Jaime Salazar Adame

  Guerrero: los retos de la historia

 Con 154 años cumplidos este 27 de octubre, el estado de Guerrero inicia otra andadura política por su mejoría y bienestar, por lo menos así se percibe en los discursos y mensajes de quienes pretenden obtener la candidatura al gobierno estatal por los diferentes partidos políticos de la entidad.

Conforme se vaya consumiendo este aniversario las arengas enfocarán cada vez más sus verbos para limpiar el repertorio de metáforas y adjetivos con los que se suele describir a Guerrero, por uno próspero y halagador diametralmente diferente a: cabuz del desarrollo, estado difícil, campeón del atraso regional, pueblo ingobernable, suelo donde la justicia se ejerce por mano propia, entidad rezagada que cada día se rezaga más, estado problema, pueblo sin futuro.

Como las campañas electorales son rituales de persuasión, el discurso destacará las paradojas como la generosidad popular y el estilo contestatario de los grupos apremiantes; el potencial turístico, las bellezas y riquezas naturales de que dispone Guerrero que lo dibujan como un estado rico, y pobre a la vez, como lo descubre sólo una de sus siete regiones: La Montaña. Esta se halla catalogada por el gobierno federal como la zona más pobre de todo el país, la cual concentra a tres de las cuatro principales etnias indígenas supervivientes: nahuas, mixtecos y tlapanecos.

Además del vínculo con la extrema pobreza, el discurso político no podrá obviar la inestabilidad política que ha caracterizado a la joven entidad, porque durante su corta vida, ha tenido 85 gobernadores en su haber, y de todos ellos, sólo 14 han concluido sus mandatos electivos, por la “costumbre” del gobierno federal de “declarar desaparecidos los poderes”cuando algún gobernador no había participado con el precandidato, que después asumía el mandato presidencial, al tiempo que en Guerrero transcurría la mitad del periodo local. En consecuencia llegaban de la ciudad de México gobernadores sustitutos, interinos y provisionales, claro está, hasta antes de que el fenómeno Fox sacara al PRI de Los Pinos.

Igualmente en términos sociales, los esforzados precandidatos no podrán ocultar que Guerrero sigue siendo una de las entidades más rezagadas. Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, ocupa el lugar 30 de 32 en porcentaje de la población alfabeto y que asiste a la escuela; el lugar 27 en educación posprimaria; el 26 en habitantes por médico. En servicios para la vivienda ocupa el último lugar en casas con agua entubada, el penúltimo en vivienda con drenaje y el 27 en energía eléctrica.

El atraso ya no podrá ser revestido con el manto justificador de su accidentada topografía, falta de vías de comunicación y la efervescencia social característica de su población con todo y los focos guerrilleros de los años setenta y el Ejército Popular Revolucionario (EPR), entre otros grupos subversivos que se mueven en la sierra guerrerense; ahora las tácticas de persuasión harán pontificar sobre el “nunca más” del divorcio de la política con la sociedad, a ya no caminar el gobierno por su lado y el pueblo por el suyo.

Las demandas políticas de este anticipado campeonato por las candidaturas partidistas harán retrotraer las lejanas imágenes de las luchas de nuestros padres fundadores por las reivindicaciones autonomistas de los guerrerenses que se veían alimentadas por la lejanía del centro y por el aislamiento frente a un distante e inestable poder central. Destacando que su importancia no fue poca si se considera que este afán autonomista fue el origen de la principal tensión de los poderes locales con el centro que ha marcado la historia de la relación intergubernamental federación/estado y la suerte misma de la entidad suriana.

Precisamente este cumpleaños estatal hace reflexionar a los suspirantes acerca de que las razones de carácter económico relacionadas con el fomento de la agricultura, la minería, el comercio y el destino de las rentas públicas que salían de la región sin beneficio alguno para ella, fueron motivos más que suficientes para que Juan Álvarez y Nicolás Bravo exigieran la creación de la entidad homenaje al prócer Vicente Guerrero, y por si eso no fuese suficiente, todavía argumentaban otras motivaciones que tenían que ver con la forma de gobierno del que se segregaba a la población nativa.

Las características de los precandidatos, las preocupaciones de los electores y el contexto del 27 de octubre, harán observar como autonomía política, desarrollo económico y autogobierno constituirían desde la gestación de la nueva entidad, los tres principales problemas que han persistido en el acontecer histórico del estado de Guerrero.

La ilusión por el voto mayoritario hará trabajar a los aspirantes para explicar cómo el desarrollo económico pasa por la modernización porque esta fase es la que mejor define el proceso de cambio de una sociedad atrasada a otra diferente, debido a que sus aspiraciones van encaminadas a igualarse a sociedades desarrolladas, económicamente prósperas y políticamente estables.

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