Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA

  El primer informe perredista en Zihuatanejo

El primer informe del primer gobierno perredista en Zihuatanejo fue una fiesta popular. Los tradicionales visitantes de la plaza municipal que participan en los llamados Domingos Culturales, ahora se trasladaron a la explanada del palacio de gobierno, lugar que se ha convertido ya en el epicentro de la política municipal.

Cientos, miles de personas, acudieron a escuchar un informe leído sin estridencias, en un tono mesurado, sin énfasis siquiera en lo que podrían constituir las diferencias con los gobiernos anteriores.

No sé si se debió a la posición misma del escenario, que visto desde el presídium era amplio, abierto y por eso sin la resonancia recomendable.

Por lo demás, la explanada estaba casi llena y mucha gente se arremolinaba en la entrada como sucede siempre en eventos a los que muchos van sin saber a ciencia cierta si algo de lo que ahí se trata les incumbe de veras.

Desde fuera la gran cantidad de mantas con leyendas uniformes, de agradecimiento al presidente municipal, mostraban harto parecido a los festejos que en ocasiones semejantes le ofrecían a Jorge Allec, cuando era presidente municipal.

Lo sustancial del primer informe de Amador Campos fueron las cifras, los números, las comparaciones, como ha sido la tradición durante tantos años.

Tengo la impresión de que este gobierno, sin esforzarse verdaderamente en sentar un precedente en la manera de atender la cosa pública, ha realizado acciones encomiables que no fueron resaltadas lo suficiente en la valoración que hace de sí mismo, prácticamente en ninguna de las áreas y en otros casos se abusa pretendiendo pasar como éxitos hechos que no lo son.

Esto último tiene que ver con la falta de claridad en los objetivos y las metas en los planes de trabajo de los directores de áreas, quienes se esfuerzan en mostrar como logros resultados de acciones que se ajustan más  a conductas tradicionales que les conocemos a los funcionarios que sólo buscan conservar la chamba.

Son esos los casos de la Dirección de Ecología cuyo reporte deja de lado no sólo las fuentes de contaminación que impactan la calidad de vida de los habitantes, sino que ni siquiera le merece una sola mención el problema de la bahía que sufre permanentemente la amenaza de la privatización y solamente se menciona el espigón y la extracción de basura del lecho marino como los asuntos más notables. ¿No sabrán que es más barato recoger la basura antes de que llegue al mar?

Para el director de Ecología no existe el problema de las invasiones al anfiteatro ni el de contaminación que representa el tiradero municipal cuya eficiencia se califica de un 80 por ciento, cuando todo mundo sabe que es fuente de contaminación permanente en la medida en que no se cumple con la norma ambiental para el confinamiento de los desechos sólidos municipales.

Se refieren al programa de protección a la tortuga marina como lo más importante que se realiza, señalando como éxito la siembra de sesenta y tantos mil huevos, sin comparar esa cifra con el presupuesto que se gasta, cuya relación estoy seguro que revelaría que en Zihuatanejo se protegen los huevos más caros del país, situación que obliga a reiterar las ventajas de diseñar mejor un mecanismo de vigilancia permanente en las playas de arribazón, que continuar con las brigadas de recolección y siembra de huevos.

¿Qué se espera de los pláticas en escuelas y colonias, de la repartición de trípticos y de la limpieza del fondo marino? ¿Que cada año se incrementen, nada más? ¿Cuáles son las metas?

El otro caso es el de la CAPAZ. En el informe se señala un incremento en el volumen de captación de agua, pero se oculta que el déficit en el abasto es permanente en la ciudad, no sólo en la temporada alta. No dice cómo y en qué tiempo se abastecerá la demanda de una población sedienta que enriquece a los que negocian con el vital líquido.

Ni siquiera en cobrar a los morosos pueden los administradores de la CAPAZ poner la muestra, pues si el año próximo cobran otros 4 millones a los deudores, como se informa que se hizo en el presente, no les va a alcanzar el trienio para ingresar los 13 millones de pesos que suman los pendientes.

Sobre este asunto del agua tiene que ver el correo de mi amigo Enrique Rodríguez Krebs, quien desde Chile me obliga a plantear aquí lo que para él ha sido una novedad en aquel país andino. Resulta que como en los países desarrollados, los gobiernos de las ciudades chilenas tienen el cuidado de garantizar a sus habitantes que el agua de la llave sea potable y se pueda consumir sin riesgo de enfermarse.

Así, dice Enrique, la gente no tiene que cargar con sus estorbosas botellas plásticas por todas partes, llenando de basura.

A lo mejor esa pudiera ser una de las metas de la CAPAZ, que Zihuatanejo fuera la ciudad en la que todos pudiéramos beber el agua de la llave sin correr el riesgo de enfermar, si esto no pudiera cumplirse para el otro año, no importa que nos llevara todo el trienio. De eso sí podríamos presumir, y todos saldríamos ganando porque se disminuiría la producción de envases plásticos, bueno, no todos, los particulares ya no harían su negocio con la sed de la mayoría.

Otra cosa que me llama la atención del informe es lo que ya determinó la Dirección de Desarrollo Urbano, pues en ese apartado se habla de que las 60 hectáreas que el Fibazi adeuda al municipio como áreas de donación, que son para equipamiento y áreas verdes, exclusivamente, se pretende destinar una parte para vivienda, como si el ayuntamiento quisiera convertirse también en fraccionador, sin reparar en que las áreas de donación son propiedad de todos y que no se pueden privatizar ni siquiera con la decisión unánime del cabildo.

Siendo tan evidente la falta de jardines y de áreas verdes en la ciudad, sería un verdadero desacierto y una violación flagrante de la ley que al gobierno municipal se le ocurriera repetir la misma criticable conducta de sus antecesores.

En el servicio de limpia hay buenas noticias, el presupuesto que maneja esa dirección ha bajado en los últimos años, del 10 a casi el 5 por ciento de lo que gasta el gobierno municipal, y eso a pesar de que en algunas zonas de la ciudad los camiones recolectores pasan más de una vez al día, sin embargo resulta inaudito que se hable de eficiencia en el manejo del basurero municipal, cuando la sola mención de basurero indica que en Zihuatanejo no se cumple con la norma ambiental que exige para ciudades como la nuestra el establecimiento de un relleno sanitario para no seguir contaminando los mantos freáticos en aquella zona.

En efecto, arronzar la basura y controlar los ingresos al basurero, para que los camiones puedan entrar, y enterrarla, puede hablar de orden pero no de eficiencia.

468 ad