Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Aurelio Peláez

Por ahí en 1984 en los mediados del sexenio del presidente Miguel de la Madrid, hubo una revista patrocinada por el CREA, el Instituto de la Juventud de entonces, llamada Encuentro y en cuya dirección estaba Paco Ignacio Taibo II. La revista se manejaba como de línea plural. Recién debutábamos en la reforma política y en una entrevista, Javier Aguirre, que entonces jugaba para el Atlante, reveló que era militante del Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
La nota fue relevante no porque Aguirre fuera de los mejores futbolistas del país, sino porque mostraba un aspecto del deporte que era inédito, el ir a contracorriente del poder. Hasta entonces, por lo menos mediáticamente, los futbolistas, boxeadores y atletas eran el relleno de los actos de campaña del omnipresente PRI. El pugilista Ratón Macías fue un ícono de esas actividades. Todavía en las elecciones de 1994, Jorge Campos y Manuel Negrete aparecieron escoltando en un mitin en Acapulco al malogrado candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio.
Los deportistas en México adolecen de una gran despolitización que les lleva a ser usados, no sólo por el poder, sino también por los intereses comerciales, con sus aisladas excepciones. Sin formación escolar o política, acaban siendo micos de la peor causa.
El contraste es Sudamérica. Deporte y militancia no son contrapuestos. El futbol no es el opio del pueblo, le podría haber dicho el fino centrocampista brasileño Sócrates (1964-2011) al articulista Florencio Salazar, que calificó así a este deporte masivo en un artículo que publicó (escondió) en un diario porteño.
Esto lo dice uno luego de afrontar a pie firme uno de los programas que durante estos días del Mundial retransmitió el canal 11, De zurda, de Diego Armando Maradona, de Telesur.
En sí, el programa fue pésimo, con un Maradona hablando como si la sala de su casa marcara los tiempos de un set de televisión. Bueno, para quienes no lo sepan, hace unos días adelantó la campaña de las Abuelas de la Plaza de Mayo, esas que durante la Guerra Sucia en Argentina perdieron a sus nietos, robados por los militares y que ahora pretenden recuperarlos.  “Resolvé tu identidad ahora”, dicen los activistas Messi y Mascherano.
Nomás por eso hoy le vamos más a Argentina. ¡Carajo!

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