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Mi remoción, por entregar documentos a regidores del Juan R. Escudero: Aída Espino

 * Critican miembros de la comunidad cultural que para la alcaldía la cultura es irrelevante

 Xavier Rosado * Ante las dificultades y desencuentros que tuvo el presidente municipal de Acapulco, Alberto López Rosas, con la directora de Cultura municipal Aída Espino, el alcalde le pidió mediante un oficio firmado por la secretaria general del ayuntamiento, María de la Luz Núñez Ramos que dejara su puesto.

Las razones que se indican para que Aída Espino deje su cargo es porque no obedeció las órdenes de su superior inmediato, la secretaria de Desarrollo Social, Rossana Mora Patiño, y porque perdió la confianza de la institución.

En entrevista telefónica Aída Espino mencionó que el presidente municipal le pidió que no mostrara el documento en el que solicitó ayuda a los regidores del grupo Juan R. Escudero para que desbloquearan un millón y medio de pesos que –según sus cuentas– todavía le restaba en su presupuesto.

“El me pidió que yo no le entregara la carta a los regidores, pero yo le contesté que si no me devolvía mi presupuesto, que yo iba a entregar la carta en cabildo y como no me ayudó a recuperar el dinero que yo todavía podía ejercer, me vi en la obligación de desobedecerlo y manifestar mi inconformidad públicamente. Después de todo, mi obediencia mayor es con la cultura de Acapulco”.

Además agregó que estaba muy decepcionada de la actitud de López Rosas, ya que al principio realmente parecía interesado en la cultura de Acapulco, sin embargo, al pasar el tiempo se dio cuenta que todo era una cuestión de intereses y de autoridad, sin pensar en el desarrollo de la cultura.

Un gobierno perredista

que parece priísta

La todavía titular de Cultura del ayuntamiento, acotó que tardará una semana en entregar su puesto, ya que su inventario “no son dos cajas de cartón como cuando llegué”, asimismo declaró que todavía tendrá que llenar su declaración patrimonial.

“Me siento dolida porque se rompen mis ilusiones de que en Acapulco no se pudieron cumplir mis proyectos, es obvio que trabajé en un gobierno que no es democrático, como los perredistas lo han buscado, aquí se repiten otra vez todos los malos manejos del PRI”, expresó Aída Espino.

En cuanto a los proyectos que se quedaron pendientes por la decisión que tomó el presidente municipal, alegó que su consecución será cuestión de la persona que llegue en su lugar.

Especificó que como directora de Cultura del ayuntamiento, deja una deuda por pagar por más de un cuarto de millón de pesos, gastos que no fueron autorizados por su ex jefa inmediata, la secretaria de Desarrollo Social, Rossana Mora Patiño.

La responsabilidad de pagar estas facturas, se la adjudicó a Desarrollo Social y agregó que si pagan a tiempo podrán resarcir un poco de la “mala imagen” que –considera– le traerá al ayuntamiento haberla despedido.

“Si pagan con la lentitud con que me daban a mí los recursos, van a quedar muy mal con las empresas y con la gente a la que se le adeuda”.

El Instituto de Cultura de Acapulco

Al preguntarle porqué no había aceptado que permaneciera el reglamento de cultura de la exregidora Laura Olivia Lópezvictoria López, que fue aprobado por el cabildo municipal y que –entre otras cosas– proponía la creación del Instituto de Cultura de la Ciudad de Acapulco, completamente autónomo, negó que dicho instituto iba a ser independiente de Desarrollo Social y agregó que incluso le quitaba facultades a la directora de Cultura municipal.

Acerca de la incorporación de las propuestas que la comunidad cultural hizo al proyecto que presentara en el teatro Domingo Soler durante la candidatura de López Rosas, dijo que “trató” de incluirlas en su proyecto, sin embargo, no aceptó la creación de un comité de cultura municipal, integrado por representantes de diversos grupos culturales, tal como le sugirieron durante la presentación.

Agregó que le molestó el hecho de enterarse de que miembros de la comunidad cultural se habían estado reuniendo sin avisarle.

Un presupuesto sin precedentes

Uno de los logros que tuvo Aída Espino al asumir su puesto como directora de Cultura, fue en primer lugar que se separara la dirección de Cultura de la de Educación, hasta entonces parte de una misma dirección dependiente de la secretaría de Desarrollo Social.

Asimismo, convenció al presidente municipal, Alberto López Rosas, de que aumentara el presupuesto de cultura, logrando una asignación sin precedentes de más de tres millones de pesos.

Al parecer ni esta suma fue suficiente, ya que a cuatro meses de concluir el año, la titular de cultura agotó su presupuesto en eventos y en contratos, sin acercarse a lograr un desarrollo cultural del municipio que pudiera ser tangible.

Fueron muchas cosas que no se realizaron, entre ellas el primer proyecto con que inauguraría su administración como directora de Cultura, entre ellos, el espacio auditivo del mirador de Sinfonía del Mar y la creación del corredor cultural de Acapulco, atrás del Museo de la Máscara.Unicamente se logró el rescate del centro Comunitario Jardín Mangos.

Parte del mencionado presupuesto de cultura se fue también en la rehabilitación del edificio de la dirección de Cultura en la calle Hornitos, frente a la exzona militar que ahora cuenta con un auditorio, tres salones y oficinas.

