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Ejecutan a un testigo de la Fiscalía sobre los desaparecidos en la sierra de Atoyac

 * El fiscal debió darle protección, afirma la vicepresidenta de la Afadem, Tita Radilla * Considera que es un crimen de Estado * La PJE dice que se desconoce el móvil  

Francisco Magaña, corresponsal, Atoyac * Un testigo de las desapariciones forzadas de la guerra sucia en la sierra de Atoyac, considerado clave para la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado Reciente, fue asesinado a balazos este miércoles.

Zacarías Barrientos Peralta de 65 años de edad, fue asesinado el miércoles a las 17:40 horas, en una emboscada cuando regresaba de trabaja de su huerta en la sierra de Atoyac.

El campesino fue ejecutado con varios disparos de arma de fuego de grueso calibre en todo el cuerpo, cuando iba por el camino de terracería de la comunidad de La Florida.

Los sicarios sabían por dónde caminaba pues en ese lugar acostumbraba a bajar por un paraje.

Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen, aunque vecinos del lugar indican que el miércoles por la mañana observaron un bochito color azul.

El secretario de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Atoyac, Olimpo Soberanis Méndez, informó que recibieron una llamada telefónica del comisario del Rincón de las Parotas, Joel Flores Sagrero, para informarle lo sucedido.

Dijo que se trasladó de inmediato a esa comunidad, en la parte media de la sierra, en compañía de la agente del Ministerio Público, Karina Paco Benítez, para dar fe de los hechos y hacer el levantamiento del cadáver, mismo que fue reclamado por sus familiares sin que se le practicara la necropsia de ley.

El cuerpo quedó derribado junto al camino totalmente destrozado por los impactos que recibió en todo el cuerpo.

Fue encontrado por una joven quien dio parte a la autoridad de la localidad de El Rincón de las Parotas, donde radica, en el punto conocido como El 20, sobre la carretera Atoyac-El Paraíso.

El cuerpo del campesino era cuidado por tres de sus perros que no permitían que nadie se le acercara; hasta que llegó unó de sus hermanos, Salvador Barrientos Peralta, quien identifico el cadáver.

Las investigaciones comenzaron este jueves, porque el miércoles en la noche, debido a la oscuridad, no se pudo indagar más.

Efectivos de la Policía Preventiva acudieron al lugar, donde encontraron seis casquillos de Winchester 7.62 x 39 (cuerno de chivo) de uso exclusivo del Ejército, y 2 casquillos calibre 9 milímetros, además de que en un árbol cercano al sitio donde cayó el campesino, se apreciaban impactos de bala.

Trascendió que Zacarías Barrientos Peralta era testigo presencial de casos de desapariciones forzadas, lo cual confirmó posteriormente la vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (Afadem), Tita Radilla Martínez.

La defensora dijo que existen declaraciones que Barrientos Peralta hizo ante la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado Reciente, que encabeza Ignacio Carrillo Prieto, que el martes pasado presentó en el juzgado cuarto de distrito de Acapulco la primera petición en Guerrero de orden de aprehensión contra un responsable de las desapariciones forzadas de la guerra sucia.

Dicha orden de aprehensión fue aprobada y girada por la juez María Concepción del Razo, en contra del ex comandante de la Policía Judicial del Estado, Isidro Galeana Abarca, como responsable material de la desaparición del profesor Jacob Nájera Hernández, en 1974 en San Jerónimo.

Criticó que aun siendo un caso delicado, la Fiscalía nunca declaró testigo protegido a Zacarías Barrientos Peralta.

Calificó este asesinato como delicado y como crimen de Estado.

Tita Radilla señaló: “Hay personas que deberían ser testigos protegidos, y la Fiscalía debió prestar protección tanto a él como a otros que han declarado”, y opinó que al Estado y a los responsables no les conviene que haya testigos presenciales de las desapariciones forzadas de la guerra sucia.

Agregó que “todavía tienen el poder las personas que hicieron todo esto”.

Calificó como una irresponsabilidad de la Fiscalía el asesinato de Zacarías Barrientos Peralta, porque le tomó la declaración de hechos de los que fue testigo “en una oficina donde había muchas personas, y no se dio importancia a que corría riesgo”.

Manifestó que con este tipo de hechos se demuestra que “sigue la política de exterminio”.

Al lugar llegó el jefe de grupo de la Policía Judicial del Estado, Marcos Echeverría, quien informó que el cuerpo del campesino presentaba 8 impactos de bala. Indicó que se inició la investigación, que se siguen los rastros dejados por los sicarios, y que se desconoce el móvil del crimen.

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