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Agentes de Inteligencia conocían la actividad de los plagiarios de Pineda

* Versión de presuntos informes del Cisen y del Ejército 

* Los datos que aparecen en supuestos reportes de agentes de esas dependencias son diferentes a los que utiliza la Procuraduría del Estado * De ser ciertos, al menos dos de los detenidos acusados del secuestro del ex diputado federal del PRI son inocentes 

Uno de los detenidos acusado por el secuestro del ex diputado federal del PRI, Héctor Pineda Velázquez podría ser chivo expiatorio, según presuntos informes de agentes del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen) y del Ejército, filtrados a este medio que señalan que personas presuntamente relacionadas con el EPR y el ERPI serían los secuestradores.

De ser ciertos dichos informes, los agentes de Seguridad Nacional de la Secretaría de Gobernación y de Inteligencia militar hacen un espionaje puntual y detallado sobre actividades de supuestos secuestradores, sin que estos informes tengan alguna repercusión legal, y van por caminos diferentes a las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Los primeros días de diciembre fueron careados ante el juez penal de Arcelia, el presunto secuestrador del ex diputado federal, Baloy Vega Cruz, y el comandante de la Policía Judicial del Estado que lo arrestó, Humberto Velázquez Delgado.

El comandante precisó y ratificó cada uno de los puntos establecidos en su informe, en el cual, según él, explica la investigación que llevó a cabo para lograr el descubrimiento de la participación de Baloy Vega Cruz, Camilo Pérez Hernández y Matías Jaimes Olivares, Matías Díaz Olivares o Pedro Jaimes Olivares, como es conocido este último, y su posterior detención a mediados del presente año.

Sin embargo, reportes de agentes del Cisen, filtrados a El Sur, indican dos líneas de investigación diferentes. Los documentos señalan nombres de presuntos secuestradores a los que la Policía Judicial del Estado en diversos documentos ha relacionado con el EPR y el ERPI, lugares en donde supuestamente mantuvieron secuestrado a Pineda Velázquez y la forma como lo bajaron de la sierra unos días antes de su liberación, 36 días después del secuestro ocurrido el primero de agosto del 2002, en su rancho ubicado en las inmediaciones de Chámacua de Michilena, municipio de Coyuca de Catalán, luego de pagar 4 millones de pesos, según fuentes cercanas a la familia del entonces diputado federal priísta.

Un reporte del 31 de julio del 2002, titulado “Expediente: Héctor Pineda Velázquez”, “Sector: Subversivo”, “Localidad: Coyuca de Catalán”, “Asunto: Antecedente respecto al secuestro de HPV”, señala que se confirma el secuestro del diputado federal y da detalles del hecho, señalando que ese día los secuestradores liberaron al hijo del diputado, cerca de Los Brasiles. Establece además, que “días antes fueron observados varios sujetos provenientes de la sierra  (…) arribar al domicilio de la señora Guadalupe Vega (…) prima de Arturo Vega Sandoval, segundo comandante de la policía preventiva…” de Coyuca de Catalán. Más adelante establece que “…a Arturo Vega Higuera (sic) a diario se le ve que frecuenta visitar a la señora Guadalupe Vega “N” y en virtud de que ambos son del rumbo de Hacienda de Dolores (…) no se descarta que ahí fue planeado el secuestro del diputado federal y que hasta esté involucrado el segundo comandante de la policía preventiva municipal”. El informe del agente concluye de esa manera.

Sin embargo, un informe del primero de agosto del 2002, enviado por un agente del “Sector Subversivo”, titulado “Indicios acerca de personas presuntamente involucradas en secuestro de diputado federal”, un día antes del plagio se tuvo un informe de que una camioneta tripulada por “José Felipe Cabrera Hernández, alias Pipos”, observó una actitud sospechosa cuando frente al DIF de Coyuca de Catalán parecía esperar a alguien con el motor del vehículo en marcha y se dio la vuelta luego que sobre la calle Revolución que desemboca a la avenida Lázaro Cárdenas vio aparecer la camioneta del entonces diputado federal. Un coche tipo Tsuru se atravesó y se adelantó a la camioneta de Héctor Pineda Velázquez  y se mantuvo delante de él rumbo a Altamirano, mientras que José Felipe Cabrera se mantenía atrás del mismo en su camioneta”. El informe no precisa más datos, pero señala que José Felipe Cabrera Hernández es originario de Hacienda de Dolores, municipio de Coyuca de Catalán, hijo de Aniceto Cabrera “N” , “…parientes cercanos de los hijos del extinto Eduardo García Santana, de nombre Armando García Cabrera, (alias) “El Chino”, Valente García Cabrera, Sixtos García Cabrera (detenido el 23 de noviembre de este año 2003, por la Policía Judicial del Estado, acusado de secuestro y homicidio), y Eduardo García Cabrera (alias) Eduardín”; todos ellos señalados en tales documentos como parte del EPR y del ERPI y de estar involucrados en diversos secuestros y matanzas.

El entonces diputado federal Héctor Pineda Velázquez estuvo secuestrado del primero de agosto al 6 de septiembre de 2002, 36 días durante los cuales lo mantuvieron escondido con los ojos vendados, en un lugar desconocido. Desde una semana antes de su liberación, diversas fuentes policiacas en la región especulaban que sería liberado, lo que era negado por los familiares.  

