El viaje del alcalde es de trabajo, no de placer: María Eugenia Díaz

 Adalberto Valle * “Espero que para el 1 de diciembre del 2005 ya estemos de vacaciones”, comentó la presidenta del DIF, María Eugenia Díaz, esposa del alcalde Alberto López Rosas, antes de supervisar los trabajos de remodelación que se llevan a cabo en la Villa de las Niñas.

María Eugenia Díaz, de quien se dijo que acompañaría al presidente municipal a Roma, Italia, para participar en los festejos por los 25 años del Papa, además de invitarlo oficialmente a Acapulco, dijo que se habló mucho de la presencia de López Rosas en el Vaticano, cuando se trata “de un viaje de trabajo, va con agenda, a participar en eventos, no es de vacaciones”.

Al llegar a la Villa de las Niñas, que se ubica sobre la calle Michoacán, a unos 200 metros de la avenida Cuauhtémoc, María Eugenia Díaz, tuvo una breve plática con este medio.

–¿Y ya le habló el presidente?

–Ya. Me habló temprano. Me habló desde ayer (miércoles).

–¿Y qué dice, cómo llegaron?

–Muy bien, llegaron bien, afortunadamente.

–Ustedes ya habían ido a Italia, ¿no?

–Sí. Ya fuimos de vacaciones. A ver si vamos otra vez ahora que tengamos tiempo. Cuando estemos de vacaciones en el 2005.

–¿Pero creen que estén de vacaciones en ese tiempo?

–Sí, después del primero de diciembre del 2005, vamos a tener tiempo, ahora sí.

–¿Y si su esposo se mantiene en un cargo público? Se habla de que seguiría la carrera política. Está lo de la gubernatura.

–No sabría decirle. Pero sí vamos a estar de vacaciones. Yo creo que sí.

En su visita a la casa hogar, patrocinada por el gobierno municipal, María Eugenia Díaz estuvo acompañada por el director del DIF, Federico López de los Reyes, así como por las voluntarias Noemí Flores y Rosalía Garrido de Pita.

En la Villa de las Niñas viven 46 infantes, principalmente mujeres de hasta 18 años, y algunos varones pequeños. El albergue es coordinado por Mónica Mendoza Vargas y por Carmina López Abarca como subcoordinadora. Ambas cuentan con la carrera de sicología.

Federico López dijo que el lugar cuenta con la capacidad de albergar hasta unos 150 infantes. “Los que llegan aquí son niños maltratados por padres, vienen de Acapulco y otras ciudades, como Taxco, Chilpancingo”.

–¿Cómo los captan?

–Es un proceso, son puestos por la autoridad al cuidado de nosotros. Los niños de la calle están en el albergue Plutarca Maganda de Gómez. Aquí son los que llegan por maltrato, falta de cuidado, violencia intrafamiliar, algún abandonado.

Informó que aproximadamente se destinan 20 mil pesos a la semana, para alimentos e implementos. “A parte el personal. Eso es sólo para manutención. Claro que también hay empresarios que donan alimentos, ropa. Son damas de la sociedad que se integran al equipo de trabajo. Por el momento tenemos unas 45 señoras, comprometidas con actividad productiva del municipio. Tienen sus propias empresas y ayudan en cualquier época del año, independientemente de los festejos, como el Día de Reyes”.

Por su parte, la coordinadora de la casa, Mónica Mendoza Vargas, dijo que en el albergue laboran unas 30 personas en tres turnos. “Desde sicólogos, trabajadoras sociales, educadores, a parte la cocinera, el personal de intendencia, para el cuidado directo de los niños hay enfermeras”.

Sobre los trabajos de remodelación, para los que se destinaron 193 mil pesos y que se esperan concluir en aproximadamente una semana, los responsables de la obra señalaron que se está reparando el drenaje y el mobiliario del baño.

Además, se remodeló el acceso al inmueble, con nuevos cimientos y la conformación de un área de descanso con bancas y áreas verdes.

También se elevarán las bardas de la fachada “para tener más seguridad”.