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CARTAS (Aclaraciones del director de Filosofía y Letras a la FEUG)

Señor director:

En la edición de ayer publicó El Sur, en páginas interiores, la noticia encabezada con el título “Anuncia la FEUG protestas en apoyo de aspirantes rechazados en la UAG”.  Dado el hecho de que varias declaraciones de compañeros dirigentes de esa organización estudiantil hacen referencia a la Unidad Académica de Filosofía y Letras, específicamente a la situación de admisiones de nuevos estudiantes para la Licenciatura de Sociología, me permito hacer varias aclaraciones, algunas de las cuales pueden ser aplicables a otras Unidades de la UAG, y a otras ciertamente no, por su especificidad.

1. La escasez de cupos en la UAG no es privativa de esta universidad pública, sino de todas o de la inmensa mayoría. Los ejemplos contemporáneos de la UNAM, la UAM, el Politécnico, son apenas algunos de lo que está ocurriendo a lo largo y ancho del país.  Claramente se necesitan más instituciones de educación superior en México, con calidad, accesibles a todos los estudiantes que cumplan con los requisitos mínimos de conocimientos para seguir una carrera o profesión universitaria.  El problema no se soluciona creando grupos de 100 o más estudiantes en aulas hechas para 30 o cuarenta personas, bajo un profesor(a), en condiciones completamente antipedagógicas y académicamente inviables, al menos bajo las tecnologías realmente disponibles, infraestructura física, académica existentes y circunstancias actuales prevalecientes en muchas instituciones de educación superior, incluida la UAG.

2. La carrera de Sociología no se va a cerrar en absoluto, y mucho menos de manera arbitraria. Lo que ha sucedido es que la Academia de esa licenciatura (no este servidor), tras evaluar la situación de la exigencia perentoria (no es optativa) de acreditación de la carrera por parte de organismos externos idóneos, aprobados por la SEP (que exige a todos los docentes como mínimo, el grado de Maestría, y preferentemente el Doctorado, ambos con perfil adecuado, a más tardar en el 2006), decidió mayoritariamente irse a obtener el grado requerido. Esta decisión ha implicado la suspensión de nuevas admisiones por un año, no por dos, como señalan los líderes estudiantiles.  No sobra aclarar que esta decisión no dependió de lineamientos políticos de grupo alguno (y de que los hay, los hay en la UAG), sino de razones sustentadas en demandas académicas perentorias por los procesos de acreditación.

3. Hay algunos maestros que proponen quedarse sin estudiar por ahora, para atender a los estudiantes de nuevo ingreso, pero no es factible que ellos asuman toda la carga de todos los cursos durante los dos semestres, pues no cuentan con el tiempo contractual, o con el perfil requerido, ni con los estudios necesarios para ello. Improvisar maestros ha sido una constante en nuestra Universidad, pero la certificación obligatoria no se va a obtener por tener muchos estudiantes y maestros al vapor, sino por cumplir con los estrictos requisitos de acreditación. La supervivencia de muchos programas educativos y escuelas está en juego. En el pasado era fácil y expedito simular calidad académica, pero hoy las reglas de operación son otras.

4. Como lo señalan correctamente los compañeros de la FEUG, la decisión fue consultada y aprobada por el Consejo de Unidad, y se comunicó al rector de la UAG.  Si son necesarios otros trámites, procederemos a cumplir con ellos inmediatamente. Si por buscarle salidas políticas al problema (pensamos que las anunciadas tomas de edificios tienen esas características) se da institucionalmente marcha atrás en esta decisión, la Academia de Sociología y esta Dirección respetarán las decisiones de instancias superiores, pero debe quedar claro que será a un costo enorme:  reducir de manera drástica las probabilidades de que los egresados de la carrera de sociología obtengan una cédula profesional acreditada para ejercer en nuestro país.  ¿Será esta una manifestación más de los denominados desempleados con título? Y por otro lado, ¿ya se les preguntó a los afectados potenciales si están dispuestos a asumir ese riesgo?

5. Se señala que ha habido resistencia de los directores de algunas Escuelas Superiores a hablar con la FEUG. No es este el caso de nuestra Unidad, como bien lo pueden atestiguar los líderes estudiantiles de la Federación con quienes hemos intercambiado razones y opiniones. Y seguimos abiertos al diálogo, política que siempre se ha procurado mantener en la Facultad. 

Son ciertamente más los puntos sobre los que quisiera comentar, pero me asiste el temor real de que los comunicados largos terminan no siendo leídos, por lo que por ahora lo dejamos aquí, con una cordial invitación a todos los interesados a dialogar y escuchar nuestras mutuas razones.  Espero que sea posible llegar a acuerdos que permitan darle una salida adecuada a las inquietudes expuestas por la FEUG y por nosotros.

Agradezco de antemano la publicación de esta carta, y quedo de usted.

 Atentamente
Dr. Jesús Samper Ahumada
Director

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