No permitirá el gobierno la expulsión de testigos de Jehová: León Aponte

* Afirma que mediante el diálogo con las autoridades del lugar se desactivó cualquier acto de intolerancia religiosa en esa comunidad del municipio de Maruelia

Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo * El gobierno del estado no va a permitir que las autoridades municipales y feligreses católicos de Chapulín Chocolate, municipio de Marquelia, expulsen de esa comunidad a 17 familias de la religión de testigos de Jehová, advirtió ayer el secretario de Gobierno, Luis León Aponte.

La amenaza de desalojo de los testigos de Jehová por parte de los feligreses católicos se mantiene debido a que los primeros supuestamente no han cumplido con los trabajos comunitarios y no les permiten a sus hijos que saluden a la bandera nacional cuando se realizan actividades cívicas en la escuela primaria.

Entrevistado en un receso de la reunión que tuvo con una decena de presidentes municipales del PRD, señaló que en las reuniones que han tenido con el comisario municipal y el comisariado de bienes ejidales así como con los mayordomos, les han advertido que “nadie puede estar por encima de la Constitución de la República y la Constitución del Estado”.

El secretario de Gobierno dijo que la minuta que firmó el subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno, Javier Bataz Benítez, el 17 de septiembre, con feligreses católicos en donde aceptó que un primer grupo de 17 familias testigos de Jehová salieran en forma pacífica del pueblo el 22 de octubre y el 22 de noviembre el resto de las personas, fue bajo presión.

Por ello señaló que “para nosotros esa minuta de acuerdos no tiene validez legal, porque un documento como ese que fue firmado bajo presión no puede estar por encima de la Constitución General de la República”.

A aún más, León Aponte señaló que las autoridades municipales y los católicos no pueden obligar a los testigos de Jehová a que abandonen la comunidad porque profesen una religión diferente”, porque los protege la Constitución.

Por ello señaló que días antes de que se cumpliera el plazo que habían puesto las autoridades de la comunidad para expulsar a las 17 familias, se instaló un dispositivo de seguridad de la Policía del Estado para resguardar el orden y evitar violencia.

Informó asimismo que con el diálogo que tuvieron recientemente con las autoridades del lugar se desactivó cualquier acto de intolerancia religiosa en esa comunidad y que espera que los católicos no insistan en cumplir su amenaza con desplazar a las 17 familias de Capulín Chocolate, “porque no hay razón de ser”.

“Nosotros esperemos que respeten los acuerdos que tomamos con las autoridades de Capulín Chocolate y queremos que todo se resuelva por la vía del derecho y por la vía de la razón”, insistió el secretario de Gobierno.