Culmina la OFA la primera parte de la temporada Notas de Sol con Beethoven, Tchaikovsky y Albéniz

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Una batalla entre “himnos” se protagonizó al ritmo de los tambores y al toque de las trompetas la noche del viernes en el Teatro Atlantes del Fairmont Princess Acapulco cuando la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA), interpretó La victoria de Wellinton de Ludwig van Beethoven y la Obertura 1812 de Piotr Ilich Tchaikovsky con ayuda de diversos artificios para meter en ambiente al público.
Previamente, y como parte del último concierto de la primera parte de la temporada Notas de sol, la OFA interpretó la Suite Iberia, del músico español Isaac Albéniz.
Luego de la charla habitual de su director Eduardo Álvarez Ortega, donde se limitó a indicar que en un par de semanas se informará acerca de la segunda parte de la temporada, tanto del programa como la sede en donde se llevará a cabo, la OFA dio cuenta de su habilidad, misma que la ha consolidado como uno de los pocos referentes culturales de la entidad ante unas trecientas personas que pudieron acudir al teatro.
La Suite Oberia de Albéniz, compuesta a principio del siglo pasado, inicialmente se diseñó para tocarse con piano, pero de la mano del también músico español Fernando Arbós y Tremati, amigo de Albéniz, al menos cinco de las 24 piezas que componen la suite fueron arregladas para orquesta, mismas que ejecutó la OFA, calentando el ambiente para la segunda parte del concierto.
Luego del intermedio, tocó el turno a La victoria de Wellinton, compuesta en 1813 para celebrar la victoria de las tropas británicas, españolas y portuguesas, comandadas por el duque de Wellington, sir Arthur Wessley, sobre el ejército francés en los alrededores de la ciudad de Vitoria el 21 de junio de ese mismo año; tambores y trompetas destacaron en la pieza.
Finalmente, la OFA interpretó la Obertura 1812 de Piotr Ilich Tchaikovsky, donde La Marsellesa así como el Dios salve al zar, himnos entonces tanto de Francia como de Rusia, se enfrentaron resultando vencedor el bando ruso.
En medio de la orquestación que incluyó efectos especiales que simularon artillería, el final maximizado con el gran bombo de fondo se llevó los aplausos de la gente, que se queda a la espera de noticias respecto al futuro de la orquesta.