Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

CARTAS (Opina sobre el debate actual en el PRD)

Señor director: 

He seguido de cerca el debate interno de mi partido respecto a la demanda de que renuncie el compañero Martín Mora. Por ello, considero oportuno exponer algunos elementos a fin de ampliar el fondo de todo esto. Lo anterior, desde luego, si usted me permite un espacio en su prestigiado diario.

1. Considero que al compañero Martín Mora le ha faltado oficio político para conducir al partido, y en parte lo comprendo porque su visión se ha limitado únicamente a su municipio (Tlachapa), cuando su actual cargo demanda amplitud de miras, diálogo, acuerdos, y por supuesto, una infinita tolerancia de la cual desgraciadamente no ha querido auxiliarse.

2. En segundo lugar, creo que a Martín Mora le falta formación política. Imagínese usted qué pensarían los intelectuales de este estado que simpatizan con el PRD cuando leyeron la respuesta  que su presidente les brindaba a quienes lo cuestionan: (El Sur/agosto 19/2003). “No deben buscarle chichis a las culebras, porque es lógico que no soy monedita de oro y sé qué intenciones tienen”. Uff, una joya de la teoría política. Por un momento pensé que mi dirigente saldría a la defensa de su liderazgo enarbolando una de las teorías clásicas de Maurice Duverger respecto de los partidos políticos, y que tiene que ver con la búsqueda de esquemas en donde los militantes logren convivir entre infinidad de intereses y formas de pensar. Pero no, mi dirigente optó por la grilla fáunica al considerar que las voces disidentes no buscan sacarlo por incompetente y parcial, sino porque tienen intereses ocultos. Y que eso se llama “buscarle chichis a las culebras”.

3. Admito que las corrientes que piden la salida de Martín Mora tienen intereses detrás. Sólo quien crea que las culebras tienen chichis no lo entendería, pero eso no es el asunto de fondo. El fondo es que Martín no ha demostrado que sus detractores estén equivocados, y peor aún, en lugar de llamarlos a construir acuerdos está tratando de dividirlos. Lo digo en serio, hay quienes dicen que en lugar de rectificar, se sentaron a negociar en lo oscurito para que Sebastián de la Rosa desista de su intención por pedir la reestructuración del partido, y lo que es más grave, que el acuerdo habría sido entregarle la Secretaría de Asuntos Juveniles del Comité Ejecutivo Estatal a su corriente Nueva Izquierda, la cual pertenece estatutariamente a las corrientes M-27 y Alianza Democrática. Y todo para que abandone al grupo que estaba pidiendo la salida del dirigente.

4. No sería extraño lo anterior, pues ya ocurrió un acuerdo similar en marzo de 2002, justo cuando se impugnaba la elección interna en donde resultó ganador Martín Mora. En ese entonces Sebastián de la Rosa anunció que al igual que el M-27 impugnaría los resultados, pero luego de un encuentro con el MDS, salió diciendo que “no había encontrado elementos para hacerlo”. Y al paso de los días, Sebastián fue el coordinador de la fracción del PRD, apoyado ¿por quien creen? por el MDS. Espero que ahora no ocurra tal cosa, porque estaría en riesgo la imparcialidad en la conducción del proceso interno para definir el candidato a gobernador.

5.  Por último, quiero dar una última razón para entender el porqué los cívicos del MDS y los felixistas del M-27 y AD, parecen entrar en una nueva confrontación, igual como lo hicieron en aquella elección interna en contra de Jaime Castrejón Díez. Muy fácil, la razón es que ni el M-27 ni AD apoyan a Armando Chavarría, debido a que ambos se agrupan en torno de Félix Salgado y Zeferino Torreblanca, respectivamente, mismos que ante la ofensiva cívica podrían unirse en una candidatura única. ¿Será?

Agradezco sus consideraciones, señor director, y reitero que los anteriores argumentos son a título personal, y sólo demostrables al paso del tiempo.

Muchas gracias.

 Atentamente
Arq. Arturo Salas Durán
Militante del PRD en Iguala

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