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El voto de la mujer, producto de la lucha feminista: Rosa Icela Ojeda

Ezequiel Flores Contreras, Chilpancingo * “El derecho a votar no fue una concesión otorgada por el gobierno a la mujer, sino el reconocimiento de una garantía producto de una lucha de feministas con ideas de izquierda anterior al 53”, aseveró Rosa Icela Ojeda Rivera, directora del instituto internacional de estudios políticos avanzados Ignacio Manuel Altamirano, durante un ciclo de conferencias denominado Jornada cultural por el 50 aniversario del sufragio femenino en México, organizado por la junta local del séptimo distrito del IFE y el colectivo Nosotras.

En el evento en auditorio de la maestría en derecho público de la UAG, Ojeda Rivera dijo que el gobierno de México “concedió” el voto a la mujer cuando las mujeres no representaban un problema para el sistema político, es decir, los gobiernos del partido hegemónico habían desarticulado movimientos de mujeres que demandaban el reconocimiento de su igualdad jurídica, coptaron líderesas, incluso lograron adherir al partido dominante al Frente Único Por los Derechos de la Mujer (FUPDM), movimiento que surgió en 1935 y que tuvo vigencia hasta el 30 de marzo de 1938, fecha en la que se realizó la asamblea constituyente del Partido de la Revolución Mexicana (PRM).

El partido hegemónico usó una táctica divisionista que buscaba afinar el control del Estado sobre las mujeres organizadas, “con esta adhesión se puso fin a uno de los procesos autónomos más importantes de las mujeres mexicanas, quizá el esfuerzo más importante del siglo XX”, afirmó.

Por su parte, Flor Sugey López, a nombre de la senadora perredista Leticia Burgos Ochoa quien por “motivos de salud” no pudo estar presente en el evento, indicó que tuvieron que pasar siglos y en otros casos violencia y asesinatos para dar paso al reconocimiento de los derechos de ciudadanía a las mujeres en el mundo “del poder”.

Y recordó que en la década de los noventas, al igual que en el 53, se han dado luchas por el reconocimiento de causas comunes como la demanda por reformas penales en materia de delitos sexuales frente a la problemática de la violencia sexual y doméstica hacia las mujeres.

En el ámbito político, señaló, falta mucho por hacer y afirmó que la batalla la han fincado al interior de los partidos políticos, al mismo tiempo que se unen esfuerzos hacia un movimiento amplio, llamando a votar por candidaturas de mujeres y “planteando el establecimiento de mecanismos para encarar la discriminación de género y las desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales del actual sistema político patriarcal”.

El presidente de la Junta Local del IFE, Dagoberto Santos Trigo, informó que en Guerrero, durante la elección del pasado 6 de julio del 2003, el 52.30 por ciento del padrón electoral son mujeres; sin embargo de los diez distritos electorales federales uninominales en la entidad, sólo dos están representados por mujeres, ambas del PRD en el municipio de Acapulco.

“Por lo que llamó a cambiar los patrones culturales y estereotipos sociales, para abrir un espacio a la satisfacción de los valores  y necesidades de las mujeres”, señaló Santos Trigo.

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