Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

¡Asústame, panteón!

El 13 de junio, un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, hicieron una fiesta nocturna. El asunto no tendría nada de particular de no ser porque la pachanga fue dentro del panteón de Dolores, más precisamente, en la Rotonda de las Personas Ilustres. El citado cementerio está en la delegación Miguel Hidalgo que malgobierna Víctor Hugo Romo, quien suele autorizar reventones diversos en esa área que todos los mexicanos deberíamos respetar. El delegado en dos ocasiones dio su permiso para que se empleara la Rotonda como escenario teatral, otras veces ha dado su firma para que ahí se graben telenovelas del duopolio y anuncios de marcas comerciales. Suman 54 los permisos otorgados por la delegación para actividades fotográficas profesionales y rodaje de películas, aunque en este caso corresponde a la Comisión de Filmaciones del DF extender la autorización. Pese a la abundancia de antecedentes, hasta ahora no habían intervenido ni las autoridades de la capital ni la Secretaría de Gobernación, responsable de la multicitada Rotonda y del culto cívico a los mexicanos notables.

Un caso de necrofilia familiar

Esta vez las cosas fueron demasiado lejos. Para celebrar el jolgorio, dentro del panteón se colocó una enorme carpa bajo la cual se acomodaron sofás y otros muebles para el centenar de invitados, quienes aparecen en las fotos con sus tragos en la mano, felices por la música que interpreta un mariachi contratado para la ocasión. Circulan en internet tomas de la selecta concurrencia tomando la copa, bailando y sonriendo sobre las lápidas, pues debieron situarse un poco más arriba de donde se celebró un rally de motocicletas, las que corrieron entre las tumbas de los próceres. La razón es que una tal Claudia Cervantes, a quien se tilda de actriz, decidió celebrar su cumpleaños en compañía de difuntos tan célebres como Ignacio M. Altamirano, Gabino Barreda, Manuel M. Ponce, Amado Nervo, Julián Carrillo, Diego Rivera, Da-vid Alfaro Siqueiros, Rosario Caste-llanos, Juan Álvarez, Ponciano Arriaga, Carlos Chávez, Salvador Díaz Mirón, Ricardo Flores Magón y un centenar más. Para más señas, en estos días se publicó que la señito de la fiesta es sobrina de Felipe Calderón Hinojosa, el más grande productor de muertos del México moderno. Necrofilia familiar, pues.

Murió Fernando Gou

El sábado falleció Fernando Gou, un apasionado del cine. Su familia fue dueña del cine Río y él mismo promovió la creación del programa Tiempo de cine que pasaba por Canal Once. Durante años acudió a la tertulia de las tardes en el Perro Andaluz y los sábados a mediodía se le veía en Libros Escogidos, la librería de Polo Duarte, a la que llegaban Emilio García Riera, Pepe de la Colina, Francisco Sánchez y varios escritores y cineastas. Más tarde acudió a los desayunos sabatinos de La Veiga y después en la cafetería de la Cineteca Nacional. Gran amigo de Felipe Cazals y de otros realizadores con los que colaboró, Gou también fue director de Divulgación del Centro Nacional de Productividad, donde éramos sus colaboradores Ludwik Mar-gules, Gerardo de la Torre, Alejandro González Durán, Elsié Méndez y el autor de esta columna. Fue un gran compañero. Lo recordaremos.

Más de Maruán Soto Antaki

Se entrevistó Maruán Soto Antaki con el procurador del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, quien le informó al escritor que la Fiscalía Desconcentrada en Tlalpan ya dejó citatorios en la empresa Bell Autopartes, dueña al menos de uno de los vehículos de los que bajaron feroces guaruras a golpearlo. El funcionario dijo que si los agresores no atienden el primer citatorio se les enviará un segundo y si tampoco hacen caso se enviará por ellos, pues con suerte y hasta los encuentran. Como el asunto va para largo, Maruán ha decidido continuar con sus actividades, y mañana martes, a las 19:30 horas, ofrecerá una conferencia con el tema Narrativa Cinematográfica en la Literatura. La cita es en el Foro del Tejedor de la librería El Péndulo de Álvaro Obregón 86, colonia Roma, de México, DF.

Premio de novela de 26 mil euros

El ayuntamiento de Palma de Mallorca convoca a concursar por los premios Ciutat de Palma de Novela y Poesía. El Premio Llorenc Villalonga de novela (de 150 a 300 cuartillas) está dotado con 26 mil euros (unos 200 mil pesos mexicanos) y el Joan Alcover de Poesía (de 300 a 800 versos) tiene un premio de 12 mil euros (cerca de cien mil pesitos). El certamen está abierto a cualquier persona que presente a concurso obras en castellano o catalán, originales, inéditas y de tema libre que no hayan recibido otro premio. Deberán enviarse en sobre cerrado por triplicado, encuadernadas o engrapadas, a doble espacio y por una cara en 12 puntos del tipo Times New Roman, acompañadas de un ejemplar en PDF, al Ayuntamiento de Palma, Negociado de Cultura, Calle de Almudaima 7 A, 07001 Palma de Mallorca, España. En el sobre se indicará en qué premio se pretende concursar y el nombre de la obra, así como nombre y apellidos del concursante, número fiscal de España –si lo tienen, suponemos–, dirección y teléfono. Si se quiere guardar el anonimato deberá anexarse un sobre con los datos del autor y en la parte exterior el título de la obra y el lema o seudónimo del concursante. El plazo de admisión se cierra el 29 de agosto próximo. Los premios se entregarán durante las fiestas de San Sebastián de 2015 y los premiados se comprometen a presentarse en el acto de entrega de los premios. Los gastos correrán por cuenta de los ganadores, quienes deberán presentar certificado de estar al corriente de sus obligaciones fiscales en España o, en su caso, en su país de origen. Mayores informes en [email protected]

Antiintelectualismo en Nayarit

El pasado jueves, en Tepic, cuando iba a inaugurar un Centro de Educación Artística, un grupo de intelectuales nayaritas intentó entregar a Rafael Tovar y de Teresa una denuncia por malos manejos de fondos federales a cargo del gobierno local, especialmente de Catalina Ruiz Ruiz, la inepta presidenta del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes. El gobernador Roberto Sandoval Castañeda, indignado, canceló el acto con el presidente del Conaculta y echó a sus guaruras contra los intelectuales, contra los que ha hecho repetidas declaraciones.