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Se fuga un preso durante una corrida de toros organizada por Trujillo Sotelo

* Según diversas versiones, dos custodios fueron detenidos como responsables de ayudar al escape * Dice el Comité de Presos Políticos que es una muestra de la corrupción en el reclusorio, y pide que se investigue a las autoridades carcelarias

Un reo del fuero federal se fugó del reclusorio de Acapulco el domingo 30 de diciembre, aprovechando que en esos momentos se celebraba una corrida de toros en el patio del penal, con la presencia del director general de los Centros de Readaptación Social de Guerrero, José Luis Trujillo Sotelo.

El reo fugado es Florentino Mejía Lozano, y según versiones encuentran detenidos para investigación los custodios Juan Bernal Delgado y Miguel Alcocer Cervantes.

En medios policiacos hay hermetismo, pero confirmaron la versión de la fuga que dieron internos y otras fuentes.

Hasta la noche del martes 1 de enero, la fuga no había sido reportada por las autoridades del Cereso a nunguna otra autoridad. Nada se sabía del hecho ni de los detenidos en las agencias del Ministerio Público Central y de la Zapata, y el subdelegado de la Procuraduría General de la República, Martín Gerardo Saldaña Sixtos, declaró que no tenía ningún informe de la fuga.

Según las versiones extraoficiales que circularon en la Procuraduría de Justicia del Estado, este domingo por la tarde, el director general de las 16 cárceles de Guerrero, José Luis Trujillo Sotelo, llevó diversión a los más de mil 500 reos del penal de Acapulco y por eso encargó que se organizara una corrida de toros.

El preso, dijeron las fuentes, se habría metido en un camión de volteo que sirvió para el traslado de los toros al interior del penal. Para poderse meter al vehículo, contó con el apoyo de los dos custodios que fueron detenidos, señaló una fuente.

Cuando los presos junto con el director general de los penales, José Luis Trujillo Sotelo se encontraban disfrutando del jaripeo en el patio del penal, el reo Florentino Mejía Lozano quien enfrenta un proceso por posesión de cocaína, se fugó, con apoyo de los custodios Juan Bernal Delgado y Miguel Alcocer Dorantes.

El procurador de Justicia del estado, Rigoberto Pano Arciniega, dijo que hasta el momento en los separos de la Policía Judicial del Estado con sede en Acapulco no hay ningún custodio del penal de ese puerto que se encuentre detenido.

Pese al hermetismo que han guardado el director general de los penales, José Luis Trujillo Sotelo y el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Luis León Aponte, fuentes oficiales confirmaron el hecho.

De acuerdo con información de otros presos, Florentino Mejía Lozano, originario de El Ocotito, está acusado de posesión de cocaína y de 150 mil dólares.

El preso se encontraba en el dormitorio C, el área donde están recluidos los policías motorizados acusados de la masacre de Aguas Blancas y el ex director de Gobernación, Esteban Mendoza Ramos. Señalan que es un área privilegiada, donde reciben visitas a cualquier hora, y los reos que tienen dinero, como el que se fugó, pagan de 5 mil a 10 mil pesos por su traslado a esa área.

Según versiones de algunos presos que pidieron omitir su nombre el Centro de Readaptación Social (Cereso) “parece un hotel de paso, donde entra la droga, el alcohol, mujeres, y más en los dormitorios C donde se están los sentenciados por el caso Aguas Blancas y el ahora prófugo Florentino Mejía Lozano”.

Afirmaron que en ese lugar “el que tiene (dinero) vive mejor”, porque pueden comprar privilegios como el establecer sus propios días de visita, andar por los pasillos cuando ya no son horas, ejemplificaron. Además, señalaron que en ese lugar no pasab lista a los reclusos.

La fuga, una muestra de la corrupción en el Cereso

De acuerdo con versiones de recabadas por El Sur, la tarde del domingo se llevó a cabo una corrida de toros que realizó el director general de los ceresos, José Luis Trujillo Sotelo, para “llevar entretenimiento” a los reclusos. A dicho lugar entró un carro de volteo color rojo y una camioneta de redilas con cuatro toros además de otra camioneta.

El presidente del Comité de Presos Políticos y de Conciencia, Omar Guerrero, opinó que “la fuga fue planeada con las autoridades” y que es una muestra de la corrupción que hay en este reclusorio.

A pesar del hermetismo, y de que en el mismo penal las autoridades han tratado de evitar que se conozca la fuga, los reos se enteraron de la fuga entre las 10 y las 11 de la mañana del lunes 31 de diciembre.

Omar Guerrero manifestó que los verdaderos culpables de la fuga son los directivos y no los custodios a quienes se pretende responsabilizar.

Señala que los responsables de la corrupción y los negocios turbios en el Cereso de Acapulco son el director, Jesús Torres Quiroz, la secretaria general, Odilia Mendoza, y “el segundo del jefe de seguridad, que se llama Mario”, y que es el ejecutor de los negocios ilícitos y de los golpes y torturas a los reos.

Por vía telefónica pidió que se investigue a dichos funcionarios como responsables de la fuga, y que la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos esté atenta a la situación de los guardias detenidos.

El lunes 31, una llamada a la redacción de este diario informó que había dos custodios detenidos: Juan Bernal Delgado y Miguel Alcocer Dorantes, como sospechosos de ayudar a la fuga, y otros dos están prófugos.

Reforzan vigilancia en el Cereso

A raíz de la fuga, en el Cereso se reforzó la vigilancia el lunes 31. Esto se pudo constatar cuando por lo menos siete custodios vigilaban el acceso de las personas por la entrada principal.

Mujeres acompañadas de sus niños que en el último día del año llevaban comida a sus familiares fueron retenidas hasta por dos horas para poder pasar.

Alrededor de 30 personas pedían insistentemente ingresar y no se explicaban la razón de la negativa porque aseguraron algunas “casi siempre dejan pasar a la aduana sin tanto problema”.

El horario de visita se modificó aseguró una mujer que llevaba más de dos horas esperando para ver a su esposo, dijo que sólo podían pasar las personas que previa solicitud de ingreso realizaran los propios presos, esto a través de una papeleta con el nombre de la visita, la cual al llegar al acceso principal se pasaba lista.

Tras horas de espera, a algunas mujeres se les permitió el acceso a la aduana para dejar la cena de fin de año de sus familiares, aunque una más aseguró no tener confianza en ese método porque “luego ni les llegan las cosas”.

Tanto en el área del estacionamiento, como la entrada del bulevar para llegar al Cereso no se reforzó la seguridad, e incluso varios de los parientes de los reclusos antes de entrar aseguraron desconocer la fuga de Florentino Lozano.

Hasta el 31, los custodios arrestados como supuestos cómplices de la fuga no eran presentados tanto en el Ministerio Público Central como en la Delegación de la Zapata, donde aseguraron le corresponde ser presentados a los acusados. Sin embargo, tampoco en la Delegación de la Zapata se habían presentado a esas dos personas. (Karina Contreras y Raquel Santiago)

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