Reflexiona Javier Mariano en su obra sobre el arte mesoamericano y occidental

 * Presentará 30 trabajos posteriores a su estancia en Europa  

Xavier Rosado * El pintor Javier Mariano presentará su más reciente trabajo creativo en la exposición El signo y el espejo el 15 de noviembre en el museo Guillermo Spratling de Taxco, en el que incluye una serie de 30 obras posteriores a su estancia en Europa durante este verano.

La exhibición permanecerá montada hasta el 11 de enero del 2004 en el museo Spratling y después será transferida al Museo Regional de Guerrero en Chilpancingo del 16 de enero al 29 de febrero.

En entrevista telefónica, el director de la Pinacoteca Universitaria comentó que la exposición responde a una reflexión sobre el arte occidental y el arte mesoamericano, “hay que tomar en cuenta que la expresión precolombina es mi punto de partida, los iconos de nuestra cultura madre, la olmeca”.

Explicó que el título de la exposición El signo y el espejo “en el sentido más tradicional el símbolo es una representación insinuada, es una forma que no necesariamente tiene que ser parte de un lenguaje interno personal y que lleva todos los aditamentos de las civilización, el corpus preverbal, antes del concepto mismo, preelaborado, antes de lo semifijo. Esto descansa en un espejo y para descubrirlo he tenido que llegar a la exposición, en ese sentido tautológico es la propuesta que he trabajado”.

Entre las 30 obras pictóricas a exponer, Mariano incluye un biombo de 4.80 metros de ancho por 1.80 de altura, que tituló El edén y en el que aplica algunas de las técnicas de laqueado de Olinalá.

Agregó que en la búsqueda de materiales, también desarrolló una pintura sobre cuero al óleo. El formato de las pinturas es de 1.60 por 1.20 metros y otras de 90 centímetros por 1.10 metros en técnicas como acrílico, esmalte y óleo.

En cuanto al proceso creativo que lo llevó a este punto en su desarrollo como creador, comentó que cuando una persona se pone en el papel de hacedor de arte, de creación, “las reflexiones son colaterales al hecho creativo mismo porque son parte de la vida misma, hay limitantes porque uno es humano, aunque quisiera hacer muchas cosas”.

Agregó que como creador se participa y se da todo, “lo que sale del alma, del espíritu y del corazón. Paul Klee decía que el creador tendría que seguir el mismo proceso de crecimiento que un árbol, que sigue también la naturaleza y que el artista deja de copiar o imitar el árbol y crea otra naturaleza”.

“Pensadores como Lacaan y Hegel, quisieron sistematizar las cosas, igual que el viejo Aristóteles en sus poemas, quisieron meter al arte en una vasija, pero no pudieron, el arte es una reafirmación de lo nuestro, de lo mío, de la cultura olmeca y una reafirmación del ser humano en la creación”, opinó.

Agregó que su estancia en Europa la ayudó a reafirmar su perspectiva en cuanto a la apreciación de las artes plásticas, “se desechan muchos prejuicios provincianos”.

“Cuando te enfrentas a la obra en vivo, no es lo mismo que verlas impresas en un libro y nada en la teoría puede superar ese contacto con lo real, pero yo digo que nosotros también tenemos lo nuestro”, dijo.