CARTAS (Sólo ofreció ser puente de enlace con La Jornada, dice Camps)

Señor director:

Con fundamento en la Ley de Imprenta, solicito que se publique en el mismo espacio de su periódico, la respuesta correspondiente a la nota que el sábado 23 de los corrientes donde el periodista Ricardo Castillo Díaz, hace infundadas acusaciones en mi contra.

Ricardo Castillo asegura en su nota que publicó, que el que esto escribe ofreció al diario La Jornada, el pago en una exhibición de la publicidad que ordenó el Comité Ejecutivo Municipal del PRD, encabezado por su dirigente, Beatriz González Hurtado.

Pero el texto de Ricardo Castillo no resiste el menor análisis: Tampoco tiene sustento la acusación que hace de que “el director de Comunicación Social del gobierno perredista de Acapulco aceptó el costo y ofreció lo referente a su rápida liquidación”. Eso es una evidente mentira. Nunca se pactó dicho compromiso y sí él lo asegura tendría que probarlo.

Y es que la acusación –implícita en su nota– es grave, porque Castillo supone o deja entrever un eventual desvío de recursos públicos por parte del gobierno municipal, confronta de manera irresponsable a El Sur y  a La Jornada. Su aseveración implica un acto de difamación en mi contra, con el consiguiente daño moral hacia mí y mi familia. 

Castillo dice: Aunque la factura de dicha publicidad está a nombre del PRD, el funcionario envió la orden de inserción vía correo electrónico, el pasado día viernes 8 de agosto, a las 3 de la tarde con 56 minutos, según aparece en una copia del e-mail que envió a ese diario de circulación nacional.

Si por alguna vía que desconozco, el periodista logró enterarse del envío y el contenido de dicho correo, también supongo, pudo obtener con la misma facilidad un correo previo, que el que esto escribe envío a la redacción de La Jornada, y que ubica en el contexto correcto, la comunicación que de manera personal, en mis horas de comida y desde mi computadora instalada en mi casa sostuve con esa empresa.

El correo lleva el siguiente mensaje:

Atención Gerardo Gómez:

“Me permito solicitarle la inclusión del manifiesto adjunto en archivo, a fin de que sea publicado por su prestigiado diario el día de mañana sábado 9 de agosto del 2003”.

“Dicha información es originada por la presidenta del PRD de Acapulco y será facturado a este partido. En este momento somos “puente” de enlace, debido a que ustedes nos han publicado otro tipo de información referente al puerto”.

“Adjunto la información del caso y en unos minutos más le hago llegar otro correo con los datos referentes al organismo remitente con las cuestiones hacendarias correspondientes”.

Tal vez Ricardo conoció de este correo y no quiso hacer referencia a él; tal vez no lo conocía pero tampoco quiso indagar más, porque un reportero investigador, o un periodista con un mínimo de ética profesional habría consultado a la contraparte o a la empresa involucrada (él no hizo, ni lo ha hecho) y se hubiera enterado de su existencia para publicar una nota con equilibrio informativo.

No contraté ninguna publicidad ni me obligué a realizar el pago correspondiente, sólo ofrecí a la señora Beatriz González Hurtado ser puente de enlace –como lo prueba mi comunicado a La Jornada– luego de una plática que sostuve con ella en mis horas libres de trabajo.

Ricardo Castillo se desmiente a sí mismo cuando reconoce que la factura 183420 de La Jornada “sí está a nombre del Partido de la Revolución Democrática”, pero de manera tendenciosa, el reportero de El Sur arrincona al lector hacia su tesis de que el que esto escribe, se comprometió a pagarla, con las siguientes líneas:  “Además, en la misma factura, aparece la leyenda ‘pago pactado en una sola exhibición’, lo que indica (sic) que en la negociación el director de Comunicación Social del gobierno perredista de Acapulco aceptó el costo (sic) y ofreció (sic) lo referente a su rápida liquidación (sic)  (…) según se sabe, (el PRD municipal) no dispone actualmente de recursos como para pagar esa publicidad”. Qué casualidad, ¿no será más bien por esa razón que el PRD municipal no ha pagado la factura? Por fin… ¿qué no la iba a pagar yo, según Castillo? De manera irresponsable Ricardo Castillo saca apresuradas conclusiones, sin importarle el daño que ocasiona.

Difamar y calumniar para desacreditar, parece ser una obsesión del periodista Ricardo Castillo Díaz, quien en su nota informativa vierte opiniones e interpreta de manera malintencionada la información, con ello falta el respeto al lector y ocasiona daño a la credibilidad de El Sur.

En su columna Marea Alta Ricardo  Castillo ejerce a cabalidad su libertad de expresión. Lo respetamos y no hemos polemizado con sus opiniones, aunque nos parezcan poco honestas y con un interés deliberado de ocasionarle descrédito al gobierno municipal.

Demando que Ricardo Castillo rectifique de manera pública las aseveraciones que hace en mi contra. Me reservo la posibilidad de actuar conforme a mi derecho corresponda, toda vez que estoy en espera de que el C. Presidente Municipal acepte la renuncia que desde el 18 de agosto le presenté por escrito.

 Atentamente
Roberto Antonio Camps Cortés
Director de Comunicación Social del H. Ayuntamiento de Acapulco de Juárez 2002-2005