Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Martínez Nateras

Fábrica de Letras

 De lo cotidiano

El carteo virtual con mi amigo Raúl Trejo Delarbre me produjo una irrenunciable reflexión sobre los asuntos propios de una columna. En Fábrica de Letras comenté el artículo de Raúl sobre Isla Negra y varios lectores me lo pidieron con el inmediato envío. El columnista de La Crónica de México me reveló las dudas que tuvo para publicarlo: “Me alegra saber que te gustó el texto sobre Neruda. Dudé mucho antes de escribirlo porque no se trataba de un asunto político de coyuntura nacional como los que se supone debo incluir en la columna”.

No soy un columnista de oficio. Soy un escribano vocacional. Yo no vivo de escribir, vivo escribiendo para escribir. Esta es una especialidad muy rigurosa, reclama una muy alta disciplina y obsequiarse uno a uno mismo tiempo para acumular algunas páginas de reserva.

Una columna establece un pacto de confianza mutua entre la dirección editorial, la empresa editora y el escritor. Desde el 5 de junio de este año inicié esta aventura en El Sur. Las 117 columnas publicadas han merecido el respeto absoluto de Juan Angulo. Jamás he recibido ni sugerencia ni mucho menos censura.

Escribo por el placer de hacerlo invadiendo el espacio abierto del desconocimiento. Uno nunca sabe si sus artículos serán leídos, mucho menos si gustarán tanto por razones de contenido, de forma como de estilo. Parto del principio ético de no invadir la vida privada, de no ofender manteniendo mi pasión crítica, una actitud provocadora de diálogo, debate, polémica y la tendencia al extremo centro de una convicción propositiva. La tolerancia del escribano implica ejercer el derecho a la crítica y admitir el ser criticado; reconocer errores sin titubeos y de cara al lector. Desde muy joven aprendí a no dejar sin réplica nada que se acerque a la agresión, al ataque, a la calumnia. Tengo la idea de que este es un género extraordinariamente libre; de que nada le es ajeno. En ocasiones sobran los temas y uno debe seleccionar el que considera principal; en otras el escritor se siente  estéril. Procuro ceder el espacio a quienes me envían cartas; las registro y aunque a veces me falta espacio, siempre las contesto directamente. Una crítica directa no compartida tendrá un lugar en mi espacio con absoluto respeto. Intento diversificar los temas a tratar platicando alguna experiencia, ofreciendo mi testimonio, mi estado de ánimo, mis amores, querencias y mis defectos. Trato de alternar los asuntos de coyuntura municipal, estatal, nacional, internacional y galáctica. Leo luego existo, comparto los mensajes de la literatura política y la general. Me doy el lujo de escribir de lo que se antoja alimentado del adagio michoacano: me rompen el hocico pero me lo oyen, que sintetiza la libertad de expresión. Trato de ser solidario con las mejores causas, incluso con las que no comparto. Ejerzo también mi derecho al silencio en algunos asuntos. Leo diariamente casi todos los periódicos y revistas locales, nacionales y de algunos países. Me encanta navegar en el ciberespacio. Intento no dar nada por sabido y servir a los potenciales lectores con la información interesante que encuentro. Repudio el centralismo chilango y el autoritarismo de algunos medios quienes soberbios creen que lo que no publican no existe…

Durante este tiempo me he sentido muy bien. Siento tener lectores y parece que la Cajita de Olinalá es atractiva. Algunos materiales son favorablemente comentados. Me tomo libertades, audacias, atrevimientos. Vivo y me exhibo en casa de cristal. Una de mis satisfacciones personales es que he venido acumulando cuartillas sobre temas concentrados que me están sirviendo para poner negro sobre blanco algunas ideas que no me quiero llevar al nicho de cenizas…

Fábrica de Letras es para mí un reto y un compromiso de aprendizaje. En resumen creo que a una columna nada de la vida le es ajeno, que le son propios todos los asuntos de la cotidianidad.

He sido un opinón empedernido; un asesor virtual. Entiendo que quienes toman las decisiones normalmente no lo pelan a uno, se enojan, reaccionan irritados: “Una cosa es la libertad y la democracia y otra que me estén chingando la madre todos los días”. No obstante, al cabo del tiempo la verdad se abre paso y como me comentó el reportero Nacho Hernández: ¿Quién dijo que no se puede a periodicazos? En todo caso por lo menos le queda a uno la satisfacción del se los dije… Por otra parte el columnista debe vestirse de humildad a sabiendas de que su mundo no es el de la toma de las decisiones, dejar de creerse el ombligo del mundo y dejar de mirar en el espejo a la madrastra de Blanca Nieves…

 Cajita de Olinalá

 Arturo Warman amigo, intelectual, especialista en temas de la sociedad rural, funcionario ha muerto. Su vida trascenderá en la obra escrita. Francisco Abarca Escamilla ensaya sobre las perspectivas presupuestales del 2004. De cara a la Convención Nacional Hacendaria (Hacendística, debe decir), puede ser interesante dialogar y debatir sobre los ingresos propios como elemento clave para el desarrollo de municipios, entidades y del país. ¿Quién abre juego? La fundación de la universidad india de los pueblos del sur es una magnífica iniciativa. Lino Korrodi  ataca, escribe y revela en su libro: Me la jugué. Se la jugó, ganó Fox y este nuevo libro es una contribución tanto al esclarecimiento de los manejos como una nuevo factor de degradación política. Arrepiéntanse excluidores, manipuladores sexistas, machistas, golpeadores de derecha y de izquierda y toda la fauna masculina. El mujerío se nos viene encima… El Claustro de Sor Juana se inundó de fermento femenino. Diversidad, pluralidad, belleza, contenido y visión común de futuro son rasgos del acto culminante de las mujeres conmemorando el jubileo de la ciudadanía. Rosario Robles se lleva las palmas por la iniciativa. En el acto doña Olga Sánchez Cordero pronunció un magnífico discurso, Patricia Reyes Spíndola leyó un magnífico y breve manifiesto, Eugenia León cantó con su voz maravillosa las esplendidas Yo vengo a ofrecer mi corazón y una poco conocida Honrar la vida… Por Guerrero estuvieron presentes Lupita Gómez Maganda, María de la Luz Núñez Ramos y la suriano-sonorense Leticia Burgos… Ahora a deschilanguizar la agenda de género.  

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