Un laboratorio de Altamirano equivocó el examen de sida de una sexoservidora

Gregorio Urieta, corresponsal, Ciudad Altamirano * La sexoservidora Guillermina Sánchez Platas es presionada por personal de Reglamentos del municipio de Pungarabato para que acepte una compensación de parte de un laboratorio que le dictaminó estar infectada del Sida, lo que fue desmentido por otro análisis que se practicó la sexoservidora en otro laboratorio.

Entrevistada en su centro de trabajo, Guillermina Sánchez aseguró que el inspector Enrique Arellano vino a exigirle que acepte una compensación por 5 mil pesos del laboratorio y que no presente una demanda en contra de esa empresa o de lo contrario él testimoniará en contra de la sexoservidora, según manifestó ésta en la entrevista.

Por su parte, Sánchez Platas exige una compensación por daño moral por 25 mil pesos, ya que asegura, al hacerse pública la información de que está infectada sin estarlo, la afectó moralmente, por lo cual justifica su exigencia. De lo contrario, dijo presentará una demanda penal en contra de la empresa Laboratorios Cristal de Berta Acuña Garibay de esta ciudad, en donde el químico Rodolfo Hernández, le emitió un certificado sin haberle sacado sangre, según asegura la sexoservidora que presta sus servicios en el centro nocturno Raquel en donde fue entrevistada.

Señala Guillermina Sánchez, que se practicó el examen a exigencia de las autoridades sanitarias para permitirle ejercer su trabajo en ese lugar; lo hizo con el nombre de Karen, su nombre de “batalla”.

Cuenta que después de recibir el resultado positivo de Laboratorios Cristal, la doctora del centro de salud le solicitó que pidiera un certificado con su nombre real y fue nuevamente a Laboratorios Cristal, en donde el químico, “sin sacarme sangre, nomás vio en la computadora, le puso mi nombre y me dijo que el examen había salido positivo”.

Después de eso fue a realizarse otro en el laboratorio Del Sur, de la química Carmen Peñaloza y que salió negativo, asegura y muestra el certificado firmado por Carmen Peñaloza.

Ante ello, exige que el laboratorio haga la aclaración necesaria y que la compense por daño moral con 25 mil pesos.

Este sábado las sexoservidoras se reunieron en la zona de tolerancia con el alcalde Ambrosio Soto Duarte, quien les dijo que ese problema ya iba a solucionar se este lunes.