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Entre las calles inundadas de la unidad Alejo Peralta viven los damnificados del Paulina

Karina Contreras * Mañana se cumplen seis años de la tragedia del Paulina que cambió la vida de miles de acapulqueños.

Para muchos la tragedia sigue ahí. Eso se nota cuando cuentan lo que vivieron la madrugada del 9 de octubre de 1997.

El Sur visitó la unidad habitacional Alejo Peralta que fue construida precisamente para los damnificados de la tragedia.

Sin embargo las viviendas se construyeron en una zona de alto riesgo –según los mapas de la dirección de Protección Civil–, ya que a escasos metros se encuentra el río de La Sabana.

Ubicada en la calle Capire de la colonia Arroyo Seco –a un costado de la populosa colonia Renacimiento– viven 48 familias que tuvieron “la suerte” de salir ganadoras en los sorteos de estas viviendas.

Aunque tienen carencias los habitantes no se quejan, pues dicen que se tiene que ser agradecido, Sin embargo sí reclaman que una promesa incumplida es la pavimentación de la calle principal, que, tras los últimos días de lluvia, está annegada.

La unidad Alejo Peralta así como las que se encuentran en Tunzingo, en la Cervantes Delgado o en El Quemado que fueron construidas con el mismo fin, tiene serios problemas, principalmente en época de lluvias.

Las 48 casas son de una sola habitación construida de tabicón y materiales prefabricados. Cuenta son dos ventanas, una al frente que es de loseta y otra de herrería. El señor Noé Celis Vázquez ocupa una de esas casas con su esposa y sus dos hijos.

Dijo que nunca olvidara el pasó del huracán Paulina por el puerto debido a que su hijo mayor tenía apenas un día de nacido y a quien bautizó como Noé Paulino. “Es un hijo de Paulina”, comenta.

Dijo que cuando ocurrió lo del Paulina  ellos vivían en la colonia Luis Donaldo Colosio, en Pie de la Cuesta. De esa noche recuerda la torrencial agua y las fuertes corrientes en las calles. Dijo que cuando lograron salir de su hogar fueron al albergue ubicado en la escuela Apolonio Castillo de Hogar Moderno.

Posteriormente, recordó, fueron llevados a la unidad habitacional Alejo Peralta y comentó que la mayoría de las promesas se las han cumplido como es la de darles muebles para su nuevo hogar. Lo único que les falta –dijo– es que pavimenten la calle principal, ya que en tiempos de lluvias se hacen encharcamientos.

Por su parte Guadalupe Betancourt Salinas dijo que se siente a gusto aunque las casas son pequeñas. Al igual que su vecino señala que piden la pavimentación de la calle principal. Cuando comenta de su experiencia con el huracán Paulina dice que todavía cuando lo recuerda se estremece, ya que vio cómo una vecina fue sepultada por la arena del arroyo en la colonia Simón Bolivar.

Comentó que de su humilde casa en la Simón Bolívar no quedó nada y ellos salieron por la puerta de atrás.

Narró que anduvo por varios albergues hasta que tuvo la suerte de que saliera sorteada con una casa en la Alejo Peralta aún cuando está en una zona peligrosa.

Pero a ella no le preocupa, ya que asegura que tiene casa y que cuando Dios quiera llamarla “pues morirá en donde sea”.

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