Un informe, dos días antes de la liberación del diputado 

Pineda Velázquez fue liberado el 6 de septiembre de 2002. El 4 de septiembre, dos días antes de su liberación, un agente del Cisen emitió un informe titulado “Sector: Subversivo”, “Fecha: 04 de septiembre del 2002”, “Localidad: Coyuca de Catalán” , “Asunto: Secuestradores bajan de Las Trincheras al Ceibal”.

En su informe –parte de los documentos obtenidos por este medio y de los cuales se respeta la sintaxis y ortografía originales–, se establece que “…los días 9 y 23 de agosto Celso Durán Santana (a) “El Cebollo”, originario de El Pescado y vecino de Yerbasantita hizo acto de presencia en la población de El Durazno ante en la tienda Conasupo llevando a cabo la compra de productos de primera necesidad tales como frijol, sopas de arina, arroz, aceite comestible, entre otros productos para el sostenimiento del grupo de unos trece plagiarios vestidos con ropa camuflageada tipo militar y armados con fusiles AK47 y AR-15 que mantienen secuestrado al diputado federal  profr. Héctor Pineda Velázquez (a) “Tetos”, en la cueva de la barranca “El Capire”, muy cerca de Las Trincheras, en el Cerro de la Madera, también suelen trasladarlo y ocultarlo en la “Casa del difunto” (casa de Rafael García Santana)”.

“Por información de terceras personas se tiene conocimiento que cuando están en la cueva de la Barranca El Capire, bajan a comer a Las Truchas, y que cuando lo mantienen oculto en “la casa del difunto”, bajan a comer a Las Trojas, siendo asistidos en la casa de Flavio Villanueva Merlán”.

“El día sábado 31 del presente mes y año en curso al medio día bajaron al Ceibal, provenientes de Las Trincheras (el cerro de La Madera) Armando García Cabrera (a) “El Chino”, Pablo Gaona Segura (a) “Pablillo”, Florencio Domínguez Urióstegui, de 24 años de edad y un hermano suyo de 17 años de edad, así como un hijo de Florencio Arroyo Pérez, cuyo nombre se desconoce, de 17 años de edad (…)”. Continúa el reporte: “Florencio Domínguez Urióstegui perteneció a las tropas del  Ejército Mexicano, adscrito al 40 BI, con residencia oficial en Ciudad Altamirano. Su padre, (Delfino Domínguez Rodríguez) fue detenido por el BOM  y remitido a Coyuca de Catalán, al haberle encontrado uniforme tipo militar en su casa, después de que fue privado de la vida Rodolfo Serrano (a) “Rorris”, en La Laguna (…) a manos del grupo armado ERPI al ser acribillado por Pablo Gómez Segura (a) “Pablillo”, y en donde perdió la vida un hermano de Nicomedes Villa Santana (a) “La Coyota”, conocido con ese seudónimo en EPR”.

Sigue el reporte del agente: “Del Ceibal enviaron al hijo de Florencio Arroyo Pérez a la ciudad de Coyuca de Catalán con otro individuo, en una cuatrimoto roja seminueva (…) bajaron por El Tule y arribaron a Coyuca de Catalán por la noche del día lunes del presente mes y año en curso, alojándose en una casa ubicada junto a la casa del señor Javier Santana “N”, en el barrio de San Antonio (…)”.

“A Serafín Villa Gómez y Marcelo Villa Gómez, se les vio durante un lapso de ocho días antes del secuestro de HPV, trasladarse de la población de Tarétaro a la ciudad de Coyuca de Catalán, a diario y a diversas horas del día en la camioneta de Maurilio Maldonado Díaz (a) La Borrega”.

Dos días después de este informe, Héctor Pineda Velázquez fue liberado en Coyuca de Catalán, cerca de la una de la mañana, según contó en entrevista con este medio.

En noviembre de 2002 fue detenido en la comunidad de San Pedro Cuirio –conurbada a Coyuca de Catalán– el campesino Matías Díaz Olivares. Según denuncia de su hermana María Díaz Olivares, el detenido fue torturado por agentes de la Policía Judicial del Estado y desaparecido durante dos días. Lo acusan de participar en el secuestro del médico Rodrígo Borja García –que estuvo secuestrado durante ocho meses y que habría pagado 4 millones de pesos por su libertad– y de participar también en el secuestro de Héctor Pineda.

Dos meses después el comandante de la Policía Judicial del Estado con sede en Ciudad Altamirano, Humberto Velázquez Delgado, detuvo a Baloy Vega Cruz, con quien a principios de diciembre sostuvo un careo, y a Camilo Pérez Hernández, a los que las autoridades judiciales relacionan directamente con el secuestro de Héctor Pineda Velázquez.

De los detenidos, sólo Matías Díaz Olivares es relacionado con los presuntos secuestradores y subversivos en los informes mencionados, pues es yerno de Pascuala Santana, a quien en los informes mencionados las autoridades relacionan con “la banda de Los Cebos”, que opera, según las fuentes oficiales, en la sierra de Coyuca de Catalán.

En fechas anteriores, fuentes policiacas han filtrado versiones en las que involucran a presuntos secuestradores con el EPR y el ERPI. Reiteradamente, el EPR y el ERPI desmienten esas versiones policiacas y niegan cualquier relación con las personas que aparecen en esos informes y se deslindan de toda actividad delictiva. (De la Redacción).

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