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Afectan las lluvias el desarrollo del macro simulacro de sismo en el puerto

 * Los servicios de atención tuvieron que estar atentos a posibles llamados de auxilio reales por la tormenta

 El macro simulacro de reacción ante un sismo de 8.1 grados ritcher que se realizó en cinco puntos de la ciudad tuvo un éxito parcial. Las lluvias de ayer afectaron la capacidad de respuesta de los cuerpos que tienen que ver con la prestación de auxilio en casos de desastre, por estar al pendiente de los posibles llamados de auxilio por el paso de la tormenta.

Incluso a la 1:30 de la tarde, cuando se daría una conferencia de prensa para informar de la evaluación del trabajo realizado por ese simulacro, ésta se demoró por no contar con información completa de la participación e incidentes en este operativo organizado como parte del Día Nacional de Protección Civil que se lleva a cabo en memoria de los sismos del 19 de septiembre de 1985.

Antes de la conferencia, ofrecida media hora después por el director de Protección Civil municipal, Sabás de la Rosa Camacho, la secretaria general de Gobierno, María de la Luz Núñez Ramos, y el coordinador general del C-4 –a cuyo edificio se convocó a los medios–. Constantino Castro García, los representantes del Ejército, la Armada y la policía estatal se retiraron para atender las contingencias que se pudieran presentar por la tormenta de ayer.

En la conferencia se informó que el tiempo de reacción de los organismos de protección civil fue de 2 a 18 minutos, y que el operativo tuvo una duración de 50 minutos desde su inicio, a las 12 del día.

La movilización partió ante la hipótesis de un sismo de 8.1 grados centígrados en la escala de Richter que tendría su origen en el municipio de San Jerónimo. Tres minutos después el C-4 recibiría los reportes de daños de cinco puntos de la ciudad: el hospital privado Del Pacífico; el Palacio Federal; el hotel Malibú; la Universidad Americana de Acapulco y un accidente en la Autopista del Sol provocada por la volcadura de una pipa que transportaba amoniaco.

Hospital del Pacífico

Entre caras de asombro de los transeúntes se efectúo el simulacro de evacuación de pacientes y heridos del hospital privado del Pacífico, ubicado en el fraccionamiento La Bocana, a partir de la presunción del colapso del edificio.

Del nosocomio los rescatistas sacaron a seis hospitalizados. También evacuaron a dos médicos y a dos enfermeras lesionados durante el sismo, quienes atendían a los pacientes. Un helicóptero de la Procuraduría General de la República (PGR), cinco ambulancias –dos de servicio privado– y diez socorristas apoyados por agentes de Tránsito y policías del estado, colaboraron en el traslado de los pacientes y heridos.

El Centro Deportivo Infantil de Futbol ubicado frente al hospital sirvió para que el helicóptero descendiera, mientras los paramédicos se apresuraban a bajar a los pacientes de las ambulancias. El simulacro fue coordinado por el jefe del Departamento de Programas de Acciones Preventivas, Nuvia Sáyago. Los trabajadores del hospital se limitaron a observar por las ventanillas lo que aconteció frente al hospital.

Estudiantes de la escuela primaria Capitán Antonio Abarca Memije de El Morro, Víctor Saúl Cabañas Muñoz y Mauricio Muñoz Altamirano contaron a los reporteros que en el lugar sucedía un simulacro para saber que ante un sismo tienen que ubicarse en lugares seguros donde no les pueda caer objetos. Revelaron que saben porque el jueves por la mañana hicieron un simulacro en su escuela.

“Está muy bien, porque a veces suceden para las que no estamos preparados”, fue otra opinión de la vecina Rosalba Ramírez, quien esperaba cerca del simulacro a su esposo.

El padre de familia José Luis Catalán les platicó a sus hijos Kimberly Catalán y José Luis Catalán, de 10 y 8 años de edad que hace 18 años sucedió un terremoto en México.

“Vine porque la persona de aquí es mi amigo (el dueño del centro deportivo), y me dijo, ‘oye, van a hacer un simulacro’, por eso les dije a mis hijos, ‘vamos a ver, vénganse’”. Explicó que a sus hijos les dijo que lo que estaban viendo podría suceder pero que no era real. También les contó de la experiencia que vivió el la ciudad de México en el sismo de 1985.

