Debuta el grupo Coco Jazz con una ecléctica propuesta musical

 Xavier Rosado * Un despliegue de talento y versatilidad se presenció el pasado martes en la casa de la cultura con el flamante grupo Coco Jazz, que dedicó un concierto a clásicos del jazz como Charlie Parker y Antonio Carlos Jobim y a la creatividad del grupo Spyrogyra.

Unas 60 personas asistieron al auditorio Juan García Jiménez con el fin de escuchar los acordes generados por este grupo de reciente creación, integrado por miembros del Sindicato Unico de Trabajadores de la Música.

El grupo Coco Jazz está formado por la vocalista Gaby Martínez, el baterista Francisco Ugalde –una leyenda de la música en Acapulco–, Manuel Ríos Solomillo en el bajo y es dirigido por el pianista y arreglista Ernesto Cortés. Además, una valiosa y reciente aportación al grupo versátil fue la de Fernando Viñeli y su saxofón, que le da una dimensión de totalidad al combo jazzístico.

El programa comenzó con un bello y sutil tema de Bill Evans titulado Beautiful love que fue ganando intensidad después de un solo de piano, al que se unió después, suavemente, la escobetilla de la batería y por último, el portentoso bajo de Solomillo, en un trío básico de jazz.

Para Morning dance de Spyrogyra, se subió al escenario el joven Viñeli, quien llevó la voz protagonista en este número de jazz sincopado que se llevó varios aplausos aún antes de que terminara su interpretación.

Para darle al Blue bossa de Joe Henderson, su válida interpretación, se incorporó al cuarteto la vocalista Gaby Martínez, quien en el sensual idioma de los brasileños, transportó a los presentes al mundo tropical del bossa nova y como ya estaba arriba, movió el programa un poco para seguir con Agua de beber del creador de este ritmo, Antonio Carlos Jobim.

Siguieron Crystal love del japonés Makoto Ozone, una de las piezas más tocadas de Charlie Parker; Scrapple for the apple que permitió el lucimiento del saxofonista en la primera voz y después, un número inolvidable, I remember Clifford de Benny Golson.

Para mostrar el potencial creativo del grupo, Coco Jazz culminó el concierto con una canción de la inspiración de su director y arreglista, Ernesto Cortés, una fusión entre funk y sambina, Langosta.

Los aplausos, que habían estado presentes durante toda la hora, no se hicieron esperar; incluso hubo algunos entusiastas que se pusieron de pie para ovacionar merecidamente al grupo, que no tuvo más que regalarles un finísimo encore con la movidísima pieza Bill Evans, Funkalero.

Todos los martes a las 20 horas se presenta un concierto de jazz en el auditorio Juan García Jiménez de la casa de la cultura de Acapulco.