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Anuncian padres el posible cierre de un kínder indígena en Tlapa porque no tiene un terreno adecuado, les dijo a SEG

El cierre de cursos del jardín de niños Nueva Creación también terminó con la educación de otros menores de edad, porque los padres no saben si habrá un nuevo ciclo escolar para sus hijos que se quedaron, tras la petición de un terreno “adecuado” por las autoridades educativas.
En la clausura de la generación 2011-2014, del plantel ubicado en la colonia El Progreso, egresaron 14 niños, siete niños y siete niñas, que por tres años recibieron educación en un aula improvisada, atendidos por la profesora Rosa González Bonilla, que les daba clase en la modalidad de multigrado, es decir que atendía todos los grados.
La colonia El Progreso, ubicada al norte de esta ciudad, sobre el margen del río Jale, es un asentamiento donde convergen varios descendientes de los pueblos indígenas na savi, nahua, me’phaa y mestizos, que por falta de servicios educativos, de salud o trabajo, han tenido que dejar sus comunidades y asentarse en la periferia, donde la realidad no es distinta.
Aquí, los padres de familia, los principales y el delegado trabajaron de forma conjunta para cobijar la instalación del preescolar indígena na savi, que también atendía a niños nahuas y me’phaa, de acuerdo con el informe de actividades que leyó la profesora González Bonilla, quien dijo que por esas gestiones se consiguió el acta de donación del inmueble.
Además de que con las cooperaciones hechas se reunieron mil 600 pesos, para retajar el terreno y hacer las aulas provisionales; que con eso se compraron anaqueles para guardar los materiales que usaban los niños y otras cosas que tuvieron que solventar, ante el escaso apoyo de las autoridades educativas.
La directora mencionó que se reunió con un enviado de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), el biólogo Javier Carranza, para hablar sobre el terreno de la escuela sin dar más detalles, pero algunos padres de familia contaron que la visita de ese funcionario fue para anunciarles el cierre del preescolar, porque el terreno donde está no reúne la condiciones que la SEG necesita, según les dijo.
Por lo tanto, contaron que les dijo que era la última generación que egresaría de este preescolar, pero podrían considerarlo si la colonia conseguía, durante este receso escolar, un terreno plano con una superficie entre mil y 2 mil metros cuadrados, aproximadamente.
Al respecto, los padres dijeron que recorrieron los terrenos baldíos en la colonia y no encontraron ninguno que reuniera la características que pide la SEG, porque están muy irregulares o se encuentran cerca del río Jale y sólo es relleno, además de los riesgos por inundación que pudiera sufrir en la temporada de lluvias.
Agregaron que además de que no hay terrenos grandes ni planos, la colonia no tiene espacios para destinar al preescolar y tendrían que comprarlo, lo que resultaría muy caro para las familias que lleven a sus hijos, porque ya aportaron para el terreno donde ahora está el aula en que reciben clase cerca de 20 niños.
Ante esa situación, los padres de familia que tienen trabajos donde reciben salarios bajos, manifestaron que será muy difícil cumplir con lo que pide la SEG, por lo que el comentario que les hizo el trabajador puede convertise en realidad y el preescolar no habrá sus puertas el próximo ciclo escolar, dejando a los niños indígenas sin educación.
El espacio del preescolar es un pequeño terreno, construido con tabicón y techo de palma, cercado con malla ciclónica, donde hay escasas sillas y mesas donde se observaron dibujos pegados en la pared.(Carmen González Benicio / Tlapa).

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