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Fue una “tonteriíta”, dice la sobrina de Felipe Calderón que usó indebidamente la Rotonda

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

Hay muchas maneras de justificar una “rotondez”. Claudia Cervantes, la actriz que saltó a la fama por festejar su cumpleaños 35 en la Rotonda de las Personas Ilustres ensayó media docena ayer.
“Era una idea creativa”, dijo. “Se juntaron los astros, la fecha, la luna, viernes 13 (de junio)”, añadió. “Mezclé mal los elementos y explotó”. “Me arrepiento de algunas cosas y de otras no”. “Fue una tonteriíta”.
Cervantes dio una rueda de prensa por su obra de teatro, pero el único tema tratado fue lo que ha llamado su “mayor rotondez”, y por la cual los diputados priistas han pedido sanciones al GDF.
Negó que fuera amiga del Delegado de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo. Acerca de la multa de más de 33 mil pesos, dijo que le duele aunque sea sobrina de Felipe Calderón: “Mi trabajo me cuesta juntar mis pesitos”.
Si fue injusto el despido del funcionario que firmó la autorización y luego acudió a vigilar la “fiesta para un videoclip”, dijo que ella no era juez, pero lo absolvió: “Si estaba en la fiesta para preservar el lugar, lo cumplió”, y luego lo llamó “un daño colateral”.

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