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Ni reclamos ni exigencia de justicia por su compañero asesinado, en la ceremonia de egreso de Ayotzinapa

*Los padrinos de la generación Gabriel Echeverría fueron el asesor externo del gobernador, Ernesto Aguirre, y la secretaria de Educación, Silvia Romero

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

Sin clamor de justicia por el asesinato de su compañero Gabriel Echeverría de Jesús, muerto por policías en 2011, y apadrinados por el asesor externo del gobernador del estado, Ernesto Aguirre Gutiérrez, y la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, culminó sus estudios en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa la generación 2010-201, que precisamente lleva el nombre de Gabriel Echeverría de Jesús.
Los 137 estudiantes, vestidos de traje y corbata, llegaron uno a uno con sus familiares al auditorio Sentimientos de la Nación. No tuvieron el respaldo de la dirigencia estudiantil de la Normal, que a la misma hora de la clausura ofreció una conferencia donde manifestó su sorpresa  porque sus compañeros hayan aceptado el apadrinamiento de los funcionarios estatales.
Los aguerridos estudiantes, que participaron en las movilizaciones de aquel 12 de diciembre de 2011, para exigir el cumplimiento de sus demandas, en un acto de “reconciliación”, aceptaron que los funcionarios fueran sus padrinos de generación, dijo en declaraciones el integrante del comité de clausura, Gabriel Villa.
El 12 de diciembre de 2011 fueron abatidos a balazos Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino, por policías que desalojaron a los estudiantes de la Normal Rural, en el sur de Chilpancingo, cuando comenzaban a bloquear la Autopista del Sol, en demanda de una audiencia con el gobernador Ángel Aguirre Rivero, mejoras para su escuela, respeto a la matrícula de nuevo ingreso y aumento a la ración para el comedor, de 30 a 50 pesos diarios.
Pero este martes, los estudiantes dejaron atrás el discurso donde acusaban al gobierno de autoritario, represor y asesino, para recibir los aplausos de los funcionarios y los regalos que les dieron por culminar sus estudios.
Minutos antes de la ceremonia oficial, al fondo, con un volumen tenue se escuchaba la canción-himno de Ayotzinapa, mientras los estudiantes egresados tomaban su asiento en el auditorio, vestidos de traje negro, gris y beige.
En el escenario, en una gran pantalla, se mostraron fotografías de la escuela y del estudiante asesinado Gabriel Echeverría de Jesús, mientras sus padres, según se anunció, asistieron al acto aunque no se les vio.
Durante la ceremonia oficial, la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, visiblemente conmovida por el reconocimiento que los estudiantes le dieron, en agradecimiento por su voluntad de resolver las demandas de la base estudiantil, lagrimeó. También le fue entregado un reconocimiento al asesor externo, Aguirre Gutiérrez.
“Son difíciles las condiciones de la escuela”, reconoció el director de la Normal, José Luis Hernández Rivera, en su intervención, y recordó la solicitud de reconstrucción de tres edificios que sirven como dormitorios, donde sólo dos han sido habilitados por el gobierno. Además, pidió la construcción de un edificio para uso académico y resaltó el esfuerzo mostrado por los estudiantes que egresaron; agradeció la presencia de los padres del estudiante asesinado, a quien llamó “mártir estudiantil”.
Por su parte, Aguirre Gutiérrez en su discurso agradeció la invitación para ser el padrino de la generación y expresó que la invitación “no tiene precio”. Aseguró que seguirá el apoyo del gobierno para la construcción del dormitorio, así como la pavimentación del acceso de la escuela, lo que provocó el bloqueo del tramo carretero Chilpancingo-Chilapa en Tixtla, el viernes pasado.
El estudiante de la licenciatura de educación física, Juan Manuel Gutiérrez Vargas, en las palabras de agradecimiento en nombre de los egresados, reconoció a los padres de familia el respaldo obtenido, pues su trabajo en las aulas será el reflejo de la academia de la Normal Rural.
Una vez que el estudiante culminó su discurso y se dispuso a dejar el estrado, afirmó que había que recordar a su compañero caído hace tres años. Pidió a los egresados ponerse de pie, y nombró a Gabriel Echeverría, al tiempo que sus compañeros gritaron “presente”.
La secretaria de Educación, en su participación, conmovida por la invitación de los estudiantes, recordó a la generación que egresó, misma que conoció de principio a fin. Reconoció que a pesar de pasar momentos difíciles por los estudiantes, tuvo momentos de satisfacción. Los invitó a trabajar de manera responsable y clausuró el acto.
En declaraciones, la secretaria dijo: “Bueno, respondemos educativa y pedagógicamente y no impartimos justicia”, cuando se le preguntó por los avances en las investigaciones de los responsables del asesinato de los dos estudiantes, uno de ellos perteneciente a la generación saliente.
Antes de su discurso, fueron entregados los reconocimientos a los estudiantes más destacados en la licenciaturas de educación básica y de educación física, así como ocho computadoras portátiles marca Compac a los mejores promedios.
Al término de la clausura de cursos de la generación que llevó el nombre del estudiante asesinado por policías, los egresados disfrutaron de los aperitivos que los padrinos ofrecieron atrás del auditorio Sentimientos de la Nación, al tiempo que el mariachi tocaba. Para después retirarse del lugar en compañía de sus familias.

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