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Incertidumbre entre cuidadores del panteón de Las Cruces tras el anuncio de su cierre

Xavier Rosado * Incertidumbre y pesar son los sentimientos que reinan entre los cuidadores independientes del panteón municipal de Las Cruces, al no saber cuál será su destino después de saber que próximamente será inaugurado el nuevo panteón de Paso Texca.

Este nuevo camposanto contará con todos los servicios modernos y dejará atrás 57 años de historia del cementerio de Las Cruces que fue fundado en 1946.

El 1 y 2 de noviembre, el cementerio se encontraba atiborrado de gente que vino a atender y cuidar las tumbas de sus familiares fallecidos. Por tal razón hay movimiento y colorido por todos lados, olor a flores de cempazúchitl, gente acarreando agua, barriendo, limpiando y pintando las tumbas.

Los 32 trabajadores independientes del panteón de Las Cruces, lidereados por el representante de la mesa directiva de seccioneros, Miguel Angel Delgado Méndez, se encuentran a la expectativa ya que el director de Panteones Municipales, José Trinidad Núñez Carvajal, aún no les informan qué será de ellos una vez que los entierros pasen al panteón de Paso Texca.

A 57 años de su fundación, el panteón luce saturado de tumbas que no deberían haber sido colocadas en los pasillos o en los espacios entre unas y otras, sin embargo, a falta de un camposanto digno para un promedio de tres muertos al día, había que resolver las cosas como mejor se pudiera.

Sin embargo, esta saturación ayudó a que los trabajadores –uno por cada sección del cementerio– pudiera ganar un sueldo entre 100 y 200 pesos diarios, según hubiera trabajo.

“Nosotros limpiamos el cementerio, el ayuntamiento no lo hace, además hacemos inhumaciones, sellamos gavetas, nichos, pegamos las lápidas, hacemos entierros, pero lo más común es que nos encarguemos de hacer la limpieza, estar cortando el monte para que no crezca, barrer, limpiar entre tumbas, quitar las flores secas que provocan larvas y mosquitos, no creo que el gobierno tenga para pagar a tanta gente que lo hace a cambio de que le dejen ganar unos pesos para comer”, comentó Miguel Angel Delgado Méndez.

El cementerio de Las Cruces cuenta con 100 hectáreas de extensión y alberga los restos de entre 70 y 80 mil muertos, tomando en cuenta que en cada tumba pueden caber hasta tres cuerpos si se hace la debida inhumación, sin embargo, todo este terreno ya no da cabida a más tumbas, por lo que fue necesario inhabilitarlo.

Dicha decisión tiene en la incertidumbre a los trabajadores independientes que ahí se ganan la vida y su deseo es que los transfieran al panteón de Paso Texca para continuar con su mismo empleo.

“Aquí podemos seguir pero ya nada más limpiando tumbas o vendiendo agua o refrescos o haciendo inhumaciones, pero estas chambas salen una cada mes o dos meses, muy de vez en cuando y ahí la que gana pues es la funeraria, nosotros nada más vivimos de las propinas que nos den, 100 o 200 pesos, según el trabajo de que se trate”, expresó el representante de los cuidadores.

En el momento de esta entrevista, se encontraban desmontando una tumba para enterrar ahí a una persona recién fallecida, en un mausoleo familiar, un trabajo arduo ya que hay que desmontar las piezas ornamentales como los floreros, lápida y cruces que están sujetas con cemento; es necesario usar con destreza el martillo y el cincel para no dañar las piezas de granito.

“Antes teníamos de a dos, tres hasta cuatro entierros al día, pero ahora no vamos a tener ni uno, la verdad es que está difícil nuestra situación porque no sabemos si nos van a llevar para allá, a lo mejor sí y eso estaría muy bien para todos nosotros, pero a lo mejor la gente de López Rosas también va a querer trabajar y nosotros nos quedamos fuera, pero no sabemos”.

“Ya tenemos muchos años aquí, en mi caso yo ya llevo 20, y muchos compañeros por ahí andan también, ojalá que eso nos lo reconozca el gobierno”, agregó.

Por su parte, los empleados adscritos a la dirección de Panteones municipales, aún no tienen idea de lo que va a pasar con los 32 trabajadores independientes que ahí ganan su sustento y que prestan un servicio a muy bajo precio en el panteón de las Cruces.

El supervisor del panteón, Francisco Ureña Galeano, lleva laborando en el cementerio 43 años y comentó que aún no les han dado información al respecto.

“Ellos eran los encargados de cavar las tumbas y luego recubrirlas con cemento para después ponerles las lozas encima o también lo que hacían era sellar con tabique y mezcla la entrada de las gavetas y de los nichos ya que habían metido al muertito o sus cenizas en el caso de los nichos, ahí cobraban sus 100, 150 hasta 200 pesos, pero ahora no sabemos qué vaya a ser de ellos”.

En su caso dijo que no desea que lo cambien al cementerio de Paso Texca, porque en Las Cruces “ya quiero yo a los muertos, así como ellos me quieren a mí”.

Destacó que en el nuevo panteón, los empleados van a contar con todas las comodidades, como un área de comedor y cafetería, cosa que les atrae mucho a los cuidadores porque en Las Cruces no cuentan con mesas a la hora de la comida, por lo que tienen qué hacerlo a veces incluso sobre las tumbas.

“A ellos que se los lleven si quieren, pero yo me quedo aquí con mis muertitos”, finalizó.

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