MORIR Y VIVIR EN OAXAQUILLAS

 La localidad de Oaxaquillas, donde ayer fue sepultado el menor de 14 años Jorge Luis Evangelista Hernández, se encuentra a 30 minutos en automóvil desde el crucero del Cayaco, poco más adelante del Bejuco.

Es un lugar donde habitan entre 700 y 800 personas –la mayoría familiares entre ellas–, cuya principal actividad económica es la cosecha y venta de productos del campo.

Es la tercera comunidad ubicada al tomar el camino a Vereda de Amatillo, después Amatillo y enseguida, Oaxaquillas. Más adelante está Aguacaliente.

El medio de transporte más usado por los habitantes de ese sitio son las combis, que salen desde Las Cruces.

Los principales productos que siembran son maíz, jamaica, calabaza, frutas, que después venden en los diversos mercados de Acapulco.

Es una población en donde algunos de sus habitantes han emigrado a Estados Unidos, aunque pocos han regresado a invertir su dinero en ese sitio, lo que se refleja en que no hay casas de cemento de más de dos pisos, mientras que también existen varias hechas de madera o bajareque, con techos de teja.