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Asisten una cinco mil personas a las proyecciones del festival de cine italiano

 Xavier Rosado * Unas cinco mil personas asistieron a las proyecciones de las siete películas del primer Festival de Cine Italiano, que a pesar de tener sus contratiempos en la organización, presentó material cinematográfico de actualidad y de calidad premiada internacionalmente.

El público que asistió a las presentaciones estuvo integrado en un 50 por ciento de estudiantes de nivel medio y superior, que fueron convocados por la Secretaría de Fomento Turístico, la otra mitad fue un público variado que asistió en búsqueda del esplendor perdido del cine italiano de los cuarentas y que se decepcionron por los temas tan contemporáneos presentados en pantalla.

En los tres días el teatro nunca se llenó completamente durante la proyección de las siete cintas.

El cónsul de Italia en Acapulco, Giuseppe Cavagna, se encargó de invitar a una comunidad de italianos resididos en Acapulco de aproximadamente 100 familias, sin embargo, pocos de ellos fueron vistos en la sede de las proyecciones: el teatro Juan Ruiz de Alarcón del centro de convenciones. 

Un festival con varios contratiempos 

Lo que los organizadores promovieron al comenzar las tardías gestiones del festival estuvo lejos de cumplirse: la “recuperación del glamour que trajo a Acapulco la reseña cinematográfica”, esos tiempos en los que venía la élite artística internacional, quedaron lejos, sobre todo con las declaraciones del gobernador René Juárez Cisneros después de la inauguración del festival en el sentido de que “no ha considerado”, volver a tener un evento de esa naturaleza en Acapulco.

Por su parte, el embajador de Italia en México, Franco Tempesta, arribó 24 horas tarde al evento, lo que motivó que la secretaria de Fomento Turístico del estado, Guadalupe Gómez Maganda en la comida oficial del festival el sábado por la tarde, en el hotel Villa Vera, lo disculpara argumentando que “se sentía cansado” después de su viaje en un autobús de la Estrella de Oro.

También se presentaron conflictos entre el ayuntamiento y el gobierno del estado, ya que el primero, además del poco apoyo que brindó a estuvo encargado de la impresión de las tarjetas y aprovechó la ocasión para hacer proselitismo político imprimiendo la leyenda “Para seguir avanzando” en el texto y además al escribir “El H. Ayuntamiento de Acapulco invita” dejando fuera a las demás instituciones participantes.

Ante la imposibilidad de repartir tales invitaciones, Sefotur se vio en la necesidad de requerir a sus invitados por teléfono o personalmente. 

Una selección que motivó opiniones encontradas 

Uno de los pocos italianos radicados en Acapulco que asistió a las proyecciones fue Roberto Bottini Oldrini, quien lleva 15 años en el puerto y comentó que a sus 61 años de edad, no le gustaron las películas, ya que no representan la realidad de Italia, además de que no se comparan cualitativamente hablando de Vittorio de Sica, Fellini o Antonioni.

“Nosotros no nos vestimos así”, dijo refiriéndose al filme Me llamo Tanino, en el que un muchacho italiano viaja a Estados Unidos en un atuendo desaliñado, que lo hace aparecer como un indigente en el boyante país americano; “Así se visten los pobres o los miserables en Italia”. “Yo pensé que iban a pasar películas de antes, esos si traían buenos actores como Mastroiani, por ejemplo, este muchacho (Corrado Fortuna) nadie se va a acordar de él después”, opinó.

Por otra parte, Francisco González Avila, doctor de 32 años de edad, manifestó que se enteró del festival por los banderines en los postes de la Costera y que le entusiasmó la idea de asistir ya que es cinéfilo “de corazón” y que además, le gusta la cultura italiana.

“Soy fanático de Sofía Loren y pensé en ver todas las películas para intentar reconocer a la nueva actriz italiana que la va a sustituir pero ya llevo cuatro películas y hasta ahora todas han sido menores, no se comparan con la gran belleza de la Loren”.

Por su parte, Sara Cuevas Acosta, de 19 años de edad, dijo que asistió porque su maestro en la clase de historia, les aumentaría un punto en la calificación mensual si hacían una reseña de alguna película del festival.

“Al principio pensé que iba a estar aburrido, pero esta película me encantó (Velocitá Massima), tuvo mucha acción y hasta momentos muy chuscos, me reí mucho, así que a lo mejor regreso mañana (domingo) a ver otra”.

Enrique Mondragón Sánchez, de 43 años de edad, manifestó que se le hace una buena idea que se sustituya al festival de cine francés con el de cine italiano ya que puede ser un incentivo para el turismo.

“Pero la verdad es que en organización no se comparó con el del cine francés, ellos sí traían artistas buenos y siempre los veía uno en la pantalla y luego podía conocerlos en persona, creo que eso faltó en esta ocasión”.

Alex Somella, alumno de Comunicación en la Universidad Iberoamericana de México, dijo que se enteró del festival por los banderines en la Costera y decidió asistir a una película, comprobando la calidad de las proyecciones.

“Me llevé una grata sorpresa porque no pensé que se estuviera haciendo tan buen cine en Italia, por lo menos la película que vi (Me llamo Tanino) me pareció de muy buena calidad. Lástima que no le hayan hecho publicidad en México, porque se de mucha gente que se hubiera interesado en venir”.

El embajador de Italia en México, Franco Tempesta se encargó de hacer la clausura oficial del sistema el domingo por la noche en la Plaza Mexicana.

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