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CARTAS (Advierten de peligro de violencia en Aratichanguio, municipio de Zirándaro)

Señor director:

 Por la gravedad de lo que aquí se plantea le pido de la manera más atenta un espacio para la presente en la sección de lectores de El Sur.

Lic. Rene Juárez Cisneros

Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero

El 1º de junio del 2002 los ciudadanos de la comunidad de Aratichanguio, del municipio de Zirándaro elegimos, de acuerdo con la Ley Orgánica del Municipio Libre de Guerrero, a la planilla de comisarios que sucesivamente se habrían de hacer cargo de la dirección de esta comunidad durante los siguientes tres años, ordenados de la siguiente manera como manda la ley: de junio de 2002 a junio de 2003 asumiría el cargo José Ramírez Duarte; de junio de 2003 a junio de 2004 lo haría Gregorio Pacheco Beltrán, y de junio de 2004 a junio de 2005 se encargaría Leobardo Beltrán Duarte, con Salvador Mendoza Pineda como suplente.

El pasado junio que debió asumir su responsabilidad el segundo integrante de la planilla, es decir, Gregorio Pacheco Beltrán, no pudo hacerlo, debido a que un pequeño grupo de la comunidad, azuzado por las autoridades del ayuntamiento se negó a que el comisario saliente José Ramírez Duarte, entregara el cargo, pretendiendo que continúe ilegalmente en el mismo, contra la voluntad de la inmensa mayoría de la comunidad y de la ley.

A pesar de la exigencia de la mayoría de los ciudadanos para que el Ayuntamiento realice el cambio de comisario, el presidente municipal, Marcial Cárdenas, se ha negado a hacerlo porque pretende a través del actual, mantener el control de Artichanguio, la comunidad más perredista de Zirándaro, que resulta clave para que su grupo conserve el gobierno municipal, aunque pase sobre la voluntad de la mayoría del perredismo aratichanguense.

Ante la presión de la comunidad para que se respete la ley, el pasado domingo 31 de agosto, las autoridades del Ayuntamiento se vieron obligadas a convocar al pueblo de Aratichanguio para realizar una nueva elección; a este evento el presidente municipal, con una total falta de sensibilidad, envió a realizar la elección al director de Seguridad Pública, quien se presentó acompañado de un grupo de policías en una actitud realmente provocadora y amenazante hacia los ciudadanos. Ante la evidente mayoría de los ciudadanos que exigen el cambio de comisario, los enviados del presidente decidieron suspender la elección, anunciándole a los presentes que sería el cabildo el que nombrará el nuevo comisario.

Señor gobernador, usted sabe que el comisario es el más auténtico representante de la comunidad frente al ayuntamiento y otras autoridades estatales. Esta figura ha sido pensada para darle voz a la comunidad en sus demandas y gestiones; esta instancia es un legítimo gobierno comunitario, en el que confían sus representados para que cuide de sus intereses, por lo que sería absurdo que el Ayuntamiento lo nombrara.

Entonces, ¿por qué el gobierno estatal permite que el ayuntamiento de Zirándaro continúe violando descaradamente la Ley Orgánica del Municipio Libre? Porque a las autoridades estatales les conviene esta división entre los perredistas de Aratichanguio, el más fuerte bastión de nuestro partido en el municipio. El PRI cree que si deja correr este problema, el PRD quedará tan despedazado, que dentro de dos años podrá recuperar Zirándaro; el presidente municipal Marcial Cárdenas, en su intento por favorecer a su grupo, ni siquiera se da cuenta de esto o de plano no le importa, ya que es un perredista muy reciente.

Señor gobernador René Juárez Cisneros, exigimos la intervención del gobierno estatal para solucionar con apego a la ley, el cambio de comisario en Aratichanguio; aquí no hay más que dos opciones: o se le da posesión a Gregorio Pacheco Beltrán, a quien por ley le corresponde o se convoca a nuevas elecciones. La persistencia en la violación de la ley en este caso, por parte del Ayuntamiento y de la Dirección de Gobierno del Estado, puede traer consecuencias muy graves; si eso ocurre el pueblo de Aratichanguio responsabilizará al gobierno estatal y al municipal de la sangre que se pueda derramar en esta comunidad.

Seguramente usted tiene información de la combatividad del pueblo de Aratichanguio; sabe que no estoy exagerando y que la posibilidad de un enfrentamiento sangriento es real. Los últimos sucesos en la comunidad de Petaquillas son una muestra de la importancia que los ciudadanos le dan a sus gobiernos comunitarios, pues lo que sucedió ahí será un pálido ejemplo de lo que pudiera ocurrir en Aratichanguio.

   Atentamente
Vicente Aguilar Sánchez
Representante del Comité Ciudadano de Aratichanguio por la Defensa de la Legalidad

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