Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Martínez Nateras

Fábrica de Letras

 * Acapulco  

Acapulco es Acapulco. Acapulco es un don de la naturaleza; un placer de vida.

Hoy despertamos con una niebla densa, primorosa, al alcance de la mano. Y poco a poco el cielo con el calor de un sol invisible el océano fue apareciendo. Al mediodía salió el sol cálido como siempre. Una de las ventajas comparativas es que incluso cuando llueve y hasta durante los huracanes la lluvia es cálida, acaricia, las porquerías de arriba bajan al mar pero este nunca pierde esa temperatura excepcional… Hoy todos lo hemos vivido y los visitantes del crucero Amsterdam no daban crédito.

Acapulco es un agasajo a la vista, un estímulo a la reflexión y una convocatoria a entendernos como parte vulnerable y frágil de la naturaleza. Somos uno de sus elementos con la diferencia notable que podemos modificarla debido al trabajo, a la inteligencia, al conocimiento. Michoacano que soy, originario del altiplano, nunca dejaré de asombrarme de lo maravilloso de nuestras costas del Pacífico.

Pero Acapulco es Acapulco. Las bahías son encantadoras y cada una de ellas es un microclima con identidad propia y rasgos distintivos. Santa Lucía excita y altera, es un estado de ánimo. Puerto Marqués apacible como alberca enorme y un entorno natural todavía verde, rico en sonidos y vistas que nos obsequian la flora y la fauna, la historia…

Las calamidades y las desgracias, los infortunios, los desastres son en buena medida nuestra obra. Acapulco no perdona agravios ni desamores, mucho menos agresivas lesiones ambientales. Nuestra relación con Acapulco es termodinámica. El equilibrio con nuestro hábitat nos lo premia el reino de los vivos, así como castiga la ruptura de los factores ser y existir, contenido y continente.

Acapulco es sol y arena; son sus puestas mágicas, esas noches de tormentas eléctricas iluminadas cuando los relámpagos iluminan el mar así como partiéndolo, desgarrándolo con la misma pasión de las encantadoras acapulqueñas, de las mujeres que adquieren esta calidad por adopción o por natividad.

Me fascinan las mulatas, las rubias, las trigueñas. En Acapulco las mujeres son más mujeres; son ceiba, pulpa de coco, mango, marisco, son ritmo, sabor y aroma; son bouquet, son fermento femenino… A ellas corresponde decir de nosotros. Las mujeres son la mitad del mundo y madres de la otra, pero las acapulqueñas son mucho más que números y estadísticas. La semana próxima voy a rendir tributo a la mujer, a mi mujer y ese universo amoroso de mujeres surianas. Tontejos, mediocres y abusivos nunca lograrán manchar la hoja de vida limpia, inmaculada de una luchadora social que jamás ha desviado ni malversado ni un centavito así de chiquitito… ¿Resisten los  monjes del claustro del Papagayo un escrutinio público?

Acapulqueña linda acapulqueña… Cuán hermosas son nuestras hembras…

Viajero empedernido en esta fase de la vida, desde hace 15 años, Acapulco siempre ha sido puerto de llegada, destino y anhelo. En Acapulco pago mi predial y contribuyo al fomento que debe encabezar el Ayuntamiento… Ahora desde aquí voy y vengo como vagabundo sexagenario cuyo corazón infiel se reparte en amasiato polígamo entre Tuxpan, Monterrey, Chilangolandia, La Pintada y esta pasión incontenible por mi Acapulco.

Amo a Acapulco tanto como a mis hijos, a María de la Luz y a mis romances fugaces; a esas ilusiones, fantasías y ficciones. Amo a Acapulco tanto como a este incurable vicio de escribano. Por esta relación vital tiendo al radicalismo intransigente en contra de quienes disponen de poder para hacer más y mejor por Acapulco, para intentar hoy como generación modificar el camino depredador de quienes tienen a Acapulco al borde del colapso.

Desde el balcón, por la Costera, en sus playas, en La Quebrada, por las arenas costa al sur y costa al norte vivir Acapulco es vivir sus manjares naturales salpicados con mezcal y con mi insuperable café de la selva suriana. Cada cual con su cada quien; de aquí para allá y de allá para acá…

Acapulco es Acapulco. 

Cajita de Olinalá 

El Independiente ya existe en el espacio virtual. Desde el 9 de octubre es posible acceder a página y portalhttp// www.elindependiente.com.mx. Los martes se publica la columna de Juan Angulo.

Las reformas. Las cúpulas dirigentes están encandidalas entre el dilema ¿reforma sí o no? La sociedad contempla un espectáculo al cual es ajena. Nadie se ocupa de explicar, de proponer y de consultar el contenido y la finalidad de la reformas ¿Qué reformar? ¿Cómo y con quién reformar? ¿Para qué reformar? El método Clinton, uno de los ponentes en el evento promovido por el Senado y El Banco de México lo llevó desde gobernador desconocido hasta el más exitoso presidente de Estados Unidos de fines de siglo XX se concretó en tesis breves, precisas y comprensibles sobre recaudación e inversión públicas ¿Cuánto requiere el poder público mexicano, para qué, en qué rubros se invertirá? ¿Reformas para incrementar la pobreza y multiplicar la concentración de la riqueza nacional en unos cuántos? A ciegas NO.

Amor Real es una magnífica producción. Yo no me voy a perder los cinco últimos capítulos. La escena de la muerte de la Rosarito me conmovió hasta el llanto. Todos tenemos derecho constitucional al ridículo…

Fabiola Vega, honesta, eficiente y guapa me reclamó la falta de delicadeza y de tino en relación al reportaje de la revista Contenido. El Ayuntamiento no pagó un centavo ni gastó una moneda. Lo dicho. Escribo sin dogmas, tiendo a ser severo y también estoy muy consciente de mis posibles errores, por ello siempre estaré dispuesto a rectificar. Yo respeto, tú respetas, yo critico, tú criticas… Conjuguemos los verbos y en los tiempos de la tolerancia…

Gracias a dios que Gildardo Conejo González está más vivo que un gato vivo. Oscar Meza ya le empezó a llorar, pero no sé si él se equivocó o el reportero hizo de las suyas…

¿Son los huracanes visitantes indeseados como cabecean los redactores de El Sur? Si no llegan en tiempo y furia serán entonces sí ausencias lamentables…

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