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No van a la escuela 165 mil niños en Guerrero, el 17 por ciento de los que están en edad escolar

Redacción

Por  la extrema pobreza,  porque trabajan y en  los últimos años por la inseguridad, en Guerrero más de 165 mil niños en edad escolar no asisten a la escuela, lo cual representa el 17 por ciento del total de infantes guerrerenses de 3 a 15 años.
De acuerdo con el II Conteo de Población y Vivienda 2005 y los Censos de Población y Vivienda 2000 y 2010 del INEGI, en Guerrero existen un total de 972 mil 589 niños en edad escolar, de los cuales 219 mil 144 son de 3 a 5 años (de nivel preescolar), 541 mil 400 de  6 a 12 años ( de nivel primaria)  y 239 mil 045 de 13 a 15 años  (del nivel secundaria).
De los niños en edad  preescolar asiste a la escuela solamente el 86.5 por ciento; de  nivel primaria un 95.0  por ciento y de nivel secundaria solamente el 82 por ciento.
En suma, el 17 por ciento de niños de Guerrero correspondientes a los tres niveles de la educación básica no van a la escuela. Este 17 por ciento equivale a  un total de 165 mil 340.13 menores de edad que no están en el sistema educativo.
El presidente de la Asociación de Padres de Familia del Estado de Guerrero (APTE), Fernando Díaz Angeles  confirmó que desde el  año pasado en Guerrero dejaron de acudir a clases más de 90 mil estudiantes  por  razones de deserción escolar y porque trabajan , según los monitoreos que esta organización lleva a cabo en las distintas regiones del estado.
Dijo que de esos 90 mil casos, 60 mil pertenecen al nivel básico que es primaria y secundaria y el resto de los 30 mil pertenecen al nivel bachillerato.
Díaz Ángeles dijo que de acuerdo con sus reportes, las causas de deserción escolar de estos 60 mil niños que no acuden a las escuelas son en primer lugar la pobreza en la que viven todas estas familias, en segundo lugar el rezago educativo como la reprobación, así como la falta de maestros en la comunidades, que se transforman en una “bola de nieve” que va arrastrando el alumno hasta que se desanima y deja la escuela.
Asimismo, dijo que independientemente de los 60 mil casos por deserción escolar, tienen contabilizados 860 casos de niños que dejaron las aulas para trabajar, de los cuales el 60 por ciento son de Acapulco, y el 40 por ciento están en el resto del estado.
Dijo que en Acapulco los niños trabajan vendiendo chicles en los cruceros y en las playas. Se dedican a hacer malabares o andar detrás de las Marías (que muchas veces son sus madres), en las playas y en los mercados. “También se les puede ver debajo de los puentes o vías rápidas”.
Lamentó que en los últimos meses esta problemática ya ha cobrado víctimas como el caso del niño José Alejandro Matadamas Ruiz, de 9 años, quien perdió la vida en la glorieta de Puerto Marqués al ser atropellado. El niño trabajaba cantando en los camiones urbanos y suburbanos, así como divirtiendo a los turistas de ese rumbo.
En tanto que en el área rural predomina la situación de que los padres son reacios en su trato, y debido a que ellos tampoco estudiaron no tienen la cultura de enviar a sus hijos a la escuela. “Desconocen la ley, el artículo 3º  de  la Constitución, que establece que la educación es gratuita y obligatoria para todos, y otro poco que el gobierno no obliga a los padres de familia y otro poco, que aunque quisieran no les alcanza para pagar sus estudios”, dice el dirigente.
Entonces, es más fácil para los padres mandarlos a sembrar, a cuidar los chivos o las vacas en lugar de estudiar, pues también de esa manera se ahorran el  pago a un peón. Y si a todo eso se añade que en los pueblos no hay  maestros en  las escuelas, falta de material escolar y otras carencias, pues los papás optan por sacarlos de la escuela.
La última causa es que muchos niños han dejado la escuela debido al problema de la inseguridad causada por la delincuencia organizada, muchas escuelas han sido abandonadas por los maestros, por consecuencia las escuelas se han quedado abandonadas  sobre todo en el área rural. De estos han sido contabilizados 3 mil 800 casos de alumnos, dijo el representante de la APTE.

