Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

“Casi la mayoría” de los pueblos apoyan La Parota, dice la CFE

 * Que nos dejen terminar el estudio de factibilidad, plantea el coordinador de Proyectos Hidroeléctricos en el país de la CFE * Queremos demostrar que es técnicamente viable, ambientalmente sustentable y socialmente aceptable, dice Humberto Marengo en entrevista * Ya no son tiempos de imponer proyectos; la sociedad y México ya cambiaron, reconoce

 Primera de dos partes * En el intento por impulsar la construcción de la hidroeléctrica de La Parota, y pese a la oposición que se ha manifestado en torno al proyecto, en la Comisión Federal de Electricidad se sienten con el apoyo de “casi la mayoría” de las comunidades que se verían afectadas.

El coordinador de Proyectos Hidroeléctricos en el país de la CFE, Humberto Marengo Mogollón, agrega a este apoyo el “fuerte” respaldo que la paraestatal ha tenido del gobernador René Juárez Cisneros, quien sin embargo, en días pasados expresó que “si los campesinos dicen que no, a la chingada” La Parota.

Marengo Mogollón estuvo ayer al mediodía en la redacción de El Sur, donde acudió acompañado de un grupo de ocho funcionarios y técnicos de la paraestatal, en campaña informativa a favor de lograr un consenso para que las comunidades permitan terminar primero los estudios de factibilidad del proyecto.

Entre los funcionarios que acompañaron a Marengo estuvo el vocero de regional de la CFE, Raúl Gómez Cárdenas; y el residente para Asuntos Sociales del Proyecto La Parota, Víctor Hugo Chávez Chávez.

En una amplia entrevista con El Sur, Marengo Mogollón pidió un plazo “de tres a cuatro meses” para que “nos dejen terminar el estudio completo”, para demostrar que el proyecto de La Parota es técnica y económicamente viable, ambientalmente sustentable y socialmente aceptable.

Planteó incluso, para después de concluidos los estudios, “levantar una encuesta o llamar a un referéndum para saber si se quiere o no el proyecto”. Por lo que insistió en pedir el plazo de aquí a “enero, febrero” para entonces convencer a todas las comunidades. A continuación, la primera de dos partes de la conversación.

El Sur: ¿Cómo ve la CFE este proyecto? Se les está complicando mucho ¿no?

Humberto Marengo: Bueno, indudablemente este tipo de proyectos siempre generan un poquito de discusión, de opiniones encontradas. Nosotros creemos que el proyecto tiene muy grandes beneficios, no solamente como institución, sino para el nivel nacional, para el estatal. Creemos que se pueden lograr diálogos con las personas que en un momento dado no están enteradas del todo, pero indudablemente siempre habrá gente que no esté del todo conforme, entonces la intención de nosotros es platicar de las bondades del proyecto con la gente que se necesite. Para ello hemos recibido un fuerte apoyo del gobierno del estado, del secretario de Gobierno, estamos entablando las mesas de diálogo correspondientes y creemos que en un momento dado pudiéramos informar verdaderamente a las personas de los beneficios y de las afectaciones que este tipo de proyectos tienen. Entonces sí creemos que pudiéramos llegar a convencerlos de que es bueno este proyecto para Guerrero.

El Sur: ¿Y del gobierno municipal qué apoyo han tenido?

Marengo: Se ha creado una comisión interinstitucional, fue una instrucción del señor gobernador, a través del secretario de Gobierno; participa el presidente municipal, evidentemente participa la CFE, y en esta comisión se han establecido las mesas de diálogo que mencionaba yo anteriormente, para tratar de recoger el consenso del proyecto.

El Sur: Usted dice que no han podido hablar con todos ¿Por qué, si tienen ya prácticamente todo el año tratando de promover e informar de este proyecto? ¿Por qué después de diez meses no han podido siquiera avanzar en el primer paso que es informar a todos los involucrados?

Víctor Hugo Chávez: Hay en este tiempo que menciona usted de diez meses, hay etapas. Hay una primera etapa que aproximadamente concluyó en julio, y luego ya pasamos a una segunda etapa que es la parte de la divulgación del proyecto, que yo creo que a mediados de agosto la iniciamos, en todas las comunidades y en algunos sectores, por ejemplo en el grupo ACA, en las universidades, pero en especial en los núcleos agrarios que están en el proyecto. En esta segunda etapa hemos tenido 55 reuniones en las comunidades, en algunos casos son dos o tres reuniones en el mismo núcleo agrario porque así lo amerita. Por ejemplo, llegamos a una comunidad y para instalar las mesas de diálogo tenemos que hablar con la autoridad, y en alguna ocasión nos dicen ‘oiga, pues déjeme convocar a una asamblea para que ellos nos autoricen instalar las mesas de diálogo’. Somos muy respetuosos en las decisiones, en usos y costumbres de ellos, y tenemos que regresar después y ya se instala la mesa de diálogo. Ahorita, de 19 llevamos siete. Esperamos que en un mes, mes y medio completemos la meta.

El Sur: Planteo de otra manera la pregunta: Después de casi un año de tratar de informar sobre el proyecto y que ni siquiera han podido terminar la etapa de información entre todos, y hay oposición ¿cree usted que todavía es posible concretarlo?

