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Toman vecinos las instalaciones de las grutas de Cacahuamilpa

* Representantes de las comunidades de El Transformador, Crucero de Grutas y del pueblo de Cacahuamilpa, se encargaron a partir de ayer y por tiempo indefinido, del funcionamiento normal de ese centro turístico

Claudio Viveros Hernández, corresponsal, Cacahuamilpa * Más de un centenar de habitantes de las comunidades aledañas a las grutas de Cacahuamilpa se posesionaron ayer de manera pacífica de las instalaciones y taquilla de este parque nacional. La demanda principal es que el gobierno estatal les otorgue la concesión de este punto turístico y cumpla con acuerdos firmados con anterioridad para beneficio de las mismas comunidades.

Entrevistado en el interior de la taquilla, José Luis Hernández Rosas, uno de los dirigentes de la toma de las grutas por parte de habitantes de las comunidades de El Transformador, Crucero de Grutas y el mismo pueblo de Cacahuamilpa, expresó a El Sur: “Ya estamos hartos, en verdad, de que se sigan robando todos los recursos que ingresan a las grutas y ni siquiera hayan invertido un solo centavo en su remodelación, por eso nuestra demanda principal es que se otorgue la concesión a las comunidades aledañas”.

Agregó que desde 1996 han venido gestionando que un porcentaje de los recursos sean destinados a las comunidades y lo único que han obtenido en respuesta del gobierno estatal “es nomás traernos a vueltas y vueltas y darle largas al asunto sin una respuesta afirmativa a nuestra solicitud; sólo hasta que ven un movimiento como éste es cuando vienen, pero siempre son falsas promesas. Esta vez va a ser diferente –advirtió–, porque no vamos a retirarnos de estas instalaciones hasta que veamos que se va a concretizar un acuerdo, no sólo que se firmen los documentos, sino que nuestras demandas se hagan valer en los hechos”.

El movimiento comunitario comenzó a las diez de las mañana y tomó por sorpresa a los empleados quienes pacíficamente se retiraron de sus labores a petición de los lugareños. Varios grupos de personas se distribuyeron las tareas en la entrada al estacionamiento, la taquilla y los alrededores en donde las actividades han proseguido con toda normalidad, como si nada hubiera ocurrido. Lo mismo se observó entre los policías asignados, quienes se mantuvieron al margen de la protesta.

En tanto, turistas nacionales e internacionales llegaron al lugar y la toma de los habitantes de “su parque” les pareció algo positivo, a lo que expresaron su respaldo y apoyo, para posteriormente descender y admirar lo que guarda este lugar en las entrañas de la tierra. Las visitas se contaron por centenares, las filas para ingresar eran continuas y la zona para estacionarse estuvo al tope durante la mayor parte del día.

Denuncian la corrupción de la administración

El ajetreo de vendedores de artesanías, de nieves de sabores, frutas y comida en diversos locales, se notó provechoso con las visitas mientras que por diferentes sitios la protesta se hacía pública por medio de cartulinas fosforescentes rotuladas y visibles en muros, postes y justo en las entradas a las cavernas con las consignas de “señor gobernador, exigimos justicia; fuera taquilleros corruptos; las cocineras apoyamos el movimiento; fuera el administrador Gabriel Ortiz Bonal”, de quien dijeron los habitantes que ya ha sido denunciado ante la Contraloría del Estado de Guerrero y de la federación por los ilícitos cometidos.

En una cartulina más el mensaje fue más que claro y dedicado en memoria al 1 de enero de 1994 con saludos para los protagonistas del conocido movimiento zapatista: “Todavía existimos mexicanos con dignidad, por eso hoy exigimos el fiel cumplimiento a los acuerdos firmados entre el gobierno y comunidades aledañas al Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa. ¡Ya basta de retrasos y mentiras, ya basta de funcionarios ineficientes”.

Luego de insistir durante meses y meses ante el gobierno estatal el cumplimiento de esos acuerdos, el 19 de octubre del año que concluyó en el Periódico Oficial del Estado de Guerrero fue publicado “el acuerdo parlamentario por medio del cual se exhorta de manera atenta al Secretario de Finanzas y Administración (Rafael Acevedo Andrade) que se dé cumplimiento a los acuerdos alcanzados de manera tripartita entre el gobierno del estado, el municipio de Pilcaya y representantes sociales de las comunidades aledañas al Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa”. No hubo respuesta.

Después, el 7 de diciembre de 2001, el coordinador de asesoría, quejas y gestiones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Adelaido Memije Alarcón, le giró un oficio al mismo secretario Acevedo Andrade en que se lee textualmente: “…solicita a usted atienda este asunto e informe de sus gestiones realizadas para proceder a calificar procedencia o improcedencia de la queja”, lo que en voz del miembro de la toma de las grutas, José Luis Hernández Rosas, no fue acatado ni han sabido nada del caso que trascendió en medios de comunicación de circulación nacional.

Decididos, todos a la vez, los habitantes de las comunidades –prosiguió Hernández Rosas– “aquí vamos a estar hasta que se nos dé la concesión, ya no vamos a permitir que gente ajena esté usurpando el legítimo derecho de los habitantes, que deben ser los que den el servicio al turismo nacional e internacional que aplaude la decisión que tomamos y es por eso que nos sentimos ampliamente respaldados y porque hasta organizaciones de espeleólogos nos han manifestado su apoyo, y en base a ello nos vamos a sostener”.

A unos minutos de que fueran cerrados el servicio y los recorridos a este sitio turístico, dijo que por la noche convocarían a todos los habitantes de las comunidades “porque tenemos el presentimiento de que el gobierno estatal va a querer tomar represalias, esa fue una de las amenazas veladas que nos dejó el señor (subsecretario de Fomento Turístico en la zona norte), Ramón Popoca Flores, y nos dijo que si no aceptábamos abandonar las grutas sería otro tipo de gente con la que vamos a tratar”.

Asimismo denunció que aquí se han estado formando “guardias blancas”, con los compadres de Gabriel Ortiz Bonal (administrador del parque) y amenazando con grupos de granaderos y de hacer secuestros. Si algo sucede al algún habitante de las comunidades, nosotros responsabilizamos a Gabriel Ortiz Bonal, a Ramón Popoca y al propio gobernador (René Juárez Cisneros) de lo que suceda aquí en este movimiento”, finalizó.

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