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Supuestos judiciales buscaban a Zacarías Barrientos los días previos a su ejecución

 * El testigo de la Fiscalía Especial se había convertido en informante del Ejército en los años setentas, después de que fue descubierto cuando llevaba comida a los guerrillos, y fue detenido, torturado y obligado a colaborar t Andaba con las tropas que se llevaron a campesinos de El Rincón de las Parotas, de los cuales 11 siguen desaparecidos

 Francisco Magaña, corresponsal, Atoyac * Familiares de Zacarías Barrientos Peralta, testigo clave para el esclarecimiento de varios casos de víctimas de desapariciones forzasas de la llamada guerra sucia en la Costa Grande, dijeron a funcionarios de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, que no saben nada que haya dado motivo para que lo asesinaran de manera brutal al campesino el pasado miércoles en una emboscada donde se escucharon dos ráfagas de tiros y una serie de tiros dispersos después.

Allegados a la familia indicaron que días antes de su muerte, varios sujetos que se decían judiciales, preguntaban por él en pueblo.

Funcionarios de la Fiscalía acudieron a dar sus condolencias a la familia del campesino Zacarías Barrientos Peralta, quien según versiones oficiales fue informante de la Dirección Federal de Seguridad y del Ejército acerca de presuntos implicados en la guerrilla de Lucio Cabañas en la sierra de Atoyac, y por eso le constaba la información que dio en declaraciones a la Fiscalía, además de que estaban pendientes otros testimonios.

Barrientos Peralta era simpatizante del PRI, y uno de sus hermanos, Erasmo, es líder seccional de ese partido en la localidad de El Rincón de las Parotas, donde vivía el testigo que fue ejecutado.

En esa comunidad de la parte media de la sierra de Atoyac, en la década de los sesentas, efectivos del Ejército al mando del ahora general Mario Arturo Acosta Chaparro, sitiaron la población para llevarse a varias personas que presuntamente formaban parte de la guerrilla de Lucio Cabañas.

Las tropas del Ejército se llevaron detenidos a varios campesinos de este lugar, y hasta la fecha 11 de ellos siguen desaparecidos, y sus familiares reclaman por su presentación, por conocer la verdad y castigar a los responsables.

Pobladores del lugar señalan que a Zacarías Barrientos Peralta se le vio junto a los militares en aquel tiempo, cuado levantaban a los pobladores que eran citados en la cancha de basquetbol de la población.

Señalan que Zacarías en aquellos años, fue sorprendido por militares cuando llevaba alimentos a los guerrilleros, y fue detenido y torturado en una prisión militar clandestina, donde presuntamente lo obligaron a convertirse en informante de los cuerpos represivos.

Recuerdan que quien apoyaba al grupo armado de Lucio Cabañas era su hermano, Prisciliano Barrientos Peralta, y suponen que los militares utilizaron este hecho, o la promesa de no afectar a su hermano, como medio de presión para obligar a Zacarías a colaborar. Después de muerte de Lucio Cabañas, Prisciliano se fue al norte a trabajar.

Zacarías Barrientos Peralta se dedicaba al campo toda su vida, se jactaba de ser un buen sembrador, transitaba casi a diario por el lugar donde le tendieron la emboscada y lo acribillaron.

Tuvo cuatro hijos dos hombres y dos mujeres, los cuales radican fuera de la localidad uno de ellos en el Distrito Federal, vivía solo con su mujer en el punto conocido como El 20, ubicado en la periferia de El Rincón de Las Parotas, al lado de la carretera que va de Atoyac a El Paraíso.

No era muy participativo de las actividades del pueblo; sólo acudía a las reuniones que tenían que ver con el ejido. Su mayor distracción era la cacería de jabalíes, que hacía en las noches con algunos allegados al núcleo familiar.

No tuvo problemas con nadie de la población, aun cuando se conocía que él participó con los guachos, como llaman aquí a los militares.

La única contrariedad que se le conoce fue hace cuatro meses, en julio, con su mujer, cuando se separó algunos días por problemas de pareja.

Al sepelio acudieron varias personas de la localidad donde se sintió su muerte.

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