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Conclusión de obras del arroyo en la Alejo Peralta antes de las lluvias, exigen a Capaseg

Yee Trujillo

A sólo unos días de que comience la temporada de huracanes, los habitantes de los fraccionamientos Alejo Peralta y Díaz Ceballos II dijeron que tienen miedo de que sus viviendas vuelvan a inundarse, como ocurre cada año, porque la obra para la canalización del arroyo aún no ha sido terminada.
Después de las últimas inundaciones ocurridas durante el mes de junio de 2011, por el huracán Beatriz, la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (Capaseg) anunció la realización de obras de mitigación para canalizar el arroyo proveniente de la parte alta de la unidad habitacional El Coloso, pero hasta la fecha los trabajos no han sido concluidos.
En el lugar, el vecino Efraín Jiménez Gallardo recordó que cada año la zona se inunda por el desbordamiento del arroyo en la carretera El Cayaco-Puerto Marqués, el cual anega sus casas hasta con un nivel de un metro y echa a perder todo el mobiliario, así como sus vehículos.
“Está la obra inconclusa todavía, pero (además) no hay drenaje, no hay drenaje de aguas pluviales; yo creo que más que nada ese es el problema”, explicó.
En este sentido, el señor Miguel Santos García señaló que desde que las lluvias comienzan “brota el drenaje en nuestras casas y eso indica de que está mal hecho, mal construido”.
Uno de los habitantes más afectados por las inundaciones, Benito Montes Chávez, dijo que este año su familia tiene “el mismo temor de siempre”, porque desde que fueron reubicados en el fraccionamiento, por ser damnificados por el huracán Paulina, las casas se han inundado año con año, sin que ninguna autoridad les ayude.
Además de las inundaciones que han soportado durante cada temporada de lluvias, los habitantes denunciaron que desde 1999, año en que les fueron entregadas las viviendas por parte del entonces gobernador interino Ángel Aguirre Rivero y la Fundación Alejo Peralta, no han recibido las escrituras.
“Yo no sé cómo hicieron casas aquí si está irregular; supuestamente cuando el gobierno dona un terreno para casas de beneficio debe de ir ya regularizado”, lamentó Santos García, al recordar que él y su familia perdieron todas sus pertenencias cuando el huracán Paulina afectó su vivienda y por ello fueron reubicados en esta zona inundable.
De acuerdo con los habitantes, a pesar de las constantes solicitudes hechas al Instituto de Vivienda y Suelo Urbano de Guerrero (Invisur), el gobierno del estado únicamente les dice que “hay un problema que existe entre lo que es el ejido y el gobierno”, porque el gobierno del estado no costeó el terreno y este aún pertenece a los ejidatarios del poblado de El Cayaco.

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