Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Castrejón Diez

 Las cuitas del Partido Verde

El 30 de junio publiqué en este espacio un artículo sobre partido y democracia, en el cuál comentaba el esfuerzo de la senadora del Partido Verde, Sara Isabel Castellanos Cortés, que el 5 de noviembre del 2002 propuso que se modificara la actual legislación para que “sean los propios partidos los que resuelvan en definitiva cuestiones atinentes a los temas de afiliación, suspensión o expulsión de sus miembros”. Esto naturalmente reflejaba una actitud autoritaria dentro del partido y se confirmaba lo que tantos analistas y columnistas han mencionado, de que el Verde es en realidad un negocio controlado por una familia.

Hubo una queja de uno de los afiliados a este partido, José Luis Amador Hurtado, que acudió al Trife porque consideraba que habían sido violentados sus derechos para participar en la contienda electoral y que la distribución de candidaturas contravenía lo que la ley ordena para el proceso democrático dentro de los mismos partidos. Esta situación era un secreto a voces, pero el Tribunal o el IFE no podían actuar oficiosamente, se requería una queja formal como la que presentó el señor Hurtado para poder actuar.

La decisión del tribunal electoral fue a favor de quien se quejaba y es muy ilustrativo ver los argumentos que el Tribunal utilizó como tesis para obligar al Partido Verde a modificar sus estatutos y a cambiar su comité ejecutivo nacional.

Una de las violaciones al proceso democrático la encontró el Tribunal en los artículos 10 y 11 de los estatutos, en que la autoridad suprema del partido se integra solamente con los miembros de la Comisión Ejecutiva Nacional, siete personas por regla general, el Presidente de la Comisión Ejecutiva Estatal de cada una de las entidades federativas, 32 personas. Sólo estas personas pueden participar en la toma de decisiones lo que hace que la militancia carezca de representatividad y hasta de derechos.

El Tribunal encontró que en los artículos 12, fracción 1 y 16 y en el artículo 6 de los estatutos, el presidente de la Comisión Ejecutiva Nacional es el único que está facultado para convocar a la Asamblea Nacional y además de ello no hay representatividad de la militancia ni en los comités estatales ni en el ejecutivo nacional, lo que hace que sea la del Partido Verde Ecologista Mexicano una militancia sin derechos, es decir, una oligarquía perfectamente articulada para que se pueda manejar en última instancia por siete personas, la distribución de lo que Michels llamaba los bienes selectivos.

En los estatutos encontró el Tribunal que tampoco prevén el tiempo específico en los cuales el dirigente debe ejercer su cargo. Esto sostiene otra de las tesis del Tribunal, que la centralización en la toma de decisiones depende en gran medida del presidente nacional de este partido ya que para que se considere legalmente instalada la Asamblea Nacional y sean válidas las decisiones asumidas en ella, es necesario que se encuentre el presidente nacional del partido; es decir, todo se centra alrededor de siete personas, siendo la más importante de ellas el presidente del partido.

El hecho es que estas tesis comprobadas con los mismos estatutos muestran las razones que llevaron al tribunal electoral a ordenar la revisión de los instrumentos para dar representatividad a toda la militancia, así como considerar que el comité ejecutivo nacional de ese partido al no ser democráticamente electo, contraviene las leyes electorales de nuestro país que pugnan por la democratización no solo del país sino también de la vida interna de los partidos. La decisión del Tribunal da a los militantes el derecho de opinar, lo que no han hecho desde la fundación del partido, es por eso que el Verde ha deambulado desde el cardenismo, el PAN y ahora el PRI. Todo eso sin consultar a la militancia, solamente con la decisión de quien truena el chicharrón.

El Partido Verde llevó el caso nuevamente a la Cámara de Diputados acusando al Trife de intromisión en asuntos internos del partido. Lo que es verdaderamente increíble es que PRI y PAN hubieran unido sus voces a la idea de aislar a los partidos políticos del ámbito del Trife. Este organismo y el IFE fueron creados para asegurarse de que evolucione la democracia en todos los ámbitos, ¿Por qué les da miedo la democracia a los partidos?

468 ad