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Obtiene Federico Vite la beca de la Fundación para las Letras Mexicanas AC

 * Su proyecto es escribir una novela de los desaparecidos de la guerra sucia de los setentas

 Xavier Rosado * La semana pasada el escritor acapulqueño Federico Vite López obtuvo la beca para la formación de nuevos escritores de la Fundación para las Letras Mexicanas AC, gracias a la cual tendrá un año para dedicarse exclusivamente a la creación literaria.

El monto de la beca son 10 mil pesos mensuales durante un año en el que tendrá que producir el material que le requiera la fundación, además de tener acceso a la biblioteca, un tutor personal y a cursos y talleres literarios con destacados escritores mexicanos.

En total fueron 21 becarios

en cuatro disciplinas

La Fundación para las Letras Mexicanas AC cuenta con un patrimonio inicial de 11 millones de dólares y surgió en mayo pasado, tras el rompimiento del patronato de la Fundación Octavio Paz con la viuda del Nobel mexicano, Marie José Paz.

Este año aumentaron de 16 a 21 el número de becados en las áreas de narrativa, poesía, ensayo y dramaturgia.

De los 21 seleccionados, cuyas edades no superan los 29 años, ocho residen en el Distrito Federal y zona conurbada, mientras 13 viven en ciudades de estados como Chiapas, Baja California, Zacatecas, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Coahuila, Guerrero y Nuevo León.

De los 906 aspirantes, 453 concursaron en narrativa, 304 en poesía, 108 en ensayo y 41 en dramaturgia. De ese total, 403 son de la ciudad de México y 503 de los estados.

Junto con Federico Vite, fueron premiados Gabriela Aguileta, Daniela Bojórquez, Maritza Buendía, Luis Felipe Lomelí y Jorge Vázquez Angeles.

El jurado estuvo integrado por los escritores Mónica Lavín, Joaquín Armando Chacón, Orlando Ortiz, Bernardo Ruiz e Ignacio Trejo Fuentes.

El escritor Bernardo Ruiz será el tutor encargado de los seis becarios de narrativa, entre ellos Federico Vite.

La neta, todavía no me cae el veinte

Con el fin de obtener la beca, Vite cumplió con el requisito que marcaba la convocatoria, mandar un mínimo de 30 cuartillas en cualquier género literario; él envió sus cuentos cortos Una mujer sin lengua larga, Aún la mar revela secretos, Legión y Los tipos rudos no se lavan las manos.

Gracias a la calidad narrativa de los cuentos, y a la creación de personajes, el colaborador de El Sur tendrá la oportunidad de recibir los cursos y talleres de la asociación Letras Mexicanas en la ciudad de México por un año.

Aún la mar revela secretos fue ganador del certamen estatal de Cuento y Poesía María Luisa Ocampo, en el 2002. Asimismo, el escritor ganó el primer lugar en el concurso nacional de cuento José Agustín 2001 con Los tipos rudos no se lavan las manos y su cuento Legión fue premiado este año en el concurso hispanoamericano de cuento auspiciado por la revista Arcana.

“Estos textos los escribí en distintas épocas a partir del 2000 y forman parte del libro de cuentos inédito Criaturitas del señor”, comentó el autor.

Dijo que desde que vio la publicación de la convocatoria, en un diario nacional, de inmediato se interesó por obtenerla, debido a que –según calificó– resulta ideal para su desarrollo como creador.

“La neta es que como que no me cae muy bien todavía el veinte, es la primera y yo creo que la oportunidad más importante de mi vida, si no hago nada sería como suicidarme”, expresó.

Agregó que le gustaría saber cuántos de los que están becados son del sur, debido a que en esta zona de la república, no existe ningún tipo de apoyo para los creadores, “porque aparte somos muy huevones y como no hay casi apoyos se fomentan ambas cosas”.

Con su característica modestia, Vite expresó que está emocionado porque se encontrará en esa especie de valhalla para escritores en el que estará, dedicado exclusivamente a su labor creativa.

“Es ideal, te preparan, te pagan para que escribas y además tienes la opción de publicar tus trabajos con este fondo. Me regalan un año para escribir, aunque todavía falta hacer la carta compromiso para legalizar la relación con la fundación”.

Acerca del trabajo que desea concretar en su estancia en México, manifestó su interés por terminar una novela –intitulada aún– que trata sobre los desaparecidos en Guerrero en la guerra sucia de los setentas, que además abarcará la secuela de los noventas, que la protagonizan los huérfanos que dejaron las luchas campesinas.

“Yo creo que el año completo lo dedicaría a acabar la novela, aprovechando los talleres que vamos a recibir porque seguramente me van a dar más herramientas para escribir”.

Asimismo tiene pendiente la elaboración de un libro de cuentos.

“Lo mas chistoso será cuando me pregunten si fui becario del Foeca (Fondo Estatal para la Cultura y las Artes) en el estado y me va a dar pena decir que no ha salido la convocatoria en cuatro años, ya que debería ser el primer filtro para los creadores, pero no hubo tal, se gastaron el dinero”.

Dijo que la beca de Letras Mexicanas, es un buen camino para comenzar una carrera más profesional en la literatura mexicana, “no cualquiera se lo plantea así pero qué bueno que salió bien, estando aquí en Guerrero no creo que haya más opciones, pensándolo en serio no hay en realidad oportunidades de este tipo”.

Dijo que tendrá a su disposición a un tutor de la fundación y participará en exposiciones de sus trabajos con literatos reconocidos a nivel nacional.

En cuanto a que si aprovechará la ocasión para vincularse con escritores en México, expresó que cuenta en primera instancia con el nexo de la Sociedad General de Escritores de México, (Sogem) “ahí hay algunos conocidos, lo más sencillo es que avalen el trabajo, ahora sí que ya tiene un respaldo de cierta importancia, ya no es solamente la formación autodidacta, ya hay una institución que lo respalda”.

Dijo que en el Sogem de Querétaro tomó un curso en el área de narrativa, donde le impartieron técnicas y estilos narrativos, desde diversos puntos de vista de autores especialistas en el género.

Se le recordó que en aquella ocasión, cuando partió para Querétaro, mencionó que estaba decepcionado de Acapulco y que jamás regresaría, aunque contestó que no es el mismo caso ahora ya que no sabe si regresará o no.

“Es como una relación de amor-odio con Acapulco, dices ya me voy y regresas, pero no creo que afecte mucho que yo me vaya sobre todo porque aquí está este asunto de que el hecho de ser provinciano, no porque estés en el DF dejas de serlo, sino que por los golpes que tienes que recibir allá vas perdiendo mucha inocencia”.

Aunque sugirió que después de concluir su relación con la fundación, buscará algo qué hacer para quedarse en México.

“Se supone que es un trabajo de tiempo completo, una de las cosas buenas del proyecto es que hay una computadora a mi disposición a la hora que yo la quiera, más el préstamo de libros, material bibliográfico de la biblioteca de la fundación, si le aunas a eso la asesoría de tu tutor, no perderás el tiempo, hasta que terminas el proyecto o la beca”, finalizó.

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