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Prepara su hijo homenaje a Johnny Weismuller en el centenario de su natalicio

 Xavier Rosado * El hijo de Tarzán bien podría ser el título de una película hollywoodense de la productora MGM filmada en los años treintas; sin embargo, no lo es. El hijo de Tarzán es Johnny Weismuller Jr. un verdadero junior de Hollywood que convivió con los hijos de Sinatra, Cosby, Mitchum y hasta de Pérez Prado, recluido en una exclusiva zona de Los Angeles: Bel Air.

Entrevistado vía telefónica con motivo de la publicación en Estados Unidos de su libro Tarzan, my father, el hijo del célebre campeón olímpico de natación convertido en actor, no quiso aceptar haber vivido a la sombra de su padre, sin embargo reconoció que era prácticamente imposible no dejar de ser notado y apreciado como el hijo de una personalidad internacional, que entre todos los sitios del mundo escogió a Acapulco como su lugar de residencia y donde incluso fue enterrado el 20 de agosto de 1984.

“Yo tenía que ser mi propio yo, no podía siquiera soñar en competir con mi padre, con todos sus logros, pero no puedo contestar a la eterna pregunta de mi vida: ¿cómo fue ser el hijo de una gran estrella? porque no tengo otro parámetro de comparación, no puedo imaginar siquiera cómo hubiera sido de otra forma”, dijo Weissmuller Jr.

Desde su residencia en Pacific Heights, en San Francisco, Johnny Weissmuller habla con sencillez acerca de su padre y de su relación con él y con Acapulco, puerto al que llegó siendo un adolescente.

“Cuando cumplí 14 años, mi padre compró lo que es ahora el hotel Los Flamingos, recuerdo que ahí pasábamos mucho tiempo, con mi padre y sus amigos en plácidos atardeceres, viendo el sol ocultarse tras la línea del horizonte marino, pero también ejercitándonos mucho. Todos los días, mi padre me despertaba a las seis de la mañana y a las siete ya estábamos en las playas de Caleta para hacer el recorrido a nado hasta la isla de La Roqueta”, recordó Weissmuller.

El actor, director, productor y empresario se remitió en este relato hasta principios de los cincuentas, cuando Acapulco estaba en la mira del turismo de élite internacional.

“Me acuerdo que en aquellos tiempos, había muchos burros en la Roqueta, en realidad no se cómo llegaron ahí, a lo mejor se fueron nadando, yo que sé, el caso es que las pobres bestias subsistían con pura cerveza, porque no había agua en el lugar, era la atracción de la isla, los turistas compraban la cerveza de los lugareños y la ponían en la arena y los burros sedientos, la bebían porque no tenían otra cosa que tomar, hasta que quedaban noqueados en la arena, caídos de borrachos. Mi padre y yo siempre llevábamos en el traje de baño, algunas monedas, para comprarles cerveza a los burros y curarles la cruda, que en la mañana estaban muertos de la sed los pobres”, narró Weissmuller.

 

El linaje tiene sus privilegios

 

El hijo de Tarzán, al parecer tenía una predestinación lógica para seguir la carrera fílmica de su padre, aunque mencionó que nunca consideró, seguir personificando al personaje creado por Edgar Rice Burroughs que le dio tanta fama a su padre.

Sin embargo, ser hijo de un campeón olímpico que rompió 67 récords mundiales y 53 nacionales, tenía que traer ciertos privilegios, entre ellos el de una educación en la universidad más renombrada de California: UCLA.

“Gracias al entrenamiento que me dio mi padre desde muy pequeño, obtuve una beca deportiva para estudiar una licenciatura en actuación en UCLA, ahí estuve en el equipo de natación, lo que me permitió comenzar a trabajar en un estudio aún antes de terminar la carrera”, comentó Weissmuller.

Así comenzó su recorrido por los estudios de Hollywood, trabajando primero como office boy y logrando su primera película al lado de Mickey Rooney, Andy Hardy comes home (1958).

“Cuando comencé como ayudante en un estudio, trabajaba medio tiempo, contestando el teléfono, haciendo mandados y esas cosas, en ese entonces ganaba 125 dólares a la semana, que era mucho dinero, especialmente para un joven de 17 años de edad y me pude dar el lujo de comprar mi propio auto”, dijo.

Mencionó que de esa película, continuó trabajando en incontables producciones como actor, director, productor, incluso como doble, participando en filmes de Francis Ford Coppola, George Lucas como American graffitti y THX 1138 así como la serie Las calles de San Francisco.

“Prácticamente participé en todo lo que se ha filmado en San Francisco, pero me retiré del mundo de las películas y ahora tengo un negocio de carga y descarga en los muelles, junto con mi esposa Dianne”, explicó.

“Mi padre me inculcó el amor al mar, por eso me quedé con este negocio y adoro las playas mexicanas, siempre trato de estar cerca del océano. También me gusta velear, llevo haciéndolo por más de 30 años. Recuerdo que en 1979, me casé con Dianne en el yate de Humprey Bogart, el Santana”, comentó.

 

El documental sobre Weissmuller

 

Weismuller anunció que después de publicar el libro titulado Tarzán: mi padre, en el que retoma la exitosa carrera artística de su progenitor y parte de su vida en Acapulco, su objetivo es ahora filmar un documental que tentativamente se titulará Weissmuller en el que se mostrará la misma información del libro, en un largometraje, con entrevistas y fragmentos de películas.

El filme es realizado por los cineastas Bruce Scivally y John Cork, quienes tienen en su haber más de 30 documentales, incluyendo las series documentales sobre James Bond The legacy para los estudios MGM.

“El documental Weissmuller es una labor consecutiva al libro que comenzó en mayo, cuando viajé a México con mi esposa Dianne y los realizadores para comenzar a filmar las entrevistas. A la fecha hemos hecho varias con gente que conoció a mi padre, comenzando con su cuarta esposa Allene McClellanad, la actriz Elena Verdugo, el anterior Tarzán, Denny Miller y el cantante John Raitt, entre otros”.

Mencionó que en su estancia en Puerto Vallarta y en Acapulco, se hicieron además entrevistas con Bill Reed, Porfirio Flores Ayala, Mike Oliver, Geoff St. Andrews, incluyendo la de Ramón García Bravo (Chupetas) el campeón clavadista que actuó como doble en la película Tarzán y las sirenas en 1948.

Asimismo se grabaron algunas declaraciones de Johnny Jr. en el lugar de la tumba de su padre en el cementerio Jardines del Tiempo de Acapulco.

Agregó que la fecha de presentación, está planeada para lo que sería el centésimo aniversario de su natalicio el 2 de julio de 2004

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