Palacio Federal

La alarma para evacuación del edificio del Palacio Federal se dio dos minutos después de las doce, aunque su ulular no alcanzaba a considerarse alarmante. Este edificio alberga 11 dependencias (Correos, INEGI, Telégrafos, RTC, Copladeg, Profepa, Sagarpa, SCT y Senasica, entre otros). Es una construcción de cuatro pisos, recién abierta hace dos años luego de estar cerrado durante ese mismo lapso por reparación para reforzar su estructura.

De acuerdo con el administrador del edificio, Carlos Aguirre de Anda, ahí laboran unas 700 personas, aunque ayer fueron evacuadas unas doscientas. El retiro del personal se llevó a cabo en cuatro minutos y no en los dos que se tenían previsto. Veinticinco minutos después de la alarma aún se sacaba al último de los diez heridos (por caída de archiveros), y a los 40 minutos llegó el auxilio de elementos de la Armada y una ambulancia para trasladar a los lesionados recostados al otro costado de la avenida Costera, donde se concentró a los trabajadores.

El edificio cuenta con cuatro salidas, una principal hacia la Costera, dos de emergencia a los costados y una cuarta hacia la calle Morelos, la cual permaneció cerrada, como lo está normalmente.

La evacuación de los heridos se dio por un comité de protección civil interno instalado previamente por la administración el edificio, según informó el subdirector general de Protección Civil, Domitilo Soto, quien estuvo a cargo de la operación.

No obstante, o por no estar lo suficientemente informado de que se realizaría este simulacro, o por falta de cooperación, la evacuación se vio entorpecida por el tráfico vehicular en la Costera, pues choferes de camiones y automovilistas insistían a claxonazos en pedir la apertura de la calle cuando guardias del mismo edificio abrían el paso a los trabajadores al otro extremo de la calle durante la evacuación.

Hotel Malibú

La evacuación del hotel Malibú durante el macro simulacro duró 24 minutos. La única falla fue que no llegó la ambulancia de la Cruz Roja que tendría que llevarse a dos personas con heridas leves.

A las 12 horas se escuchó la alarma y comenzó un incendio en el área de la cocina, provocando que los empleados salieran “despavoridos” a la calle. A las 12:07 horas el gerente del hotel Malibú, Héctor Pérez Rivera, llamó al 066 y minutos después llegó un camión de bomberos.

Todos los participantes estuvieron inmersos en su papel cual si fuera un siniestro real. El subdirector de Tránsito, Salvador Melesio, agilizaba a los automovilistas, mientras estos, azorados, observaban la movilización. Fueron colocadas patrullas para dar espacio a que se estacionaran las ambulancias y el camión de Bomberos.

La zona fue acordonada mientras los bomberos auxiliaban a diez personas  que se encontraban en los sitios superiores y los paramédicos atendían a las seis personas que resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.

El ejercicio de cómo actuar ante un sismo y sus consecuencias, causó azoro entre algunos turistas que se preguntaron qué pasaba y observaban las maniobras de los bomberos, así comola salida de los heridos que eran trasladados en las ambulancias de la PGR y la del IMSS.

Al finalizar el simulacro el gerente de la hospedería, Héctor Pérez Rivera, comentó a los medios que se sentían muy satisfechos con los resultados. Manifestó se avisó con tiempo a los huéspedes que sólo era un ejercicio para evitar que se alarmaran.

La Universidad Americana

En el simulacro de terremoto que se realizó en la Universidad Americana de Acapulco (UAA) se evidenció la falta de cultura en los estudiantes, así como la falta de rampas para el acceso de las ambulancias y minusválidos, además de lo peligrosó que para un desalojo resulta su escalera del acceso principal.

A las 12 horas de ayer se hizo el llamado de inicio del simulacro en donde participaron más de 800 alumnos y los 300 trabajadores administrativos, docentes y de mantenimiento. La logística fue de 9 heridos, un muerto –todos ellos simulados por los empleados–, que fueron trasladados al hospital Magallanes. Después de 35 minutos llegó la primera ambulancia que empezó a atender a las supuestas víctimas del terremoto.

