Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Salazar Adame

Tierra y libertad

Las condiciones topográficas del estado de Guerrero, vienen a constituir verdaderas barreras para la comunicación, pero, dado a la dispersidad de los ranchos, cuadrillas, pueblos y ciudades, tal comunicación se da, sea por vías modernas o bien a lomo de mula o recorriendo a pie la distancia que separa un paraje de otro, sea ranchería, comunidad o pueblo.

En las regiones de La Montaña, las costas, Tierra Caliente, centro y norte, dado a lo accidentado de la topografía en general, cuyo relieve montañoso asemeja una tapa de huevo, a estas alturas del siglo veintiuno hace muy difícil la comunicación, aún cuando toda la superficie estatal se halla parcelada y asignada a las divisiones político administrativas que son los municipios.

Mucho se ha escrito de lo que ha sido su evolución, desarrollo y realidad actual, no faltan, como es lógico, defensas encendidas acerca de este modelo tal y como viene desde que las Cortes de Cádiz los instituyeron en España, y de allí su adopción en nuestro país; por otro lado, están en boga quienes desean su transformación, como los municipios de autogobierno, establecidos por los zapatistas en los llamados caracoles.

La crítica que algunas posiciones abordan contra sus antagonistas van al extremo de quienes sostienen que los autonombrados municipios del “buen gobierno”, por su posición filoanarquista debilitarán las estructuras institucionales, e incluso tal tendencia las haría desaparecer, de forma que no dejan de presentar ejemplos tremendos y espeluznantes de cuales serían las consecuencias acerca de que las unidades básicas de división del espacio estatal se desvanecieran.

Si bien es verdad que ya existen agrupaciones indígenas que empiezan a plantear la inserción de “Los Caracoles” en Guerrero, por ahora, nuestro propósito es mirar como los municipios afectados por el proyecto hidroeléctrico La Parota: Acapulco, San Marcos y Juan R. Escudero y de manera tangencial Chilpancingo y Tecoanapa, tendrán que asumir algunos cambios en el uso del suelo, no sólo por el tipo de tenencia de la tierra, sino además por su vocación agrícola.

Los datos que nos proporciona la lectura de la evolución político-territorial de tales municipios nos permiten establecer relaciones entre sí, resumirlos y ordenarlos para producir un mensaje histórico aglutinador, o sea, reconstruir una totalidad desde sus elementos analíticos que manifiestan opiniones e intereses contrapuestos.

Uno de los factores condicionantes de las formas de vida de los guerrerenses es el medio en que se desenvuelven. Si aceptamos que el hombre hace cultura cuando transforma la naturaleza al usarla, podemos convenir que ese cambio o transformación se da en la medida que el ser humano está capacitado por medio de la educación para hacerlo.

Cuando más inhóspitas, abruptas e incomunicadas sean unas regiones, menos favorecidas por la educación han estado, y cuándo ésta les llega es de baja calidad. La mayor desgracia de nuestros pueblos y comunidades no es que se encuentren en el subdesarrollo, sino tener una educación subdesarrollada, porque ésta los condena a la apatía, mediocridad y atraso ancestral.

De los cinco municipios: Juan R. Escudero, Tecoanapa y San Marcos se ubican en la llamada costa chica; Acapulco en la región de su mismo nombre, y Chilpancingo en la zona centro del estado. La población económicamente activa de la Costa Chica, fundamentalmente se dedica a agricultura y ganadería; el ajonjolí, la copra, el frijol y el maíz son sus principales cultivos regionales.

La región de Acapulco comprende el municipio del mismo nombre, tiene como principal actividad económica el sector turístico, además, en sus áreas rurales destaca el cultivo de la copra y el maíz. La región centro de la entidad donde se ubica el municipio de Chilpancingo, tienen como principal actividad económica la agricultura y los cultivos más importantes son: el maíz, frijol, limón, chile verde, cebolla, mango, ciruela, cacahuate, jitomate.

De la amalgama de las áreas rurales de estas regiones socioeconómicas unidas por el proyectado vaso de la presa La Parota, éste cubrirá 13 mil 728 hectáreas, es decir, su extensión equivale a dos veces y medio la Laguna de Tres Palos. La corriente del río Papagayo será detenida por una cortina de concreto de 162 metros de alto, ello explica que su embalse afectará los puentes Papagayo y Omitlán.

La presa también inundará16.6 kilómetros de carreteras pavimentadas, principalmente la México-Acapulco; y en forma descendente algunos tramos de la Tierra Colorada-La Palma; Puente Omitlán-La Venta y casi 4 kilómetros del tramo La Palma, y en lo que respecta a caminos de terracería afectará 22 mil 830 metros en total. Asimismo, impactará la central hidroeléctrica General Ambrosio Figueroa, presa La Venta, en 250 metros de la corona de su cortina.

