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Controla personal de seguridad del puerto incendio en lavandería

 * Sí cumple con las medidas de seguridad, pero aún se desconoce el motivo del percance, agrega el titular de Protección Civil Sabás de la Rosa  

Raquel Santiago Maganda * Sin que se registraran pérdidas humanas, un incendio en la lavandería y tintorería Guerrero, que pertenece a la empresa Laguer, provocó un despliegue de 90 agentes de tránsito, preventivos y bomberos para controlar el fuego en un área del negocio ubicado en la calle Tadeo Arredondo.

A las 9:30 horas se solicitó el auxilio a la unidad de bomberos para mitigar el incendio en el lugar de almacén de las toallas y prendas lavadas, sin que se extendiera a otras áreas del negocio.

Ante la incapacidad de los trabajadores para controlar el incendio en la lavandería, los servidores públicos bloquearon y acordonaron la calle Tadeo Arredondo.

De ésta forma, miembros del personal de seguridad pública acudiero al lugar, 30 de ellos eran bomberos, 30 policías preventivos y 20 agentes de tránsito.

El despliegue incluyó tres pipas con agua, tres ambulancias que no fueron utilizadas porque no hubo víctimas, dos motobombas, cuatro patrullas de Tránsito, dos motocicletas, dos unidades de los bomberos y tres camionetas de la policía preventiva.

Los bomberos se introdujeron a la lavandería y tardaron 20 minutos en mitigar el fuego, mientras que los locatarios vecinos bajaron las cortinas de acero de sus negocios y comenzaron a supervisar que el incendio no se expandiera en sus locales.

Conforme el agua aminoraba el fuego, una fumarola blanza se intensificaba, y fue allí cuando los bomberos comenzaron a desalojar el almacén y sacaron varios kilos de toallas y prendas diversas. El olor a ropa quemada se hizo más fuerte cuando el agua comenzó a esparcirse en el suelo.

Después de 40 minutos llegaron al lugar el gerente, Gilberto Mendoza, y quienes parecían ser los dueños.

En breve entrevista, Gilberto Mendoza aseguró que el negocio cumple con todas las medidas de seguridad, sin embargo, reconoció que “por un descuido” no se pudo controlar el incendio en el negocio que tenía 40 años funcionando; aunque optimista, dijo que ayer mismo en la tarde iban a reanudar sus actividades de servicio.

Gilberto Mendoza dijo que “nunca había pasado algún accidente y laborábamos sin ningún percance”, y aseguró desconocer el monto de las pérdidas materiales, mismas que serán cubiertas por el seguro del inmueble.

Agregó que en esta temporada sólo tenían a seis empleados, porque el trabajar con empresas hoteleras requería más personal en las temporadas vacacionales.

Por otro lado, dos de las trabajadoras que permanecían afuera del lugar lloraron ante la posibilidad de quedarse sin empleo por las afectaciones del incendio.

Por su parte, el director de Protección Civil Municipal, Sabás de la Rosa Camacho, aseguró que la lavandería tenía “un equipo mínimo para mitigar el incendio”, y que aún se desconocía el motivo del percance.

Pero al revisar los reportes de inspección, aseguró que la empresa sí cumplió con el aspecto de seguridad porque contaba con extintores, y la última vez que fue supervisada fue en marzo de este año.

Tras dos horas de labor y al considerar que el fuego estaba extinto, los 20 bomberos retiraron su equipo.

El jefe del Departamento de Bomberos, José Hugo Navarro dijo oficialmente que ninguno de los bomberos se había intoxicado, y que el fuego ya estaba controlado.

Finalmente la calle fue abierta al tránsito peatonal.

La lavandería, una amenaza latente

La ama de casa, María del Rosario Camacho, junto con otras cinco personas, dijeron que estaban hartas del riesgo de la lavandería, la cual funciona las 24 horas, y mostraron que el área posterior del local en donde viven, las casas estaban construidas con material flamable, como lámina negra y madera, y sólo tienen un acceso ubicado sobre la calle La Noria, en la cual también se ubica un tanque de gas de la lavandería.

En el área viven cerca de 25 familias, con un acceso de un pasillo menor a los 2 metros de ancho.

Los colonos manifestaron que la lavandería libera pelusa, que va a dar incluso a los alimentos y algunos niños se enferman de los pulmones.

Una de las vecinas, María del Rosario Camacho, dijo que el problema de la contaminación ya se lo dijeron a los directivos de la empresa “y se habían comprometido a hacer reparaciones, cosa que no han hecho”.

Las inconformes exigieron que la lavandería sea clausurada, por lo que De la Rosa Camacho se comprometió recibirlas hoy en su oficina para escuchar sus peticiones y tratar de darles algunas soluciones.

A las 11:45 horas todo el personal municipal empezó a retirarse, mientras que trabajadores y propietarios empezaron a cerrar el portón del negocio, en el que se observaba el anuncio de solicitud de personal para el área de planchado.

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