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Recriminan a Ramírez Guerrero por los casos de Leodegario Castro y David Molina

 * Denuncia acoso la familia de Santiago Hernández Ríos, supuesto secuestrador del molinero

 Adalberto Valle * Los casos de la supuesta tortura a uno de los detenidos por el secuestro del molinero Leodegario Castro y los hechos alrededor del atentado en la colonia Fuerza Aérea contra David Molina, fueron los más recurrentes en la audiencia pública que tuvo el viernes por la noche el procurador de Justicia del estado, Jesús Ramírez Guerrero, en el histórico barrio del Pozo de la Nación.

Junto a Ramírez Guerrero estuvieron entre otros, el delegado de la PGR, José Alberto Rodríguez Calderón y el delegado de la Procuraduría de Justicia, Efrén Suástegui Mayo, quienes escucharon constantes quejas contra la conducta de policías judiciales, principalmente, en relación a la prepotencia con que se conducen.

Ahí estuvieron los hijos de Santiago Hernández Ríos, detenido por su supuesta relación con el secuestro del comerciante molinero, Leodegario Castro.

El hijo de Hernández Ríos, Santiago Hernández, sus tres hermanas y su madre, reclamaron a Ramírez Guerrero por la detención de su padre.

Se expuso que el detenido presenta huellas de tortura, como heridas en las manos, como si hubiera sido amarrado, un golpe en la nariz y los oídos reventados.

Santiago Hernández comentó ante el procurador que cuando detuvieron a su padre, el 15 de octubre y no el 16 como se asentó oficialmente, le negaron información para saber en qué comandancia lo tenían, por lo que tuvo que tramitar un recurso extraordinario de presentación de persona.

Por su parte, dos de sus hijas aseguraron ante Ramírez Guerrero que no hay pruebas para tener privado de la libertad a Santiago Hernández y que esperaban que el procurador valorara el caso porque, además, durante la detención no se presentó una orden oficial.

Después platicaron que en su vivienda “pasan camionetas sospechosas y se paran personas (que no conocen) a ver la casa”, lo que toman como una forma de intimidación.

Por último, hicieron responsables al propio procurador Jesús Ramírez y a los judiciales, Humberto y Ulises Velázquez Delgado de lo que pueda ocurrirle a su familia.

Por su parte, Ramírez Guerrero respondió que el abogado defensor debe presentar las pruebas ante el juez para ser valoradas y dijo que ya tenían la confesión del detenido, la cual, aseguró, “no fue lograda a base de torturas”.

Añadió que el caso está en manos del juez y que si tenían quejas contra el proceder de la Policía Judicial también deberían aportarlas, sustentadas en un dictamen médico.

Sobre el caso de lo ocurrido en la colonia Fuerza Aérea, en la audiencia también estuvo la esposa del dirigente de precaristas, David Molina, Gloria Gallegos, quien pidió la intervención para aclarar el atentado que sufrió la madrugada del sábado 1 de noviembre.

Pero también se presentaron personas que acusaron a David Molina de ser el causante de actos violentos en ese lugar.

Estuvo la esposa de Elías Olea Flores, Margarita Abarca, quien negó que él haya atentado contra David Molina. “También Guillermo Moreno González es inocente”, agregó y solicitó mayor resguardo policiaco en la colonia. “Queremos que presenten pruebas contra mi esposo, porque él no fue”.

Después de la audiencia, el procurador Jesús Ramírez, el delegado de la PGR, José Alberto Rodríguez y algunos acompañantes, fueron invitados a una fiesta de la familia Cota, que se celebraba en una de las casas cercanas, en donde estuvieron por algunos minutos en el festejo de un cumpleaños, bailando y conviviendo con los asistentes.

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