Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Juan Angulo

 Quinto mundo

  Una libertad inexistente

 El Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH de la OEA, Eduardo A. Bertoni, incluyó a Guerrero en su agenda de actividades en el país. Es un acierto. En este estado no hay libertad de expresión. O, dicho en otros términos, quienes la ejercen son sometidos a recurrentes campañas de difamación por parte del gobierno o a sus medios simplemente se les retira la publicidad gubernamental, que es un instrumento de presión frecuente.

Aquí, los verdaderos jefes de comunicación social no son los que ocupan formalmente la oficina del ramo, sino los secretarios de Finanzas, y esto es así lo mismo en el gobierno priísta de René Juárez Cisneros que en el perredista de Alberto López Rosas en Acapulco.

En Guerrero, donde el gobierno lo es todo y existe un empresariado débil, los convenios de publicidad oficial se convierten en la principal fuente de ingresos de los medios. Y como los políticos creen que los recursos públicos son suyos, los usan no tanto para difundir programas de gobierno de beneficio social o de orientación para los ciudadanos, sino para promover su imagen personal.

No hay día en que en los periódicos no aparezcan fotografías y notas pagadas del gobernador y del alcalde de Acapulco, en imágenes nunca espontáneas, y por lo tanto antiperiodísticas.

La consecuencia de esta práctica corruptora es la existencia de medios en los que prevalece la autocensura. Esto les resta credibilidad ante la sociedad abriéndose así un círculo vicioso: como los lectores son pocos los medios recurren al gobierno para sobrevivir y esta cercanía los lleva a no informar nada que moleste a los que patrocinan y esta actitud aleja todavía más a los lectores, y así hasta la ignominia.

Una asignatura pendiente en la relación entre medios y gobierno es reglamentar los criterios con los que se asigna la publicidad, para eliminar el manejo discrecional de la misma por los gobernantes.

Cuando esto ocurra, daremos un paso más para salir de este quinto mundo.

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