y la preparación de sus clases; dejen a un lado la grilla y la flojera; ayuden al mejoramiento de esta sociedad tan requerida de una mejor educación, promuevan con entusiasmo la lectura y el deporte entre sus alumnos; el buen desempeño del magisterio de todos los niveles es el primer paso para la superación de prácticamente todos nuestros problemas.

Que los padres de familia estén más cerca de sus hijos, que procuren estar enterados de su rendimiento escolar acudiendo con frecuencia a la escuela y no enterándose al final cuando es más difícil poner remedio.

Que los estudiantes aprovechen las oportunidades de preparación que la sociedad les ofrece para integrarse en mejores condiciones a ésta; que ya no los veamos en el parque Papagayo, la Gran Plaza, en las playas y otros lugares ajenos a sus centros de estudio en horas y días de clase.

Que el nuevo secretario de Educación, Daniel Pano asuma su responsabilidad comprometido con los mejores intereses de los guerrerenses, ponga orden en la Secretaría de Educación que tanta falta hace y pueda tener la autoridad moral para exigir el cumplimiento de sus obligaciones a los profesores; pues de nada sirve que nos quejemos de la elevación de los impuestos si el más importante renglón del gasto público, el destinado a la educación, no se emplea correctamente ya que el 98% se destina al pago de los sueldos de los docentes. Que no se nos olvide a todos que el principal factor de éxito para nuestro desarrollo es la acumulación de capital humano para la producción y para la convivencia civilizada.

Que los policías judiciales y preventivos se dediquen a proteger a la ciudadanía y no a afectarla, sobre todo los judiciales, aliándose con el crimen organizado para secuestrar personas, robar vehículos y un largo etcétera de fechorías.

Que los directores y toda la gente vinculada a los medios de comunicación asuman su responsabilidad de informar con veracidad y oportunidad a la sociedad acapulqueña, sirviéndola con esmero y pasión; y no atendiendo a intereses mezquinos contrarios al interés colectivo.

Que los aspirantes de todos los partidos políticos a cargos de elección popular, en este año de renovación de autoridades municipales y diputados locales, eviten hacer uso de los recursos públicos y otras maniobras fraudulentas que empobrecen la competencia electoral, procurando convencer a la ciudadanía con argumentos y modos honestos de vivir; que nuestros políticos asuman las enseñanzas de Ignacio Manuel Altamirano: “Estoy pobre porque no he querido robar. Otros me ven desde lo alto de sus carruajes tirados por frisones, pero me ven con vergüenza. Yo los veo desde lo alto de mi honradez y de mi legítimo orgullo”.

Que la comunidad universitaria guerrerense comience finalmente, después de muchos años de simulación, un trabajo serio, responsable que sirva a la sociedad y la acerque a ésta; haciendo a un lado, en este año de renovación de sus autoridades, su irresponsabilidad y elijan a un amigo de la academia, comprometido con la misma, quien impulse los proyectos de investigación requeridos para el desarrollo de la entidad y se practique la docencia que prepare mejor a nuestros profesionistas. Con lo cual seguramente tendrán el presupuesto suficiente para cumplir estas tareas, los recursos deberán entregarse en función de sus resultados.

Que los empresarios asuman su compromiso de crear nuevos empleos convenientemente remunerados, hagan a un lado sus grillas internas, traigan capitales frescos y contribuyan a diversificar la economía.

Que todos los que aquí vivimos nos esmeremos por atender a quienes nos favorecen con su visita, sobre todo los prestadores de servicios, no abusando en el cobro, dando atención de calidad y haciéndolos sentir como en casa para invitarlos a volver una y muchas veces más.

En fin, que cada acapulqueño realice sus responsabilidades de cada día, de la mejor forma y no sigamos teniendo una ciudad caótica, insegura, sucia, lo cual se revierte contra nosotros mismos, pues la responsabilidad de todo lo malo que nos afecta es resultado de nuestras incapacidades y omisiones, nadie más tiene la culpa, no busquemos en otra parte a los responsables de lo que nos pasa, viven aquí en Acapulco: El lugar en donde vivimos, acompañados de nuestros seres queridos y de nuestros amigos.

 

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