Después de 45 minutos estuvieron en el plantel 6 ambulancias cada una con tres rescatistas a bordo; una de las unidades fue el Centro de Operación Móvil que cuenta exclusivamente con una planta de luz para atender las emergencias.

La participación de los maestros, personal administrativo y de mantenimiento fue realizado con toda seriedad y en apego a la organización para hacer efectivo el ensayo en caso de emergencia. Sin embargo, los estudiantes tardaron más de 3 minutos en desalojar el inmueble obligados más por sus maestros que por los deseos de participar en el macrosimulacro.

Durante el camino al área de seguridad ubicado en el estacionamiento del plantel, eran frecuentes escuchar comentarios como: “ojalá hagan diario el simulacro para no tener clases”, “es una pérdida de tiempo”, “qué flojera”.

Durante los primeros minutos del simulacro incluso uno de los visitantes de la universidad que tenía estacionado su vehículo pretendió salir, y en ese momento la zona se convirtió en área de inseguridad para los estudiantes. El vigilante del estacionamiento solicitó al conductor esperar que la zona fuera desalojada por los estudiantes para que evacuara el lugar.

El sobrevuelo del helicóptero de la PGR causó revuelo e incluso algunos turistas extranjeros tomaron algunas fotografías del simulacro, mientras que otras personas se encontraban extrañados por la actividad e ignoraban que se trataba de un ensayo estatal ante una emergencia

La conferencia

A las dos de la tarde el director de Protección Civil, Sabás de la Rosa, y la secretaría general de Gobierno, María de la Luz Núñez, ofrecieron una conferencia de prensa para informar de la primera evaluación al operativo, realizado en tiempos reales. Los representantes del Ejército y la Armada que se encontraban antes en el edificio del C-4 se retiraron para estar atentos a las posibles contingencias de las lluvias de ayer.

De la Rosa contó que la SEG informó que en el macro simulacro participaron 2 mil 205 personas, independientemente de los 300 elementos del personal de emergencia y voluntario, elementos del Ejército, la Armada, la PGR, y las policías estatal y municipal.

Comentó que aunque este es el tercer simulacro que se realiza en Acapulco, es el primero que se hace en tiempo real. Destacó la aportación en este operativo por primera vez del C-4 en cuanto a asistencia a las llamadas telefónicas.

El funcionario municipal contó que el simulacro duró 50 minutos, desde la primera llamada recibida por el C-4 y hasta el último traslado realizado en helicóptero del herido en accidente carretero.

Núñez Ramos reportó que el tiempo promedio mínimo de atención a los llamados fue de dos minutos para llegar a los lugares y un máximo de 18, aunque “en un evento real esto se podría alterar, porque la gente se altera”.

Sabás de la Rosa dijo que ha mejorado la respuesta en un tiempo real, de 2 a 4 minutos máximos, lo cual permitirá mejorar el auxilio a la población en cuanto a la labor de los cuerpos de emergencia.

Aceptó que “desafortunadamente” el clima había afectado el tener la información completa a esa hora del resultado del macro simulacro, aunque aseguró que no se había presentado algún incidente durante el despliegue del operativo de los cuerpos de emergencia.

Y es que, dijo, en esta ocasión se actuó a partir de atender un escenario real de emergencias: “No quisimos simular nada, hace dos años hicimos un simulacro y los cuerpos de emergencia se instalaron a dos cuadras de los lugares, y se atendieron en un máximo de cinco o diez minutos. Estaba todo planeado en tiempos no reales de desastre. Ahora hay otro nivel, de tiempos reales de emergencia. Hace dos años la información se pasó de un cubículo a otro”.

Constantino Castro, coordinador del C-4, contó que esta dependencia tomó nota de los tiempos de respuesta de las policías, aunque esa dependencia mantiene el servicio a la ciudadanía cuenta del número 066, para brindar atención emergente a quienes la requieran. (Con información de Karina Contreras, Jorge Nava, Aurelio Peláez y Raquel Santiago).

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