Se presenta en el Zócalo espectáculo de música, canto y baile andinos

 Xavier Rosado * Una muestra de la tradición y cultura andinas se pudo apreciar el sábado en el Zócalo de la ciudad con el Ballet Nacional de Bolivia y la presentación estelar del charanguero Ernesto Cavour Aramayo.

Ante más de 100 personas que presenciaron este espectáculo traído por la Secretaría de Desarrollo Social del ayuntamiento, las danzas y las canciones tradicionales bolivianas, con su particular sonido andino, sorprendieron por la profundidad de sus letras y la alegría de sus bailes.

Con este evento se cerraron las actividades del encuentro titulado Presencia de Bolivia en Acapulco en el que una delegación de dicho país -encabezada por la agregada cultural de la embajada de Bolivia en México, Patricia Flores y por el rector de la Universidad Mariscal Andrés de Santa Cruz, Ricardo Calla– protagonizó dos días de conferencias, conciertos y talleres.

El grupo vino a México a celebrar los 178 años de la independencia boliviana y aceptó alargar su viaje y presentarse en Acapulco por intervención de la Dirección municipal de Cultura.

La danza de los caporales fue uno de los bailes que el Ballet Nacional de Bolivia presentó en el Zócalo. Una danza de origen indígena y africano, efectuada por dos parejas de bailarines, que visten el traje típico de la región de Saya, en Bolivia, en el que destacan los sombreros de paja vestidos por las mujeres y las cintas a la cintura que usan los hombres, así como accesorios dorados, que recuerdan la riqueza en oro que tuvo el país en la época prehispánica.

Siguió el concierto del investigador y especialista en instrumentos tradicionales bolivianos, Ernesto Cavour, El maestro del Charango quien con su diminuto, pero alegre instrumento, interpretó junto con su grupo, canciones típicas del país como Agua gratis y La araña y la luciérnaga, entre otras.

Los demás integrantes del grupo hicieron gala de maestría al manejar instrumentos tradicionales como el bombo cuadrado, el aerófono o el instrumento de viento llamado Agua agua, por el sonido que emite, el muyu-muyu, o guitarra doble que se puede tocar en ambas caras, con una variación de tonos por cada lado y otros instrumentos de percusiones como la maraca, hecha con conchas.

El público se mostró satisfecho al escuchar la música que se logra con estos instrumentos, nativos y precolombinos, que aún se encuentran en uso por diversas etnias indígenas como los aymaras y los quechuas.

El investigador explicó a su público que algunos de estos instrumentos también surgieron después de la conquista, por lo que algunos tienen influencias europeas, africanas y neocolonistas, esparcidos en la enorme geografía integrada por la cordillera andina, el altiplano, los valles o yungas, así como las regiones tropicales y selváticas de la franja amazónica boliviana, que marcan la enorme diversidad de influencias y ambientes de este país.

El espectáculo se extendió hasta las 22:20 horas y también atrajo a varios turistas extranjeros y nacionales, que se detuvieron a admirar la actuación del grupo boliviano.