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Propone investigador pagar impuestos por los niveles de contaminación

 Raquel Santiago Maganda * Ante el incremento de la depredación de los recursos naturales, investigadores ambientalistas coincidieron en que las personas deben ser sensibles a la crisis ambiental actual, y para motivar la participación contra el desgaste sugieren nuevos métodos como pagar un impuesto por el nivel de contaminación, y trabajar en una nueva cultura de preservación en las comunidades indígenas ubicadas dentro de las principales áreas boscosas.

Tales propuestas se dieron en el foro organizado por la Comisión de Derechos Humanos (Codehum) Guerrero y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se llevó a cabo para conmemorar el 13 aniversario de fundación del organismo estatal a cargo de Juan Alarcón Hernández, y en honor al ex gobernador fallecido José Francisco Ruiz Massieu.

El acto que ayer mismo se clausuró tuvo lugar en el hotel Costa Club y a él asistieron más de 500 personas.

Tras los discursos de los funcionarios invitados como el alcalde Alberto López Rosas, y de Alarcón Hernández inició la primera ponencia La especifidad del medio ambiente, a cargo de José Juan González Márquez, coordinador del doctorado en derecho ambiental de la Universidad Autónoma de México.

González Márquez aseguró que en la Constitución mexicana existen lagunas y deficiencias respecto a la regulación del medio ambiente.

Dijo que con la intención de preservar el medio ambiente ya deteriorado por el incremento de la contaminación, es necesario que se legisle en materia ambiental.

una de sus propuestas fue cada una de las personas que contribuya a contaminar, pague un impuesto.

Aseguró que la ausencia de reglas jurídicas permite la devastación de los recursos naturales, cuando con el derecho ambiental sería posible lograr la justicia social para reinvindicar a los 40 millones de pobres del país, que irónicamente son los poseedores de la riqueza natural, es decir, los campesinos.

Incluso aseguró que el contacto de los jornaleros con el medio ambiente es cordial pues no lo deterioran; agregó que antes de la llegada de los españoles a América no existía la contaminación.

El ponente, quien fuera asesor jurídico del ex gobernador Francisco Ruiz Massieu, criticó severamente el desempeño de la Profepa y de la Semarnat, a la primera la calificó de “oficina de multas” y la acusó de cometer actos de corrupción.

Propuso que los recursos naturales deben contar con una normatividad que vaya de acuerdo a su función ambiental.

El ponente preguntó a los asistentes “¿qué es más valioso, un bosque por su costo económico o por la función ambiental para generar y sanear el aire?”.

En tanto, el coordinador regional del Proyecto Ecoregión Montaña, Taurino Hernández Moreno, con la ponencia Cultura indígena y manejo de recursos naturales mostró las consecuencias de la depredación de los bosques de La Montaña, en donde desde el año pasado hasta el 2009 se realiza el proyecto financiado por la Organización de las Nacional Unidas en una de las regiones de mayor pobreza extrema y de presencia de indígenas.

Taurino Hernández, coordinador del grupo interdisciplinario, explicó que el objetivo es sensibilizar a los grupos indígenas para el manejo sustentable de los recursos naturales. Mencionó que las principales actividades que han acabado con los bosques, son los pastizales, la agricultura, la tala inmoderada, los incendios “de manera alarmante” y el uso de leña por los campesinos.

Con información recabada mostró que las áreas prioritarias de bosques en la región estudiada son lugares donde radican los indígenas, y aunque reconoció que los pueblos y culturas maternas han logrado conservar la riqueza biológica del país.

Esto, aseguró, muestra una de las caras de la crisis en La Montaña que repercute en una crisis ambiental. Ejemplificó que son consumidas 190 mil toneladas de leña y afectadas mil 300 hectáreas por la extracción ilegal de madera.

La depredación de los bosques tiene como consecuencia el incremento de la migración temporal o permanente que “han roto la liga con la región”.

Reiteró que las metas del proyecto calificado por el propio coordinador como “utópico” es mantener hasta el 2009 el 80 por ciento de la cubierta forestal actual, mantener la biodiversidad existente, además de mejorar la calidad y disponibilidad del agua.

Entre las propuestas que tiene el grupo interdisciplinario para reducir el impacto ambiental, es el uso de fogones altos y no en el suelo, e incluso que los campesinos llegaran a cosechar su leña para detener la tala de árboles.

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