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Se inconforman damnificados de Tixtla por errores en las 22 casas que les entregó la Sedatu

*Llevan 600 viviendas entregadas en el estado de las 11 mil que se requieren tras la contingencia, reconoce el secretario federal Jorge Carlos Ramírez Marín. En La Montaña hay retrasos porque “nos afecta el clima”, justifica

Rosalba Ramírez García

Tixtla

El titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín entregó en Tixtla 22 viviendas de las 101 que se necesitan para los damnificados por la tormenta Manuel, pero la falta de garantía y algunos errores de construcción provocaron inconformidad entre las personas que recibieron sus llaves.
El delegado se “comprometió” a que antes de que se cumpla una año de la tormenta tropical Manuel, terminarán la entrega de viviendas a las familias que resultaron afectadas por la creciente de ríos lagunas y desgajamiento de cerros.
Ahí informó que además de las 22 casas que entregaron en Tixtla, en Costa Chica fueron cuatro, en Azoyú, Copala y Marquelia, el mismo número en Zapotitlán Tablas y 75 en Tierra Caliente en Coyuca de Catalán, Ajuchitlán del Progreso y Tlapehuala.
Durante la entrega comentó que llevan 600 viviendas entregadas aunque la necesidad generada por la contingencia es de unas 11 mil, entre reconstrucciones totales y parciales.
Dijo que “lo más complicado ya se superó” y se refirió a que fue la legalización de la tierra en donde se desarrollarán las reubicaciones.
Insistió en que cada una de las viviendas levantadas con panel de concreto garantiza una resistencia de 300 kilos por centímetro cuadrado, cuando el bloque normal resiste solo 66 kilos.
El delegado de Sedatu en Guerrero, Héctor Vicario Castrejón comentó que de las 101 viviendas nuevas programadas para Tixtla, 37 las realizarán en un predio que ya tienen. Y consideró que la duda e inconformidad de los damnificados es porque se trata de materiales diferentes a los utilizados en la zona.
Para el caso de Chilpancingo, en donde se construye un fraccionamiento para más de mil 400 damnificados, Ramírez Marín reconoció que apenas en esta semana iniciará la introducción de los servicios públicos, como agua, drenaje y energía eléctrica.

Inconformidades de los damnificados

Don Mario, que tiene su casa en la calle Copil número 7, se inconformó porque en el acta de entrega de la casa no se establece ninguna garantía por vicios ocultos que pudiera tener la vivienda, y comentó que antes de que empezaran a construirla planteó al delegado Héctor Vicario que las viviendas deberían tener garantía.
El damnificado Florencio Dominguillo Catarino dijo que la casa es demasiado pequeña comparada con la que tenía, en la que vivían tres familias, todas dedicadas al campo
La vivienda que tenía estaba justo a tras de la iglesia del Santuario, era de adobe y teja, pero se derrumbó a consecuencia de que permaneció meses bajo el agua tras el crecimiento de la laguna en septiembre pasado a consecuencia de la tormenta Manuel.
El arquitecto Carlos Arias dijo que la constructora Elementia afirmó que se “comprometió” con Sedatu de que cualquier vicio oculto que pudiera surgir sería reparado, pero sólo en el primer año.
Sobre la durabilidad tenía cada vivienda, el arquitecto trató de evitar responder, pero los damnificados y el delegado insistieron hasta que dijo que de 25 a 30 años “con su debido mantenimiento”.
Ellos son parte de los 22 damnificados de Tixtla que ayer por la mañana recibieron las llaves de sus nuevas viviendas de 46 metros cuadrados, con techo de lámina y paredes de panel de concreto.
El señor Mario, quien únicamente dio su nombre, señaló al jefe de obra las deficiencias que registran las construcciones, como que hay espacios de casi medio centímetro abiertos en las ventanas, aberturas mal selladas con silicón convencional transparente, fajillas de madera pegadas con clavos muy delgados y cerraduras que dijo no garantizan seguridad.
El arquitecto Arias hizo lo posible porque la inconformidad y las dudas no empañaran el acto que encabezaba el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín e insistía al damnificado que le firmará de conformidad.
“Don Mario, yo no le voy a entregar nada mientras usted no me firme de conformidad”, precisó el arquitecto, pero el damnificado solicitaba paciencia para escuchar su inquietud.
El señor Florencio Dominguillo Catarino, campesino de aproximadamente 65 años, molesto por las deficiencias de la vivienda, no disimuló su inconformidad, ni siquiera cuando se le acercó el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez, quien quiso hacer empatía preguntándole si estaba más contento que con su casa anterior.
Pero el damnificado le contestó “la verdad es que aquí somos tres familias, la anterior casa era de cinco metros de ancho por 40 de largo; aquí vamos a caber pero muy apretados. Pues de que no me dé nada la autoridad, aunque sea esta casita”.
Entonces el secretario le preguntó si su casa estaba mejor que la que estaba recibiendo, y el damnificado le contestó que aunque era de adobe “la verdad es que sí estaba más arregladita”.
Ramírez Marín le afirmó que la entrega de la vivienda es solo “el principio de una nueva etapa, ya que se pretende apoyarlo con otras cosas que servirán para consolidar la reconstrucción”.
En declaraciones a reporteros dijo que ya “casi tienen todos los terrenos” pero no precisó cuántos hacen falta.
Reconoció que en la región de La Montaña van atrasados los trabajos de reconstrucción porque “nos afecta el clima”, justificó a casi 10 meses de la contingencia.
Del caso de Chilpancingo recordó que se va a construir un fraccionamiento nuevo y que está semana apenas iniciarán con la introducción de la energía eléctrica, el agua potable y una planta tratadora de aguas residuales así como la construcción de una clínica al igual que en San Vicente comunidad de Chilpancingo.
Dijo que los retrasos son por cuestiones ajenas a la dependencia federal, y no por falta de recurso.

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