Programas con presupuestos insuficientes

Según el dirigente de padres de familia, los programas gubernamentales del estado y del municipio  de Acapulco que existen para la atención de este sector vulnerable, son pocos y funcionan únicamente en un 40 por ciento,  porque no son programas reales y contundentes que atiendan la problemática, porque siempre lo hacen con fines partidistas, y la mayoría de las veces cuentan con presupuestos insuficientes.
“Muchos de los programas estatales no tienen los recursos suficientes para llegar a todos los municipios, porque la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) no destina los recursos reales  a cada región escolar”, puntualizó.
En tanto que programas municipales como el de Apadrina un Niño o los Desayunos Escolares del Ayuntamiento de Acapulco,  que es copia de un programa internacional, se rige con fines partidistas y electorales que no solucionan el problema.
Además estos programas resultan engorrosos para los padres de familia, sobre todo los de las zonas rurales, porque les piden muchos  documentos y cuando son originarios de comunidades rurales se dan cuentan que van a perder muchos días en los trámites y los dejan perder. Luego están en la incertidumbre de que si les llega o no el pago.
“No son programas reales y contundentes y con un presupuesto suficiente. Porque siempre hay filtros. No es para todos. Las becas escolares, por ejemplo, se dan  por  el color del partido político. Vemos que los programas educativos no son reales o contundentes”, dijo Díaz Ángeles, porque es la misma gente de las comunidades o colonias que se dedica a señalar quienes sí y quienes no son acreditados a un programa.
También afirmó que el problema del gobierno del estado es que sus presupuestos no van de acuerdo con el crecimiento de la matrícula escolar y de deserción.
La Agrupación de Padres y Tutores por la Educación del Estado de Guerrero, Asociación Civil (APTE) nace el 7 de julio del 2007 dentro de la Casa de Cultura de la Zona Sur de la UAG, porque la máxima casa de estudios brinda los espacios e infraestructura para que se hagan las primeras asambleas para conformarse y concientizarse y analizar la petición de reforma educativa.
Los objetivos de la APTE son la defensa de la educación gratuita, laica y de calidad. Asimismo el monitoreo, la elaboración de estadísticas, la recepción de quejas y asistencia a padres de familia, así como la gestión a nivel nacional de reformas en materia educativa.
En la actualidad está conformada por 24 dirigentes estatales de padres de familia de Acapulco, Chilpancingo y Tierra Caliente, y un presidente que es Fernando Díaz Ángeles.

La importancia de la escuela

De acuerdo con el Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana de la UNICEF, creado en México en 2005,  los niños y niñas en edad escolar están en una etapa decisiva de la vida,  es la fase en la que obtienen conocimientos y adquieren experiencias esenciales para desarrollar su capacidad como seres humanos.
Señala que la educación es el proceso por el cual las niñas y niños reciben la herencia cultural de la humanidad, es decir lo mejor que las generaciones anteriores pueden entregarles.
“Todos conocemos bien a los niños y las niñas entre 6 y 11 años. Cuando crecen con las condiciones adecuadas son cariñosos, traviesos y muy curiosos. Les encanta jugar y hacer preguntas, cuyas respuestas analizan con cuidado y muchas veces encuentran poco lógicas. Están en la etapa de la vida en que avivan su desarrollo intelectual, consolidan sus capacidades físicas, aprenden los modos de relacionarse con los demás y aceleran la formación de su identidad y su autoestima. Cuando no se les brindan las condiciones adecuadas, las consecuencias son nefastas: su desarrollo intelectual es deficiente y pierden destrezas para pensar, comprender y ser creativos, sus habilidades manuales y sus reflejos se vuelven torpes, no aprenden a convivir satisfactoriamente, a trabajar en equipo, a solucionar conflictos ni a comunicarse con facilidad y pueden convertirse en personas angustiadas, dependientes e infelices”.

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