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División en Puente Campuzano, Taxco, por el cambio del párroco

 * Palemón Reynoso aumentó las tarifas, informan * Fue removido por el obispo Ramos Salazar, pero se niega a dejar la plaza, afirman

 Oracio Lagunas Ramírez, corresponsal, Iguala * Habitantes del poblado de Puente Campuzano, municipio de Taxco, acusaron al párroco de Tecalpulco, Palemón Reynoso Arizmendi, de incrementar sus servicios religiosos en un mil por ciento. Por ejemplo una misa en tabulador que cuesta 200 pesos, él pretende cobrarla en 2 mil pesos”, revelan habitantes.

El supuesto incremento en el cobro de los servicios religiosos, denuncia presentada por un grupo de inconformes, derivó en el relevo de Reynoso Arizmendi por Agustín Lorencilla Ávila, sacerdote de la parroquia del Señor de Chalma. El cambio, según habitantes de Puente Campuzano, fue autorizado por el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Efrén Ramos Salazar.

Los cambios han derivado en nuevos problemas y la división entre los mismos pobladores.

Quienes apoyan a Reynoso Arizmendi, acusan a Lorencilla Ávila de invadir terrenos, “porque Puente Campuzano queda fuera del área que abarca su parroquia; este templo pertenece a la parroquia de Tecalpulco”, argumenta el grupo de feligreses encabezados por Irene Camiño Barrera.

Aseguran que tras la canonización de los Santos Cajones por el Papa Juan Pablo II, en julio del año pasado, las reliquias de estos santos indígenas hicieron un recorrido por la parroquia, pero el día que tocaba velarlos en el pueblo, por instrucciones del sacerdote Lorencilla Ávila, un grupo de seguidores cerraron las puertas del templo y la velación de las reliquias tuvo que hacerse en la calle.

Lo más grave del asunto, añaden, es que un día de tantos en que el padre Palemón regresó a oficiar misa al pueblo, los seguidores del padre Agustín lo sacaron a empujones del templo.

Los feligreses que apoya al párroco Lorencilla Ávila, encabezados por el comisario suplente, Epifanio Cimbrón Morales, acusan a Reynoso Arizmendi no sólo de cobrar más de lo que establece la tarifa por una misa, un bautismo u óleos a un moribundo, sino que ahora se niega a dejar que el nuevo párroco trabaje.

Recuerdan que, por los problemas en que se venía inmiscuyendo el padre Palemón, se reunió la mayor parte de los habitantes el 19 de mayo del 2002, donde se elaboró y firmó un acta en la cual se pide al obispo Ramos Salazar el cambio o remoción del Reynoso Arizmendi.

La respuesta fue a finales del año pasado. “Imaginamos que la remoción fue del conocimiento de los padres involucrados, pero Palemón se niega a dejar de asistir a la Iglesia y no da explicaciones”.

Prevén que en caso de perdurar el problema, se podría desencadenar una confrontación de mayores consecuencias

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