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Desmantelarán el yate Acapulco; siguen los trabajos de extracción

 Raquel Santiago Maganda * El yate Acapulco será desmantelado después de que hace 18 días estuviera a punto de hundirse, por lo que ayer continuaron los trabajos de extracción de cerca de 30 mil litros de aceite y agua que representan un peligro de contaminación para la bahía de Santa Lucía; los trabajos, calcularon los buzos, podría durar cuatro días más.

Desde el lunes, un equipo de buzos acapulqueños inició las tareas de extracción de aceites de la embarcación que desde hace siete años se encuentra varada frente a playa Manzanillo. El ex propietario del barco, Alfredo Iturburu Bachur, informó que “por una cantidad simbólica” vendió el barco a Eric Vicente Basilio García, y adelantó que el nuevo dueño tiene la intención de desmantelarlo.

En tanto Iturburu Bachur se negó a dar más información a este medio, debido a que dijo se han tergiversado sus declaraciones en otros periódicos, por eso se limitó a decir que los gastos corren a cargo del nuevo propietario, aunque tampoco precisó si las autoridades federales, estatal y municipales que participan en los trabajos del barco, están apoyando económicamente, como lo consideró hace unos días el delegado de la Semarnat Octavio Klimek Alcaraz, convertido por las instancias federales, estatal y municipales como el vocero del caso yate Acapulco.

La embarcación que llegó al puerto en 1974, y que realizó innumerables recorridos por la bahía y como parte de la vida nocturna del puerto se convirtió en uno de los principales atractivos turísticos. Después de 29 años, el pasado 10 de octubre estuvo a punto de hundirse y para evitar que los aceites contaminantes llegaran a perjudicar el ecosistema de la bahía, el casco de la nave tuvo que ser soldado por personal de la Secretaría de Marina.

Tras pequeños inconvenientes técnicos originado por el uso de la bomba extractora de los residuos y las mangueras que se utilizan para transportar el aceite al yate Norma, ayer se retomaron las tareas de descarga la embarcación de la sustancia aceitosa.

Sin embargo, el trabajo es lento porque el equipo de buzos sólo se encuentra trabajando con una sola bomba que tiene la capacidad de extraer 5 mil litros por minutos y tiene dos caballos de fuerza; esta herramienta de succión es llevada al muelle para descargar el material contaminante a la pipa de la empresa Grupo Ecológico Integral, filial de la empresa Ecotec, después desarmada de las mangueras es regresada al yate Acapulco para succionar de la maquinaria solamente 2 toneladas de los aceites a un tanque de 25 mil litros en una pequeña embarcación.

El buzo Misael Gordillo Nava explicó que el depósito que tiene una capacidad de 25 mil litros, pero sólo se carga de 20 mil litros debido a que el peso no es distribuido en el pequeño yate, y se corre el riesgo de que se hunda, explicó.

Agregó que sería más fácil la tarea si tuvieran dos bombas, una instalada en el muelle y otra más en el yate. Informó que el lunes transportaron 8 mil litros a la pipa de la empresa encargada de recibirlas, ayer esperaban trasladar una cantidad similar, y calculó que en cuatro días pueden concluir con la primera etapa del trabajo.

En el barco, lo que fuera parte de la barra de bebidas y pista para los comensales, ahora está ocupado de desperdicios sólidos como maderas y trozos de acero que fueron desprendidos de la embarcación. La única evidencia de que esa embarcación era un lugar de fiesta son las opacas palmeras de metal que aún se conservan en la parte superior.

Entrevistado en el yate Acapulco, su encargado de mantenimiento desde hace un año, Demetrio Hernández Martínez, informó que la nave tiene 10 tanques de lastre, en donde se almacena el aceite y el agua, dijo que cada uno de estos tanques tiene una capacidad de 25 mil litros, pero en el caso del yate Acapulco éstos “no están llenos”, pero calculó que había unos 30 mil litros de aceite y agua acumulados. Según los cálculos de los buzos, las tareas de extracción de los residuos, y el desmantelamiento es de 2 millones de pesos.

Los buzos dijeron que el aceite no es flamable y que tampoco existen fugas en el casco del barco, incluso ayer en las observaciones que hicieron es que la embarcación ha reducido el peso, al observar que se mantenía más a flote y se miraban los moluscos y organismos acuáticos que se prendieron al casco debido a la humedad.

En el muelle cercano a la playa Manzanillo, ayer había manchas de diesel pero que no eran desprendidas por el yate Acapulco, ni por el traslado del material contaminante; el buzo Misael Gordillo dijo que desconocían de dónde provenían las manchas, porque el equipo estaba realizando su tarea con detenimiento.

En las tareas de succión de aceite estaban representantes de la Semarnat, Profepa, Secretaría de Marina, y Capitanía de Puerto con la intención de verificar y salvaguardar la seguridad ecológica.

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