El marco territorial de referencia señalado por los estudios geológicos de la CFE iniciados en el año de 1976, es el adecuado para generar electricidad porque esta sola central está diseñada para generar el 70 por ciento de la energía que consume todo el estado de Guerrero, de allí que se entienda formará el lago artificial más grande del país, con una capacidad de 17 millones de metros cúbicos de agua acumulada.

De acuerdo con estudios de etnohistoria, en el ciclo vital de reserva del campesino, este establece su estrategia de sobrevivencia con una red de seguridad con productos silvestres de su hábitat, de tal manera que de la flora y fauna a su alcance construye su vivienda, obtiene yerbas medicinales para cuidar su salud, produce alimentos, elabora su vestido y satisface sus demás necesidades esenciales.

Sin embargo, la ambición desmedida, la invasión del asfalto sobre el campo, y la falta de educación y escrúpulos han provocado un grave deterioro de la naturaleza, transformando bellos paisajes en áreas desoladas; bosque y selvas en desiertos; contaminando lagos, ríos y mares y enrareciendo el aire que respiramos, y ocurre que la red de seguridad se rompe, expulsando al campesino de su hábitat, induciéndolo al cultivo de enervantes e introduciéndolo al círculo del crimen.

En este contexto quienes defienden la idea de convivencia e integración, para ellos el territorio es el elemento idóneo para que su comunidad alcance la plena realización y prosperidad como pueblo y por ello, obtener justicia e igualdad de oportunidades para todos, por eso confían en la viabilidad del proyecto de La Parota, que ofrece durante los seis años de su construcción, ocho mil empleos.

Compromete la realización de programas de salvamento y rescate arqueológico y cultural; de reforestación y rehabilitación de áreas; de monitoreo, vigilancia y control ambiental; de reubicación de poblados debidamente urbanizados; de restitución de actividades productivas y entre otros, el de desarrollo social y comunitario.

Como el pasado histórico se emplea como elemento de unión de unos, y de agravio frente a los vecinos, de otros, se dice que el odio une más que el amor; para diferenciarse y ensalzarse así mismos, recordemos que el municipio de Acapulco cobró existencia el 6 de agosto de 1824; Chilpancingo aparece como municipios en1826; Tecoanapa fue declarado municipio el 3 de julio de 1874; San Marcos probablemente en 1885; y Juan R. Escudero, el 26 de diciembre de 1951.

Una cédula real extendió a Acapulco el estatuto de ciudad desde 1767; a Chilpancingo el generalísimo Morelos le concedió la categoría de ciudad de Nuestra Señora de La Asunción, el 13 de septiembre de 1813; Tecoanapa fue pueblo fundador de Guerrero en 1849, hasta albergar al ayuntamiento y ser cabecera municipal; San Marcos desde el siglo XVI  y buena parte del siglo XIX fue una hacienda latifundista de mayúsculas dimensiones, y Juan R. Escudero cabecera de Tierra Colorada, ésta fue hacienda del municipio de Chilpancingo.

Así pues, la voluntad política del ser humano, y su tendencia al poder, encuentran en el control territorial un campo fecundo para su desarrollo, de allí que cualquier proceso de reorganización en la tenencia de la tierra se advierte unas bases e intereses políticos en ejidos, bienes comunales y propiedad privada, reconocidos en 21 predios en la zona de afectación por lo que será la presa La Parota. Su vocación productiva es de naturaleza agrícola con 320 hectáreas de frutales y alrededor de 3 mil 500 de otros cultivos, tanto de temporal en más del 80 porciento, de vega de río en un18 porciento, y 2 porciento de riego.

Eso se tiene que analizar al tenor de la Ley Agraria promulgada por el presidente Carlos Salinas de Gortari, pues según escribió Julio Mogel, el titulo de posesión parcelaria ya no es patrimonio familiar sino un derecho individualizador del ejidatario, que puede ser enajenado en cualquier momento, y sin la participación de la comunidad. Agregamos nosotros, tal y como lo concibieron los liberales juaristas en el siglo XIX. Ahora quedan las actuaciones técnicas más objetivas porque los retos son claros, al tratarse de una obra ambientalmente sustentable.

Como el presente es consecuencia de los caminos seguidos ayer, la historia está llena de ejemplos de todo tipo de contingencias, la gran ventaja es que ahora se espera el comportamiento democrático de los campesinos involucrados, y es que su actitud siempre será el resultado de la voluntad mayoritaria, por lo que queda garantizada la crítica, la libre opinión y la disidencia porque el ideal zapatista de tierra y libertad sigue vigente.

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