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Acepta un detenido ante el juez que participó en el secuestro del molinero

 * El inculpado Rufino Díaz Cabrera confiesa que manejó el vehículo en que se hizo el plagio, y afirma que no conoce a los hermanos coacusados  

Jorge Nava Uno de los inculpados por el secuestro del molinero Leodegario Castro Bartolo, Rufino Díaz Cabrera, aceptó su culpabilidad, mientras que los hermanos Juvencio y Néstor Flores Tacuba la negaron, al rendir cada uno por separado su declaración preparatoria en el juzgado sexto penal.

Los hermanos aseguran que fueron torturados por policías judiciales para declararse culpables.

Luego de ser consignados por el titular de la Agencia del Ministerio Público (MP) de la colonia Emiliano Zapata, Rafael Reyes Serrano, a Díaz Cabrera se le leyó la declaración ministerial que rindió al MP, y aceptó parte de esa declaración.

Agregó que participó en el secuestro del molinero cometido el 16 de julio en la colonia Alejandro Cervantes Delgado de este puerto porque fue amenazado de que matarían a su esposa y sus dos hijos por una persona de nombre Juan y su amigo Leonel.

En la rejilla de diligencias, ante la primera secretaria de acuerdos, Karla Díaz Alvarez, Díaz Cabrera llorando pidió que el juez, Julio Obregón Flores, retirara al abogado José Sánchez y de su lado a los hermanos Néstor y Juvencio porque lo presionaban.

José Sánchez alegó en contra de la petición del procesado, pero el juez le dijo que era su derecho.

Ya tranquilo Díaz Cabrera pormenorizó que desde junio lo buscó su amigo Leonel para invitarlo a levantar a alguien que ya tenían identificado.

Narró que lo llevaron por un lugar de terracería que desconoce y que solamente le pidieron que condujera el vehículo.

Señaló que después de ubicar al secuestrado lo subieron en su propia camioneta que se la quitaron y lo llevaron al lugar que le indicaron para después abandonarla en una barranca, donde fue detenido por agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE), el 16 de julio.

Dio disculpas al juez y a la familia del secuestrado porque afirmó que no se encontraba en sus cinco sentidos, porque su madre falleció días antes del secuestro por lo que bebió mucho en ese lapso. Además reiteró que fue por el miedo de que su amigo Leonel cumpliera su amenaza de privar de la vida a su familia.

Ante preguntas que le formuló el fiscal adscrito al juzgado, Onorio Santos, Díaz Cabrera afirmó que desconocía a los demás participantes  en el secuestro así como a los propios indiciados Néstor y Juvencio Flores Tacuba.

En su turno, Néstor negó los hechos al igual que su hermano Juvencio. Ambos, por separado, aseguraron que fueron torturados, que la judicial les puso bolsas de plástico en la cara.

También se negaron al interrogatorio del fiscal Onorio Santos. Juvencio refirió que fue detenido en la colonia Altos del Crisol, donde después de ser detenido fue torturado en la colonia precarista cercana a Lomas del Valle.

Manifestó que no participó en el secuestro y que fue golpeado en los separos por policías judiciales en Renacimiento y en el MP.

El abogado de los hermanos Flores Tacuba, José Sánchez, ofreció los testimonios de Isabel Salomón Juárez y de la esposa de Mauro, uno de los hermanos Flores Tacuba, Janet Rosas Reyes, con quienes busca demostrar las declaraciones de sus clientes y que fueron torturados.

La causa penal es la 160-1/2003, que se derivó de la denuncia Tab/Zap/616/2003, que presentó Arcadio Castro Santos, el hijo del molinero Castro Bartolo, que aún está secuestrado.

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