Además se adquirió una impresora a color de formato a doble carta, con un valor de 97 mil pesos y un equipo de sonido que costó 56 mil pesos.

Para el día de las madres, Aída Espino trajo a la cantante de jazz Margie Bermejo, uno de los mejores conciertos de la dirección, junto con la Noche de ópera, con cantantes del coro de la ciudad de México.

No se sujetó a la normatividad, dicen miembros de la comunidad cultural

Miembros de la comunidad cultural de Acapulco, coincidieron en que desde la llegada de Aída Espino a su cargo, intentó llevar una política cultural propia, sin tomar en cuenta a los grupos culturales o ni siquiera, a las autoridades municipales.

La directora del Taller Escénico Acapulco, Malena Steiner, dijo que uno de los errores de Espino fue que no se sujetó a la normatividad administrativa.

“Por supuesto que hay procedimientos administrativos, hay reglas que hay que obedecer, si tu no te sujetas a ellos, cómo vas a funcionar correctamente, todo lleva un proceso, primero se solicitan los recursos y luego se comprueban, pero por lo que sé, Aída hizo todo al revés”.

En cuanto a la entrega del apoyo a tres grupos locales de teatro pendiente, en el que el TEA debe obtener el 15 de septiembre una contribución por parte del ayuntamiento por 20 mil pesos, mencionó: “Lo único que puedo opinar es que ella representaba un programa institucional que debe de continuar, independientemente de que esté una u otra persona, si ya hubo una convocatoria, se debe de entregar el recurso, es un compromiso del ayuntamiento como institución, no es personal, eso y todos los apoyos que hayan quedado pendientes. Nosotros participamos, trajeron un jurado de fuera y si no lo dan va a ser pan con lo mismo, seguirán siendo las cosas igual y que pena”.

Por su parte, el director del Museo Histórico Naval de Acapulco, Marcelo Adano dijo que el cese de Espino obedece a una cuestión de asuntos internos que no se resolvieron a tiempo.

“Aída no supo manejar institucionalmente la dirección de Cultura. Yo estoy de acuerdo con Rossana Mora cuando dijo que Aída Espino siempre ejerció la política de Aída Espino, sin consultar o tomar opinión de nadie”, opinó Adano.

Agregó que el paso de Espino por el ayuntamiento ni lo benefició ni lo perjudicó, sin embargo, no supo manejarse políticamente “vamos, tú no puedes pelearte con tu jefe, finalmente Aída se aisló tanto que tuvieron que correrla”.

“Lo cierto es que estamos igual que antes, porque finalmente la sociedad no se benefició en nada, lo cierto es que no se avanza en términos de proyectos reales”.

Agregó: “espero que el nuevo nombramiento recaiga en una persona que tenga en cuenta todos los errores y no los repita y que además pueda capitalizar los logros que se han tenido”.

La presidenta del grupo cultural Alebrije, Angélica Gutiérrez mencionó acerca del cese de Aída Espino que es una lástima y que es preocupante; “esperamos que lo que salga sea una experiencia que todos retomemos que ojalá que la persona que venga a ocupar su lugar que no sea un burócrata, ni un político sino alguien que haya demostrado en los hechos, no en las palabras, promover el desarrollo de la cultura y el arte, con voluntad de servicio al pueblo, que merece que sus artistas se impulsen a un nivel de lo más excelso”.

La directora del grupo cultural Carrizo, Citlalli Delgado, se quejó de que Aída Espino nunca buscó unificar a los grupos culturales.

“Francamente, ella jamás tuvo contacto con nosotros, no nos mandaron ninguna convocatoria o nos invitaron a algún evento, nunca supe del concurso de teatro, por ejemplo. Lo único que vi fue un folclorismo cultural, la activitis, la lluvia de ideas de siempre, un proyecto de cultura definido no hubo”.

“Tampoco vi que haya hecho algo nuevo, algo que haya causado expectación en la comunidad cultural, es lo mismo, pudo haber sido ella o cualquier otra persona. No vi avances, ni tampoco un retroceso porque con o sin ella la cultura se sigue haciendo es irrelevante si está o no está, la cultura la hacen los grupos independientes”.

Otro miembro de la comunidad cultural, Humberto Aburto, dijo que el cese de Espino es preocupante porque no se sabe cuál será la propuesta que tiene el ayuntamiento para llenar esta plaza y los cambios que ha habido anteriormente han sido lamentables para la cultura.

Sugirió que la persona que asuma el cargo reúna un perfil de alguien que esté comprometido con la cultura y además tenga una visión de desarrollo, “si ponen a un burócrata, de esos que tienen paja en el cerebro, vamos a tener dificultades”, finalizó.

El director del grupo cultural In Arsis, Arturo Velasco Rodríguez, mencionó que el error de Aída Espino fue que nunca intentó unir a la comunidad cultural sin buscar el consenso.

“Tomar el punto de vista de todos los que estamos implicados en el quehacer cultural, es uno de los puntos que no fomentó la maestra Aída Espino”.

“Desde el principio, López Rosas no consensó con la comunidad cultural para elegirla, por ahí dimos nuestro punto de vista, nos manifestamos abiertamente, que debía haber un comité que regulara este funcionamiento, ahorita es donde precisamente se refleja, si no hay un comité que sea el regulador, el que decida, por eso se llega a caer en la arbitrariedad”.

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