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Altos mandos del Ejército ordenaron las desapariciones, revela la Fiscalía

 Aurelio Peláez * La directora de Análisis Históricos de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, María de los Angeles Magdaleno Cárdenas, presentó ayer un documento que, dijo, es “la primera referencia que yo encuentro a un acto de tal verdad”, como es el de las torturas y desapariciones políticas ocurridas en Guerrero en los años setentas.

En conferencia de prensa, Magdaleno Cárdenas, quien acompañó al fiscal Ignacio Carrillo Prieto en su visita a Acapulco, en donde presentó la petición de orden de aprehensión en contra de los responsables de la desaparición de Jacob Nájera, en 1974, dijo que “en aras de la verdad y de intentar que estas cosas no vuelvan a suceder, es que la población debe estar enterada cabalmente qué fue lo que sucedió y quiénes fueron los responsables”. El documento fue encontrado en el Archivo General de la Nación (AGN), y es parte de los archivos de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad.

El documento se refiere a lo que sería el informe del agente de la Dirección Federal de Seguridad, Isaac Tapia Segura a sus superiores, de hechos que presuponen la detención y ejecución de dirigentes opositores en Guerrero, cuya responsabilidad, según se desprende, sería del Ejército, y en particular involucra al entonces general de la 27 Zona Militar, Salvador Rangel Medina, y al teniente coronel Humberto Quirós Hermosillo.

El reporte, fechado el 18 de junio de 1974, y según María de los Angeles Magdaleno, certificado en su autenticidad por la Secretaría de Gobernación, señala que “con todo respeto me permito informarle a usted (el C. director federal de Seguridad), los últimos acontecimientos en esta ciudad y puerto. Se han venido descubriendo cadáveres de personas no identificadas en diferentes sitios tanto de esta ciudad como de lugares vecinos, los cuales presentan señas de torturas, impacto de proyectiles, desfiguro del rostro y parte del cuerpo ocasionado por quemaduras.

“A este respecto la prensa local ha dado en publicar noticias con la formación de un grupo clandestino al cual le han dado el nombre de Grupo Sangre, que según ellos está integrado por policías retirados o militares encargados de ultimar a los individuos mencionados.

“Los cuerpos de las víctimas no han sido identificados por lo que son consignados al agente del MP del fuero común que ha ordenado su inhumación en la fosa común del panteón de Las Cruces cuando a esta ciudad le corresponde.

“Ha causado inquietud entre la población la aparición de cuerpos haciéndose varias conjeturas, con relación a estos hechos se ha llegado saber en forma confidencial que dichos cadáveres son de personas conectadas con los comandos de Lucio Cabañas Barrientos, que han viajado a la ciudad de lugares circunvecinos a abastecerse de provisiones o sirven de alguna forma de contacto a dichos grupos los que son detenidos por órdenes expresas del general de división Salvador Rangel Medina, comandante de la 27 zona militar con base en Acapulco, a quienes después de obligarles a decir la información que tienen respecto a los grupos y sus movimientos de Lucio Cabañas Barrientos les dan a tomar gasolina prendiéndoles fuego y abandonándolos en lugares solitarios en donde aparecen desfigurados por los efectos del fuego, independientemente de dispararles balazos.

“Por otra parte, existe gran contrariedad entre los campesinos, ya que conocen al teniente coronel Quirós Hermosillo de la Defensa Nacional por su presencia, de quien sospechan sea el responsable de las ejecuciones”.

Un periodista que vivió el periodo de la guerrilla en los setentas, contó que en ese periodo en la prensa de Acapulco no se habló de ningún “Grupo Sangre”.

No obstante en la conferencia, en la cual no estuvo el fiscal Ignacio Carillo, la investigadora informó que “este documento tiene para mí un valor histórico probatorio indiscutible. También tiene juicios de valor jurídico en tanto tiene firmas y señalamientos. Pienso en que la medida que vayamos desentrañando esta madeja, en que vayamos pudiendo demostrar qué fue lo que sucedió en Guerrero, realmente iremos avanzando en la construcción de un futuro en donde estas cosas no vuelvan a suceder”.

María de los Angeles Magdaleno contó que en los documentos del AGN se han encontrado otros en donde por parte del Ejército “se señalan varias estrategias, hay documentos donde se puede reconstruir, las estrategias que siguen, son más importantes por lo que sugieren por lo que dicen… En 1972 el secretario de la Defensa Nacional era Hermenegildo Cuenca sugirió que debía haber una estrategia para mejorar la opinión que se tenía en Atoyac, Guerrero sobre el Ejército y se debía incluir en otras cosas, y que debía incluir sólo dice el documento, sólo detener a las personas vinculadas con Lucio Cabañas, donde se infiere que antes detenían a todos”.

Agregó que en los documentos encontrados se vislumbra “toda una estrategia instrumentada para no solamente acabar con los grupos subversivos sino para destruir totalmente a la gente”.

Magdaleno Cárdenas es egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; trabajó los fondos de la Secretaría de Gobernación en 1998 “cuando se abrieron para una investigación para el doctor Sergio Aguayo Quezada”. Agregó que “mi experiencia en estos archivos data de 1998, desde entonces he venido trabajando en estos grupos documentales que ahora se han ampliado y liberado. Cuando en 1998 yo entré y vi el grado de complejidad que implicaba recortar archivos supuse que el resto de mi vida no sería suficiente. Por eso considero que la apertura y el traslado de (los documentos de) la extinta Dirección Federal de Seguridad y de la Sedena son un avance importantísimo en términos de la democratización de México, que yo nunca creí que tendría”.

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