Protesta en Acapulco una viuda de Aguas Blancas por la liberación de siete policías

 * Quema la señora un cartel del senador Héctor Vicario, a quien considera responsable de la matanza

 Karina Contreras * La señora Paula Mendoza Téllez, viuda de Francisco Rogel Gervacio, uno de los 17 campesinos asesinados en la masacre de Aguas Blancas, dijo que siente mucho coraje y tristeza al saber que los culpables de la muerte de su esposo están quedando libres, mientras que ella nunca lo volverá  a ver.

Dijo que en el estado no hay justicia para los campesinos que perdieron a sus familiares en la masacre en donde Vicario Castrejón – hoy precandidato a la gubernatura por el PRI– fue uno de los responsables de la masacre y quien fue de los que dio la orden de matar a los campesinos el 28 de junio de 1995 en el vado de Aguas Blancas, afirma.

Doña Paula Mendoza –ahora con 76 años–, fue la única viuda que acudió este viernes al Zócalo de Acapulco, acompañada del abogado José Sánchez Sánchez y de uno de los sobrevivientes de la matanza del 28 de junio, Rodolfo Carranza, quien aseguró que el mismo Vicario Castrejón lo amenazó de muerte días después de la masacre porque participó en las manifestaciones de denuncia.

Sentada en una silla, doña Paula Mendoza sostenía una pancarta en donde se leía: “Los asesinos libres y los sobrevivientes presos políticos” mientras comentaba que nunca fue cierto que hace ocho años los campesinos llevarán armas como se dijo y agregó “si hubiera sido así, se hubieran defendido y unos cuantos judiciales hubieran también muerto”.

Dijo la viuda que es una injusticia que los policías asesinos queden libres para consuelo de sus familiares, mientras que ellos que perdieron a sus hijos y esposos no tienen el consuelo de volverlos a ver. “Ellos están libres mientras que yo, a ocho años, todavía tengo un dolor profundo”, dijo la viuda.

Doña Paula quemó un cartel propagandístico del senador Héctor Vicario, el cual tenía la leyenda: “Soy el hombre del maletín. Corrupto de sobrevivientes de la masacre de Aguas Blancas” y en su mano dibujada un arma y derramando sangre.

Mientras que el abogado José Sánchez Sánchez dijo que el acto simbólico de repudio contra Vicario Castrejón es para recordarle que la masacre de Aguas Blancas no se olvida y que él forma parte del figueroísmo, aunque lo niegue.

Dijo que le han comentado que hoy Vicario Castrejón estará en Coyuca de Benítez, para tomarse la foto con las viudas “oficiales” que han sido privilegiadas con apoyos y recursos, pero le advierte que ahí no se olvida que no ha habido justicia y todavía está presente la sangre de los 17 campesinos.

Sobre el deslinde del gobierno de René Juárez Cisneros por la liberación de los siete policías motorizados involucrados en la masacre de Aguas Blancas, dijo que “el gobernador tiene una participación directa en la libertad, ya que la Dirección de Readaptación Social depende del Ejecutivo y los beneficios de libertad anticipada los otorga el Consejo Técnico Interdisciplinario”.

En tono sarcástico dijo que ahora todos los policías presos están enfermos y por eso están siendo liberados, mientras que los presos políticos tienen cáncer terminal y no tienen ese beneficio. Dijo que como van las cosas en los próximos días pueden ser liberados los policías que faltan.

Sánchez Sánchez recriminó el silencio “sepulcral” de los dirigentes y diputados del PRD –con excepción de la dirigente municipal, Beatriz González Hurtado–, quienes no han hecho ningún pronunciamiento ante la liberación de los policías y están callados, dijo.

“Creemos que deben pronunciarse por el caso Aguas Blancas, por que no salgan los policías y pedir que detengan a los que faltan y sobre todo a los autores intelectuales”, finalizó Sánchez Sánchez.