Chávez: Sí, le voy a decir por qué. Yo he estado en un 70 por ciento de las comunidades del proyecto, y le puedo informar que hay una gran aceptación en las comunidades, ellos entienden todo, lo que es una afectación, los beneficios que no nada más es la generación de la energía eléctrica, hay unos beneficios sociales que el proyecto va dejar en las comunidades. Soy muy recalcitrante en decirle que yo quisiera que la gente con la que hemos dialogado, nos han escuchado y ellos están totalmente de acuerdo con el proyecto, nunca los hemos engañado. Una situación es que tenemos que obtener las tierras para que el vaso (de la hidroeléctrica) se llene, y a pesar de eso aceptan el proyecto, que también se las dimos a los de El Fraile (donde estuvo el plantón). Por eso yo digo que sí vale la pena, porque hay gente que sí apoya el proyecto, por los beneficios que a ellos les traería. Por eso sí creo que hay que hacer un esfuerzo para escuchar también a la gente.

Marengo: Sería una lástima no hacer este proyecto. En su concepto, este tipo de proyectos son de propósitos múltiples. Tienen una serie de beneficios en su conjunto. No sólo generamos energía. Generamos un lago que puede generar una serie de empleos para lo turístico, acuícolas, para el control de avenidas aguas abajo, a generar una posible zona de riego de unas 3 mil 500 hectáreas, a dar agua potable. Es un proyecto nacional, que a nivel estatal es benéfico para mucha gente. Sería una lástima, verdaderamente, el no poder hacerlo.

El Sur: ¿Tienen cuantificada la aceptación y el rechazo hacia el proyecto?

Chávez: Sin duda, sin equivocarme, de ese 70 por ciento del universo de las comunidades en las que hemos estado, les puedo asegurar que en todas ellas hay aceptación al proyecto. En las que incluso ha sido necesario regresar a veces hasta tres veces, hay aceptación, nos han dado la oportunidad y nos han escuchado de los beneficios sociales. Yo puedo asegurar que de ese 70 por ciento no hay ninguna que diga no. Por supuesto que hay dudas, como por ejemplo, de que el nivel del agua hasta dónde va a llegar.

El Sur: Usted dice que el 100 por ciento ha aceptado ¿es decir, que hay rechazo cero?

Chávez: No, del 70 por ciento de las comunidades que hemos visitado, en esas yo diría que casi la mayoría acepta el proyecto. No podemos llegar todavía porque la viabilidad técnico financiera del proyecto no está definida. Ahorita estamos en el proceso de los estudios para saber si se hace el proyecto o no. No podemos llegar más que con la información que nosotros tenemos que les podemos dar. Ellos insisten mucho en el valor de la tierra, por ejemplo. Sería muy poco sensato hablar o no de tierras cuando todavía no es seguro el proyecto desde el punto de vista técnico y financiero. Los proyectos productivos les son atractivos, y las mesas de diálogo son el inicio de la relación con cada núcleo agrario, de sentarnos periódicamente con ellos e irles aclarando todas sus dudas. Les damos una explicación y nos han entendido.

El Sur: ¿Y rechazo?

Marengo: Sí, indudablemente hay rechazo.

Chávez: Hay una comunidad que nos rechazaron cuando llegamos. ¿Por qué nos rechazaron…?

El Sur: ¿Qué comunidad es?

Chávez: Es El Chamizal. Cuando nosotros llegamos coincidentemente había gente de este movimiento (opositor al proyecto), entonces no nos dejaron hablar, y nos retiramos.

Marengo: Tal vez un aspecto de lo más importante es que el proyecto ni siquiera está terminado en su fase de estudios, que es lo que estamos haciendo en este momento. En los estudios técnicos llevamos un 80 por ciento de avance, en los estudios sociales llevamos como un 30 por ciento del censo socioeconómico y un 70 por ciento de la parte ambiental. Lo que nosotros quisiéramos pedir es que nos dejen terminar el estudio completo, demostrar que económica y técnicamente es posible sin ningún problema de riesgo ni de comportamiento en la seguridad de la presa, ante sismos, avenidas, etcétera; presentar que este proyecto es ambientalmente sustentable, y que de alguna manera desde el punto de vista social podemos ofrecer un equipamiento urbano y de desarrollo a las personas. Pero ni siquiera nos han permitido terminar estos estudios. En este momento no hemos tenido ni siquiera la oportunidad de decir que hay un proyecto concebido en toda su amplitud, y decir ‘esto es lo que ofrecemos’. Todavía no sucede y ya nos detuvieron. Permítanos en tres cuatro meses terminar todos nuestros estudios, concebir el proyecto, hacer una difusión real, y en ese momento levantar una encuesta o llamar a un referéndum para saber si se quiere o no el proyecto. Pero hoy en día sí creemos que hay poca gente que sí se opone, que indudablemente existe, pero hay gente que apoya el proyecto aunque me da la impresión de que todavía no están enterados de todo porque nosotros mismos todavía no lo tenemos terminado.

El Sur: Quizá lo que pasa es que parte de la factibilidad deba ser el impacto social.

Marengo: No, sin duda. Tenemos que hacer que económicamente sea factible, que ambientalmente sea sustentable y que socialmente sea aceptable. Pero para lograr esto debemos terminar el censo socioeconómico, y no lo hace la CFE, lo estamos haciendo con la UNAM, con el Programa Universitario del Medio Ambiente, con la Universidad (Autónoma) de Guerrero, recogiendo el sentir de la gente, realmente de lo que quiere. En el momento en que tengamos el estudio socioeconómico podríamos pensar en ofrecer el desarrollo, la modificación de poblados, con su equipamiento urbano. En ese momento les podríamos decir a la gente qué es lo que le ofrecemos, de desarrollos, de proyectos productivos, para ver si se acepta o no. De ninguna manera impondríamos ningún proyecto, CFE no tiene de ninguna manera la intención de imponer un proyecto que no se quiera, eso es obvio, ya no son esos tiempos, ya cambió la sociedad, México cambió completamente. (De la Redacción).

468 ad